Mariano Mores y la historia de "Cuartito azul", el tango con el que inauguró su estilo
La tenacidad de algunas personas es la clave para conseguir lo que desean o aquello que se proponen. Incluso, a veces mucho más que el talento. Porque Mariano Mores, compositor de melodías imperecederas, como las de "Uno", "Cristal", "En esta tarde gris" o "Gricel", ha demostrado talento suficiente como músico y creador. Pero no fue por eso que logró conquistar al amor de su vida.
Los primeros años de vida de Mariano Alberto Martínez (ese era su nombre real) fueron de constantes mudanzas. Nació en 1918 y vivió su primer infancia en el barrio de San Telmo. A los 7 se mudó con su familia a la localidad bonaerense de Tres Arroyos. Tres años después, la familia se instaló en Lanús. Entre 1929 y 1936 vivieron en España, de donde regresaron por el comienzo de la Guerra Civil.
La música para Mariano no era solo una afición sino una manera de ganarse la vida, ya que su padre había muerto tiempo después de que regresaran a la Argentina. De vuelta en Buenos Aires, ya convertido en pianista y con gran capacidad para la improvisación, conoció a las hermanas Guillermina "Myrna" y Margot Moragues. Como se estilaba en esos años, las hermanas eligieron un apellido artístico que sonara similar al real, pero fuera más sencillo: Mores. Y Mariano siguió sus pasos. Así, ellas cantantes y el pianista, comenzaron a llamar la atención en el ambiente musical de finales de la década del treinta como el Trío Mores. El perfil actoral de Myrna (filmó dos películas, Mandinga en la sierra, Frente a la vida) y la proyección musical de Mariano hicieron que el trío se terminara en 1941; pero no el amor. Y "Cuartito azul" tuvo mucho que ver con eso.
Experto en mudanzas, Mariano no dudó en mudarse lo más cerca que fuera posible de la casa de su amada, en Villa del Parque. Alquiló una habitación en altos, en la vivienda de la calle Terrada 2410. Y la anécdota del nombre él mismo solía contarla: "Para estar cerca de ella alquilé un cuartito en Villa del Parque que pintaba con cal coloreada con el azul para lavar la ropa, un blanqueador. Así nació el título de tango".
El destino que él mismo había diseñado se cumplía sin desvíos. Quiso estar cerca de Myrna. Se casaron en 1943 y estuvieron juntos hasta la partida de la cantante, en 2014.
El tema "Cuartito azul" fue una pieza instrumental a la que Mario Battistella le puso letra, justamente inspirada en lo que Mores le había contado. El estreno fue en 1939, en la voz de Ignacio Corsini. También vale aclarar que, así como hay situaciones en los versos que están contextualizadas ("Ya no abriré tu puerta y tu balcón", dice y en las fotografías del cuartito de la calle Terrada se pueden ver un pequeño balcón y una escalera), carga con el dramatismo existencial del tango. Con la sensación de no aferrarse a un recuerdo, aunque, a la vez, lo evoca.
La música, en cambio, si bien tuvo éxito en su época pero no trascendió como otros grandes títulos de Mores, fue para Mariano una especie de piedra fundacional. Más de una vez dijo que ser un compositor distinto a los demás se lo debía a la composición de "Cuartito azul", porque con ella intentaba un perfil romántico y "afrancesado", con menos "carga dramática".
Y es probable que en muchas de sus sociedades con grandes letristas (José María Contursi, Enrique Santos Discépolo) haya quedado equilibrado el dramatismo de los textos con el romanticismo de la música. ¿Acaso será "Gricel" la síntesis perfecta de ese equilibrio?
"Cuartito azul" en los versos de Battistella
Cuartito azul, dulce Morada de mi vida
Fiel testigo de mi tierna juventud
Llegó la hora de la triste despedida
Ya lo vez, todo en el mundo es inquietud...
Ya no soy más aquel muchacho oscuro
Todo un señor desde esta tarde soy
Sin embargo, cuartito, te lo juro
Nunca estuve tan triste como hoy
Cuartito azul
De mi primera pasión
Vos guardarás
Todo mi corazón
Si alguna vez
Volviera la que amé
Vos le dirás
Que nunca la olvidé
Cuartito azul
Hoy te canto mi adiós
Ya no abriré
Tu puerta y tu balcón
Aquí viví toda mi ardiente fantasía
Y al amor con alegría le canté
Aquí fue donde sollozó la amada mía
Recitándome los versos de Chenier
Quizá tendré por enorgullecerme
Gloria y honor como nadie alcanzó
Pero nada podrá ya parecerme
Tan lindo y tan sincero como vos
Cuartito azul
Hoy te canto mi adiós
Ya no abriré
Tu puerta y tu balcón
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