Hayley Williams le dice adiós a la chica emo: "Mi depresión se debía a esa ira con la que no podía lidiar"
De aquellos años en que estuvo de moda hacer una apología del desasosiego y de ese mismo momento en que hubo tantos seguidores identificados con esto como detractores/burlones, recordamos la palabra emo. Provenía de emocional. Y más allá de estereotipos como la ropa oscura o el corte de pelo, en el mundo del rock esta movida estaba representada, en términos generales, por grupos con base punk, letras introspectivas y dolientes y gran despliegue teatral en escena.
Y la banda estadounidense Paramore fue un ejemplo claro de esta eclosión de angustias. Desde inicios de este milenio, el grupo liderado por la cantante Hayley Williams cosechó discos (cinco de estudio), fanáticos y marcó su propio recorrido.
Pero no sólo tiempo pasó desde aquel inicial All We Know Is Falling (2005) hasta el último After Laughter (2017), también sendos sucesos recorrieron al grupo y a la artista nacida en Meridian (Mississippi). Por un lado, la partida de los hermanos Farro de Paramore en 2010, que habían fundado el grupo junto a la música (Zac volvió en 2017) marcó un quiebre en el equipo y en ella. Pero, por otro lado y sobre todo, la batalla personal de Williams con ciertos sentimientos devastadores que, aun a su pesar, fueron nutriendo su poética.
En síntesis, todo contribuyó a hacer imperiosa una necesidad: animarse al primer proyecto de la cantante en solitario. Se trata de Petals for Armor, que estará disponible a partir del 8 de mayo y del que ya tenemos un interesante adelanto con los sencillos "Simmer", "Leave It Alone" y "Cinnamon", cada uno con su respectivo y curioso video.
Por ese motivo, y en medio de los acontecimientos marcados por la agenda del coronavirus, Hayley se dispone a hablar. Y esto incluye: recordar su infancia itinerante cuando tuvo que marcharse con su mamá a destinos inciertos, evocar su matrimonio fallido y sus años de terapia y depresión, y esperanzarse con su preciada libertad (artística y personal).
—¿Te permitiste experimentar más con Petals For Armor que lo que hacías en tus discos con Paramore?
—Sí. Lo tomé como una oportunidad para crecer y para comprometerme en otros aspectos. "Simmer", que fue el primer simple, empezó solo con mi voz. Comencé por hacer un montón de sonidos con mi boca. Y a partir de ahí empezó la composición. Eso es un ejemplo. Realmente mi desafío fue no tener un mapa, un lugar a donde debía llegar. Mi tarea era entrar en el cuarto y ver cómo me sentía en el momento. Y ésa fue mi guía. Tuve suerte de trabajar con Taylor (York). Venimos trabajando mucho juntos también con Paramore, y le pedí que me produjera porque tiene una mirada extraña y creativa. Quería a alguien que pensara en lo que yo estaba tratando de decir, y en el estilo y el sonido que intentaba atravesar. Lo que conseguimos fue que la música sonara a mí misma pero habiéndolo hecho con la ayuda de gente que puede iluminar aspectos de mi propia historia.
—¿Cómo armaste la continuidad entre "Simmer", "Leave It Alone" y "Cinnamon"? A la vez, cada tema y cada video tienen una unidad, parecen pequeños cuentos o películas cortitas… ¿Los pensaste así?
—Sí, totalmente. Originalmente tuve una visión de mí misma corriendo y corriendo, y no estaba segura de si me estaba escapando de algo o si quería llegar a algún lado. Y ese tipo de energía y de sentimiento es "Simmer". Empezó de una forma tan simple como ésa. Y cuando hablé con Warren Fu, el director creativo del video, llegamos a la conclusión de que yo debía desentrañar de qué estaba huyendo, y qué estaba pasando por mi cabeza. Él escribió el guión en base a mi experiencia personal de terapia, y de ahí surgió el video de "Simmer". Eso que me hacía correr en "Simmer" guió la historia a "Leave It Alone" y, luego, a "Cinnamon".
—"Simmer" se trata de la ira. ¿Cómo lidiás con ese sentimiento? Dijiste que la rabia te ayudó a entender algunas cosas que te fueron sucediendo a lo largo de tu vida y que no estaban bien… ¿Cómo qué?
