Gustavo Cordera vuelve al ruedo con un disco en forma de tríptico
Cuerpo es la primera entrega de una serie de cuatro canciones que estrena días antes de cumplir 60 y de ofrecer un show en un teatro de la avenida Corrientes
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El cantante Gustavo Cordera acaba de publicar un EP de cuatro temas que será la primera parte de una serie de tres entregas que terminarán formando un álbum de doce canciones. Cuerpo (Libres parte 1) es el nombre de este primer lanzamiento (continuará con Mente y Alma). Está integrado por cuatro temas conectados por la palabra “baile”: “El baile de la libertad”, “El baile del error”, “El baile de los bichos” y “El baile del esclavo”. El estreno, que viene acompañado de un videoclip, sirve de antesala para el show que dará el próximo 2 de octubre, en el Teatro Gran Rex.
“El baile de la libertad” es el primer single que se desprende con un vídeo. Un tema para mover los pies sin moverse del lugar. Pero, al mismo tiempo, para parar la oreja: “Por eso es que te pido que te rebeles. La vida es una fiesta clandestina. Estar bien es lo peor para los que dicen que nos cuidan”, entona cordera. Al promediar el tema, aparece una gran sección instrumental que le da pie a la historia del video, para que ese plano corto que muestra a un Cordera despojado (ni siquiera lleva puesta una remera) le dé lugar a gente que, desde diferentes lugares, llega, se junta y baila con el protagonista de la canción.
Desde su sello discográfico, su primer corte de difusión se lee de esta manera: “Este nuevo material de Gustavo Cordera profundiza sobre su mirada crítica de la época desde una propuesta de liberación afectiva. Haciendo foco en la desnudez como símbolo de lo esencial y la visión del marco de la naturaleza, como el espacio donde estar y a dónde llegar, propone que el encuentro sea la razón y no el temor. El baile un estado y la serena sonrisa un camino permanente aún en tiempos de confusión y dolor colectivo”.
“El baile del error” puede ofrecer las más variadas lecturas, especialmente desde que hace cinco años, una frase le cambió la vida, durante una conferencia de prensa ofrecida como ejercicio en la escuela de periodismo TEA Arte. Seguramente por eso, la connotación que se le pueda dar a sus palabras no escapará del oído de nadie, a lo autorreferencial. “Tan nutritivo es errar, tan saludable es perder, por eso el que siempre gana, se pierde”. Y en la segunda parte agrega: “En este juego se gana o se aprende”, entre otras reflexiones.
En el momento del tercer track queda claro que el hilo conductor que conecta a los cuatro temas no es la palabra ]”baile” en sí sino una determinación sonora del EP que surge a partir de este término. Todos los temas son pachangueros, aunque el sentimiento que prime en cada uno pueda correrse a veces de lo festivo. “El baile de los bichos” es una pieza bien Cordera. Responde a su esquema compositivo, musical y sintáctico.
Para el cuarto track, “El baile del esclavo”, se reservó el pulso de la música electrónica y una paleta sonora más sintetizada que en los anteriores. Aquí habla de “cancelaciones”, del “desfile obediente de la manada global” y de la “burbuja sonriente y de la boca con bozal”. “Si lo único que queda es vivir de caridad yo prefiero morir por mi libertad”, sentencia.
A fines del último año realizó un show en streaming, días después de que se conociera la noticia de que había sido sobreseído del delito de “incitación a la violencia colectiva” por haber asegurado en aquella charla en la escuela TEA Arte que “hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo”.
Durante una charla con LA NACION, decía: “Fue un cachetazo que me ordenó, me abrió los ojos, me demandó atención, me corrigió (...) Soy una persona que se equivoca constantemente, puedo decirte algo que no te guste y con el tiempo darme cuenta de que me equivoqué y decirte: ‘Me equivoqué'. Me voy a seguir equivocando porque soy un ser humano, soy imperfecto, soy una persona que se está completando y tengo la humildad de darme cuenta que sé muy poco. (...) La parte de ingenuidad mía es muy peligrosa para mí y puede ser divertida para los demás. A ese Cordera le voy a decir que intente no ser tan ingenuo en el mundo que vivimos. Tengo que aprender a intercambiar ideas con la gente que se lo merece, a buscar el momento para decir las cosas, a darme cuenta de que las ideologías y defender una postura es innecesario para un artista. Somos canales y transmitimos cosas todo el tiempo y no nos tenemos que alinear ni defender ideas que no son nuestras. También aprender a advertir con quién estás porque hoy con los celulares, con la persecución constante, es necesario cuidarse”.
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