"Fue el mejor concierto de mi vida"
Aún emocionado, el ex Soda Stereo habló con LA NACION luego del multitudinario show que revalidó su condición de músico convocante, ahora como solista
"¡Fui tan feliz! Terminé el concierto, y la verdad es que lo sentí como el mejor show de mi vida", dice, exultante, Gustavo Cerati, con las emociones de una noche agitada aún frescas en su mente. "Por la magnitud de todo, por la presencia de Luis [Alberto Spinetta], por cómo tocamos, por la respuesta de la gente... fue una noche perfecta. Me costó mucho dormirme, quedé en un estado de flotación muy raro y necesité mucho tiempo para bajar la energía", concluye el ex Soda Stereo en diálogo con LA NACION mientras transcurre la sobremesa de su almuerzo en familia, en un domingo muy especial.
Anteanoche, Cerati volvió a dormir al calor de las masas. Cien mil, ciento cincuenta mil, doscientas mil personas aseguran las cifras oficiales, teñidas de cierto espíritu proselitista que acompañó al concierto gratuito con el que el ex Soda Stereo cerró el ciclo Verano 07, patrocinado por el Gobierno de la Ciudad en el escenario ubicado en Figueroa Alcorta y Pampa. Muchos jóvenes, familias enteras compartiendo un picnic desde temprano, fans de Soda y una buena cantidad de curiosos turistas conformaron la masa de gente que iba y venía entre los lagos de Palermo y el estadio de River Plate, la misma que recordó, por la generosidad de la concurrencia, al histórico concierto de Soda Stereo en la avenida 9 de Julio, en 1991, al que asistieron más de 200.000 personas. "No sé, creo que fue un gran momento para que se juntaran varias generaciones, incluso gente que por ahí no está dispuesta habitualmente a asistir a conciertos", analiza Cerati sobre su poder de convocatoria, ahora también como solista.
-¿Esperabas una respuesta tan masiva por parte del público?
-No, superó toda expectativa posible. A mí me dijeron que había más de 200.000 personas. Creo que en estos casos, más allá del show en sí, que no fue una repetición de lo que veníamos haciendo, sino que agregamos un montón de temas que no tocábamos hace tiempo, lo impresionante fue que quizás apenas la mitad de la gente que estaba ahí pudo escuchar bien: el resto fue porque quiso estar ahí, sin importarle cómo. Alguna vez ocurrió algo así con Soda Stereo, cuando tocamos para más de 200.000 personas en la 9 de Julio. Me imagino que los que estaban en San Juan y la autopista no escucharon nada, pero querían estar. Esa energía es muy generosa y trasciende el show. Para que esto ocurra tiene que haber una verdadera conjunción de energías planetarias. Por eso digo que fue el mejor show de mi vida, porque la banda también sonó como nunca, hubo mucha química y creo que hasta si tocábamos una polca, salía bien.
-Después de la separación de Soda Stereo dijiste que preferías ubicarte en un lugar no tan masivo...
-Sí, creo que tengo esa ambivalencia. No quiero estar todo el tiempo rodeado de esa magnitud, no sé si es tan atractivo siempre, pero por cierto es muy disfrutable. Es evidente que este disco pegó muy fuerte y que se han acumulado un montón de propuestas, incluso para que regrese Soda Stereo, que han vuelto a poner el foco de luz sobre mí de forma más potente. De aquí en más no sé, veremos.
La indómita luz
En la noche del sábado y durante más de dos horas, Cerati y su banda (Richard Coleman, Fernando Samalea, Leandro Fresco y Fernando Nalé) desplegaron un repertorio ciento por ciento rockero, centrado en su último álbum, Ahí vamos , pero que no renegó de su ex grupo ("Juegos de seducción" y "Profugos" fueron las canciones más celebradas). Aunque, tanto para el músico como para buena parte de los asistentes al concierto, el momento cumbre de la noche llegó con el invitado de lujo: Luis Alberto Spinetta (ver aparte).
"Fue muy emocionante todo, pero la presencia tan grande de Luis, con esa humildad que él tiene, significó mucho para mí. Luis es una figurita difícil a la hora de participar en conciertos de otros y sé, porque me han invitado a tocar en shows ajenos, que no es fácil esa situación. Uno a veces se pone muy nervioso en ese papel de invitado de lujo. El estaba flasheado por la gente y por la recepción que tuvo, y eso ya fue mucho pedir.