—El modo en que me vinculaba con el enojo era evitarlo o ignorarlo. Lo que me pasaba a mí era que toda la rabia que no podía manejar se convertía en una tristeza profunda. Para el momento de After Laughter yo hacía muchos chistes sarcásticos sobre mi salud mental, porque no podía entender realmente qué me estaba pasando. Pero, una vez que pude atravesar ese proceso, entendí que mi depresión se debía a esa ira con la que no podía lidiar. ¿Cómo comprendí el enojo? Fue gracias a terapia. Me pude hacer preguntas sobre mí misma. Y trabajé sobre ellas. Todas las preguntas me llevaron a un conocimiento más profundo de mí, sin negar nada. Y al final, ya no hay enojo. En eso estoy comprometida y sigo trabajando, en no negar mis sentimientos.
—"Cinnamon parece tratarse de la importancia de tener un lugar propio donde "poder desayunar desnuda", como dice la letra. ¿Esa necesidad del espacio de pertenencia tiene que ver con tu infancia, con haber vivido en un trailer durante meses?
—Sí. Mi mamá y yo nos mudábamos muchísimo. Vivimos situaciones muy terribles y nos teníamos que ir. Y pienso que eso me hizo buscar seguridad en mi propia casa. Pero soy un ser humano también y cometí mis propios errores. Estaba en una relación, me casé, después me divorcié. Y de ahí me mudé a mi hogar, donde tuve la oportunidad de empezar de nuevo. Y pasar de una relación larguísima a estar sola fue muy perturbador. Sentís que ya no te conocés a vos misma. Entonces, encontrar mi hogar fue la manera de descubrir mucho de mí, fue como decir: "mírenme, así es como soy cuando no pertenezco a nadie más que a mí misma". Me despierto a la mañana, silbo, o me pongo a bailar por todos lados para distraerme si estoy triste. No hay nadie que se ría de mí, o que me diga que estoy loca. Puedo crear mi propio universo. Y eso me empodera mucho. "Cinnamon" empezó como una canción completamente diferente, la tocaba en la guitarra, y era bastante triste. Después la trabajamos con Taylor y se recicló. Es sobre mí, orgullosa de estar sola. Realmente necesitaba esa independencia.
—¿Es verdad que tu perro te ayudó en los momentos de depresión? ¿Es el que aparece en el video de "Cinnamon"?
—Mi perro no está en el clip porque mis amigos decían que no es lo suficientemente sexy para aparecer ahí (risas).
—¡No!
—¡Sí!¡Triste! Pero fuera de broma mi perro es como mi pequeño psicólogo personal aquí en casa. Cuando estoy sola literalmente le hablo, como si fuera uno de mis amigos. Estuvo conmigo en muchos momentos de desilusión, también en situaciones felices. En ocasiones me acompañó en mis viajes. Para mí es como mi hijito. Su nombre es Alf, de Alfred.
—¿Cómo estás viviendo estos días de cuarentena y qué esperás que suceda en el futuro?
—Tengo todo tipo de sentimientos sobre esto. Y van cambiando. Transito mis días buenos y mis días malos. Trato de estar comunicada con mi familia o mis amigos por FaceTime. Y también trato de trabajar. Ahora estoy hablando con vos, y tengo otras entrevistas. Intento ser productiva. Y entiendo que todo el mundo está viviendo lo mismo que yo. ¡Es realmente aterrador! Y también es una oportunidad para unirnos y para conectar con el otro de distintas maneras. Eso me da algo de alivio. La peor parte para mí es no saber la respuesta: a dónde vamos. Con lo único que contamos es con nosotros mismos y con el cariño que nos podemos brindar unos a otros. Y gracias a Dios, tengo a mi perro. Je.
La peor parte para mí (sobre el coronavirus) es no saber la respuesta: a dónde vamos. Con lo único que contamos es con nosotros mismos y con el cariño que nos podemos brindar unos a otros
—¿Es verdad que Dave Mustaine es tu tío?
—Jaja. Dave Mustaine no es mi tío. Estamos cerca geográficamente, digamos. Sería alucinante que fuera mi tío. Ojalá. Mi mamá es súper fanática, se moriría.
—¿Cómo te llevás con tus compañeros de Paramore hoy?
—Con los muchachos estamos muy bien. Taylor produjo mi disco y compusimos muchas canciones juntos. Y Zac (Farro) toca la batería en un par de temas. Aunque este proyecto tiene mi nombre, me siento como una parte de un todo. Muchos amigos están involucrados aquí y me ayudaron a darle vida. Cada uno, además, está haciendo sus cosas. No nos vemos como quisiéramos. Al margen de lo que sucede ahora, estamos en lugares distintos.
—¿Trabajarán de nuevo juntos como Paramore? ¿Grabarán otro disco?
—¡Absolutamente! Lo hablamos mucho. Ahora, con todo lo que está pasando, es difícil saber cuándo podremos hacerlo. O cuándo podré salir de gira. Pero hablamos de Paramore todo el tiempo.
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