Había una vez un tango para los niños y adultos
Con textos, ilustraciones y canciones, el material reúne a músicos y dibujantes
Hay ciertos límites entre la niñez y la adultez que se hacen difusos. Sobre todo cuando un adulto muestra ciertos gestos infantiles o evoca su infancia de distintas maneras. Sobre todo cuando los niños se acercan a las cosas de los adultos. Y es ese límite difuso que aprovechan algunos artistas para crear músicas y historias para chicos que terminarán disfrutando los grandes (o al revés). Y hay una tercera instancia que es el disfrute de ambos, por distintos elementos que tiene una producción.
Vamos a un caso bien concreto, que es el del disco-libro El tango es puro cuento, que publicó el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, con textos de Luis Longhi, con músicas de Federico Mizrahi y Guillermo Fernández, y con una amplia y variada lista de invitados, la mayoría muy conocidos.
Para dejar en claro que esto no está destinado a todo público, pero es para grandes y para chicos, alcanza la muy buena explicación que da Alejandro Dolina, con un texto a modo de prólogo que insta a no subestimar la inteligencia de los niños, pero, a la vez, aclara: "Tal vez la niñez esté totalmente en manos de los fabricantes de consolas y videojuegos. En ese caso, estos tangos de hadas podrán llegar a aquellos adultos, que, como Peter Pan, han resuelto seguir jugando en secreto".
Con esa lúcida síntesis, uno puede comenzar a recorrer el trabajo de un trío que se conoce bien. Porque Mizrahi y Longhi como dúo, o en sus sociedades escénicas o televisivas con Guillermo Fernández ya vienen con una sintonía fina trabajada de antemano, y eso les facilita una tarea que siempre tiene sus bemoles y deja algunos interrogantes, como el lugar desde donde el músico o el escritor emprenden su tarea.
Hay ciertos guiños para los entendedores, como la parte B de "Yo y mi solitaria", que en un riguroso contrapunto entre las voces de Fernández y Dolina se rememora la parte B del tango "Uno". También hay una divertida blasfemia. En la milonga de los nombres, se dice: "Las malenas cantan mal".
Es difícil imaginar que una niña de hoy, que en el chat seguramente escribe simplificado o diferente ("qe weno", "kiero kmara"), acá canta la historia de un E.T. con términos casi decimonónicos, como premura y desván. Pero todo puede ser. Habrá que confiar y ver qué tal resulta esta producción en el gusto de ese público.
Para los niños grandes, como se mencionaba en párrafos anteriores, hay varios guiños, desde las citas tangueras hasta esa vuelta a la infancia en historias, como la de "Señorita María", y ganchos para no quitarle el oído al parlante y escuchar el CD todo de corrido. Por ejemplo: la música es buena y está bien tocada, dos datos importantes, y la manera como surgen las historias y las voces, que algunas son bien conocidas es, en sí misma, un verdadero juego que transcurre en paralelo a cada cuento-canción. Pasan las voces de Omar Mollo, Horacio Fontova (en magistral intervención), Teresa Parodi, Pedro Aznar, Kevin Johansen, Sandra Mihanovich y Chino Laborde, entre otros.
SELECCIONADO GRÁFICO
Las ilustraciones reúnen a un dream team de dibujantes, como Tute, Max Aguirre, Diego Parés y Alfredo Sabat, entre otros.