-¿El encuentro estaba planeado desde hace tiempo?
-No, se dio esta semana. Lo llamé y me dijo: "Sí, Gus , esta vez lo hacemos, es muy grosso que me hayas invitado". Varias veces estuvimos por hacer algo juntos, pero nunca se había podido. La verdad es que no creo que él se dé cuenta de lo que significa su figura para mí.
-¿Fue como una especie de traspaso de corona?
-No, no creo. El tuvo un gesto inmenso conmigo y yo admiro su obra como la de nadie. Siempre dije lo importante que ha sido su obra para mí y lo esencial que es él como luz artística dentro del rock. No lo viví así, sino como un guiño suyo hacia mí por el que estaré eternamente agradecido. Cada uno en su lugar... el rey sigue siendo él... ¡Es el Flaco, man !
-¿Cómo pesó el hecho de que el concierto estuviera organizado por el gobierno de la ciudad justo en medio de una campaña proselitista?
-No sé cómo será en otros casos, ya que al menos yo trato de no dar lugar a que toda esa historia de la política se vaya de mambo, pero la verdad es que me trataron con muchísimo respeto. El aprovechamiento político de todo esto indudablemente ocurre, ya que están las próximas elecciones de por medio, pero la verdad es que no hubo que cumplir con nada que no fuera lo artístico. El tema con la política es que suele haber una excesiva falsedad, pero acá, más allá de los intereses de cada uno, me pareció todo muy genuino. Al menos eso es lo que vi yo, que estaba con una alegría tal que quizá no me haya dejado ver otras cosas.
Cerati dice que no recuerda haber sido tan vehemente luego de un concierto ("me abracé con el escenario, con la gente, con todos"), que cuando los organizadores le dijeron, promediando el show, que había 200.000 personas escuchándolo recordó aquel concierto con Soda Stereo en la 9 de Julio ("sin hacer comparaciones, te puedo decir que esta vez lo disfruté un millón de veces más, ya que la otra vez estaba mi padre muy enfermo y eso no me permitió disfrutarlo del todo), y, por último, adelanta sus planes: "Hasta fines de mayo próximo vamos a estar tocando en el país, pero junio, julio y agosto quiero dedicarlos a trabajar en el estudio pensando en un disco nuevo".
-Si tuvieras que elegir un momento para recordar del show, ¿cuál sería?
-Todos, incluso cuando se cortó la luz en el tema "Crimen". Fue un desperfecto, pero que la gente lo convirtió en un momento inolvidable al prender sus luces (encendedores y celulares). Como si hubieran pelado luz propia. No lo voy a olvidar jamás.
Té para dos
- "¿Qué más puedo pedir?", se sinceró anteanoche Cerati, más emocionado que nunca, una vez que se extinguió el último acorde de "Té para tres", el primero de los dos temas de su concierto que contó con la participación de su idolatrado Luis Alberto Spinetta. Luego, el Flaco también cantó "Bajan", la canción de Pescado Rabioso que el ex Soda Stereo grabó en su primer álbum solista, Amor amarillo (1993). No fue el único homenaje de Cerati a Spinetta: en su tema solista "Paseo inmoral" incluyó el riff de "Post-crucifixión".
- 1988: 150.000 personas asistieron al show de Soda Stereo que cerró el festival "Tres días por la democracia". Antes, actuaron Spinetta, Fito Páez y Ratones Paranoicos, entre otros.
- 1990: a principios de ese año, 35.000 fanáticos del trío acompañaron a Cerati, Alberti y Zeta en su primer concierto en un estadio (Vélez Sarsfield).
- 1991: cerca de 250.000 personas asistieron a un hito de la música popular argentina, el recital gratuito que el grupo ofreció en la 9 de Julio.
- 1997: Soda Stereo se despidió de los escenarios ante 65.000 seguidores, en el estadio de River Plate.
- 2007: 150.000 personas colmaron los alrededores de Pampa y Figueroa Alcorta, anteanoche, en otro concierto gratuito. Luego de casi una década de carrera solista, Cerati volvió a despertarse al calor de las masas.Música ligera y popular