Pete Doherty: fue el rey de los excesos, vio morir a varios de sus amigos, hoy tiene 40 y celebra la vida
La noticia no es que Pete Doherty editó un nuevo álbum. La noticia es que Pete Doherty sigue vivo. "Alive and kicking" (vivito y coleando), como dicen los ingleses. Un mes y medio atrás, el músico cumplió 40 años y acaba de celebrarlo con un nuevo disco, acompañado por su última banda inestable, The Puta Madres, oficializando así aquella agrupación que debutó en Buenos Aires, exactamente dos años atrás.
El álbum es "un retrato devastador e íntimo de amor, de pérdida y de sentirse perdido", según palabras del mismo Doherty. Un puñado de canciones más folks que punks sobre su propia existencia, que en los últimos años estuvo rodeada de muertes, drogas, excesos y adicciones. Doherty tuvo que ser internado por una infección en una mano supuestamente porque se pinchó con un erizo que encontraron sus perros...
"Sorprendido no es la palabra correcta. Me siento un poco bendecido", le respondió la semana pasada a un periodista de The Guardian, quien le había preguntado si se sentía sorprendido de aún estar vivo. "Ha habido momentos desesperados en los que he pensado: «solo dame paz». Pero muy, muy raramente sucedió eso".
Sin embargo, la muerte parece asediarlo desde hace años. O al menos arrinconarlo, tocar a quienes pasan a su lado. En 2006, el actor aficionado Mark Blanco murió tras caer de un segundo piso donde se llevaba a cabo una fiesta. La prensa británica aseguró que poco antes había discutido con Doherty, quien al día siguiente fue detenido por posesión de drogas. Robyn Whitehead, que estaba filmando un documental sobre la vida del músico, murió luego de tomar heroína con su amigo Peter Wolfe, en 2010. En mayo de 2011, Doherty fue encarcelado durante seis meses después de haber sido filmado fumando crack con Whitehead días antes de su muerte. Cuatro años después, una investigación concluyó que el amigo de Doherty, Alan Wass, murió luego de que un conocido le inyectara ilegalmente heroína.
"Ni siquiera estaba en el maldito país cuando Alan murió. La noche anterior vi a Robyn [Whitehead], y ella murió en la cama de Wolfman. Mark Blanco... bueno, quien m... sabe lo que le ocurrió", se defendió el músico ante The Guardian.
En la misma entrevista, desafiando su imagen de persona autodestructiva, Doherty se declaró incluso amante de la vida: "Miro a la gente a mi alrededor y siempre piensan que estoy enfermo o muriendo porque quizás estoy un poco ido con mi pipa. Pero me encanta. Me encanta la vida. Exprimo todo lo que pueda del día. Lloro cada maldito amanecer que vivo".
Pete Doherty, poeta, músico, escritor, pintor, modelo y niño terrible de la escena musical inglesa de las últimas décadas, se dio a conocer veinte años atrás, como líder de los inflamables The Libertines, la respuesta británica a The Strokes en los inicios del nuevo milenio.
Más allá de las buenas canciones compuestas junto a su coequipier Carl Barat, ya por entonces la revista Rolling Stone lo presentaba como "el drogadicto más famoso de Gran Bretaña", luego de un interminable raid de drogas, escándalos y robos que terminaban una y otra vez con Doherty en la cárcel.
"El problema empezó mucho antes de ir a la cárcel –le dijo a La Nacion en 2016 –. Mi pequeño cerebro no podía lidiar con todo y no pude disfrutar nada; salir al escenario era como ir a la guerra, creía que todos estaban en mi contra. Cuando salió el segundo disco, nadie me hablaba y se habían llevado hasta mis guitarras".
Exnovio de la modelo Kate Moss y de la cantante Amy Winehouse, Doherty formó Babyshambles después de haber sido echado de su propia banda debido a sus adicciones y las constantes peleas con sus compañeros. Allí volvió a confirmar su genio para componer canciones siempre al límite, pero finalmente decidió largarse solo.
Su nuevo álbum, bautizado sencillamente Pete Doherty & The Puta Madres, es el tercero con su firma (previamente editó Grace /Wastelands, en 2009, y Hamburg Demostrations, en 2016) y en la portada aparece un dibujo suyo con una silueta (con su inconfundible sombrero y flequillo rebelde) apuntada por un revólver.
El disco fue grabado en apenas cuatro días, con tomas directas dentro de una villa francesa, un año atrás, por el mismo Doherty en voz y guitarras, Miggles en bajo, Mike Beavis en violín, Katia DeVidas en teclados, Jack Jones en guitarra y Rafa en batería.
Una versión reflexiva de "All At Sea" –un tema de The Libertines– es la que abre inesperadamente las puertas del nuevo/viejo universo Doherty. "No se si voy o vengo. No hay esperanza, no. No hay miedo, no hay renta ni parte trasera. Dejamelo todo a mí", vuelve a cantar, ahora sobre una dulce melodía y acompañado por el violín de Beavis.
"Who’s Been Having You Over" marca la densidad y también la gracia compositiva de este músico que, un paso más adelante, con "Paradise is Under Your Nose", se entrega a la melancolía absoluta y le cede al guitarrista Jack Jones la segunda voz.
Hay también una canción para su amigo muerto Alan Wass ("Travelling Tinkers", nombre al que, según Doherty, le iban a poner a la banda que pensaban formar) y una juguetona composición en la que insiste con su teoría acerca de lo bien que le haría el Brexit a la cultura y la sociedad británica. "De esta manera [con el Brexit], tendremos nuevamente una ola de increíble creatividad desatada", dijo días atrás al respecto. "Verán la diferencia entre escribir un poema en la cárcel y escribir un poema en una casa de campo junto a un lago. Habrá una reacción violenta increíble".
Pete Doherty sigue vivito y coleando. Y esa no solo es una noticia, sino que es una buena.
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