Fue ganador de premios Gardel como productor en la ediciones de 2022 y 2024, por los álbumes de Wos y Milo J; también tiene nuevo proyecto solista que elabora en Alemania y que podría lanzarse en noviembre
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“Lo más lindo en la vida es regalarle un pasaje a mi viejo”. La frase de Facundo Yalve no explica el motivo de ese ticket que compró con rumbo a Europa, pero confiesa la intención y su satisfacción. Y demuestra, además, que ese hijo se siente orgulloso por lo hecho hasta ahora. Lo cierto es que no es poco lo que hizo. Facundo (también se lo conoce como Evlay en sus proyectos como solista) es el productor estrella de la Argentina, en estos tiempos. El apellido Yalve y su alter ego Evlay aparecieron en 14 categorías en los premios Gardel a la Música de este año. Y a esto hay que agregar que, además de las tres estatuillas que quedaron en sus manos (incluida la que se llevó por la realización de 111, de Milo J), resultó galardonado como Productor de Año en 2022 por el álbum Oscuro Éxtasis, de Wos.
La lista de artistas con los que trabajó se hizo frondosa en el último tiempo. También publicó su primer disco, 333, y está preparando el segundo, para lanzar a fin de año. Aunque haya montado su estudio en un departamento del barrio de Chacarita, se autodefine como una persona de conurbano. Su sello discográfico se llama Caraza Records, porque precisamente allí es donde nació, en Villa Caraza. Es parte de una familia de cuentapropistas que cayeron y se levantaron un par de veces, como la Argentina misma. Hijo de un padre que le transmitió su gusto por la música (incluso le pasó algún programa de computadora para hacer música) y que en agosto lo visitará en Berlín. Porque Evlay está en Berlín desde hace unos meses y se quedará por allí –esta es su cuarta visita- hasta octubre. Si seguimos en cuestiones de filiación, Facundo es hijo de la Generación X y miembro de otra generación que le está dando un nuevo aire a la música. Luego (bastante luego), el tiempo nos dirá qué tanto habrá sido su aporte. Pero no queda otra que esperar para observar y cotejar a la distancia. Mientras tanto, la música fluye, sin pausa. Y se podría decir que, a los 31, Facundo va a fondo. De hecho, una de las palabras que más se repite en su vocabulario es “full”.
Viene trabajando con los artistas más diversos. A veces como productor de obras completas y de buenas porciones de tracks de un álbum, otras simplemente como invitado de proyectos que requieren su sonido y sus manos mágicas en la computadora. Colaboró con WOS, Bizarrap, Nicki Nicole, ACRU, LOUTA, CA7RIEL, YSY A, Paco Amoroso, Tiago PZK, Rauw Alejandro, Sebastián Yatra y Danny Ocean, entre muchos otros.
A finales del año pasado lanzó su disco, 333, y lo paseo por el escenario de Niceto, del Primavera Sound y del Lollapalooza. Además de contar con varios invitados, incluyó una especie de interludio folklórico, donde aparece la voz de su abuela, Chela. Porque Facundo no es un productor de música electrónica que trabaja únicamente con una computadora. El folklore fue parte de su infancia, también la guitarra, que es su fiel compañera cuando ofrece sus sets como solista o como parte de la banda de Wos. No por casualidad el álbum de Milo J es tan “guitarrero”. Ahí está la mano de Facundo.
Anochece en Berlín y, como decíamos, el Zoom es, al menos hasta octubre, la mejor manera de conversar con el señor Yalve. Llegó a la que hoy es su casa temporaria hace minutos y en un par de horas vuelve a salir, para ver un show de los Black Crowes. Seguramente habrá tenido motivos fuertes para perderse la ceremonia de los Gardel, donde se impuso en las categorías Productor del Año, por la producción de Milo J y Mejor álbum de música electrónica y Mejor diseño de portada, por su flamante 333. “Sí, un delirio. Un montón. Pero estoy acá por proyectos nuevos. Por un lado, mi próximo disco y un proyecto de música electrónica, Brychtta, con Jose Bonetto, que vive acá hace cuatro años. Después de laburar mucho allá necesitaba tomarme un descanso. Lo de los Gardel me tomó por sorpresa”, dice Facundo, mientras achata su pelo y estira esos bigotes mostachos circa 1920 que parecen ser, entre otras cosas, un toque estético distintivo de su personaje Evlay.
-¿Necesitás aislarte para trabajar?
-Casi siempre sí. Pero depende de los proyectos. Estando en Buenos Aires a veces tenés otros estímulos. Para el disco de Milo trabajamos todo en la ciudad. En casa. Ni siquiera en estudio. Con el disco de Valen (Wos) la aislada se necesitaba. A veces el tiempo o el presupuesto no lo permite. No todo es lo mismo. No todos se tienen que ir al sur a componer.
-¿Te considerás con buen ojo para eso, para ver lo que necesita cada artista, o te llaman por lo que saben que, de antemano, vos podés proponer?
-Creo que está bueno entender la situación de cada uno y darle la vuelta de rosca. En eso creo que puedo cranear bien.
-Pese a ser una persona tan mental y que gusta de cranear las cosas, te habrán pasado algunas incluso antes de soñarlas, como los premios Gardel...
-Es un delirio que suceda de esa manera. Está buenísimo que suceda, aunque yo no labure para ganar premios. Me encanta hacer lo que hago. Cuando después las cosas se unen, están bueno que suceda de ese modo. También tiene su cosa mala, porque después de algo gigante la cosa pega la vuelta y hay un vacío. Y hay que estar todo el tiempo laburando para llenarlo. La bocha empieza a entrar en ciertos estados y hay que superarlos. Porque no todo es increíble.
-¿La presión es externa o interna?
-Presión te genera. Quizás sea algo inconsciente. No lo sé. A algunos “produs” les pasa de grandes, a otros de chicos. A mí me toca en una etapa en la que estoy madurando un montón de cosas a nivel personal y artístico. Y creo que es una mezcla. Full interno, porque es el desafío constante de hacer algo bueno y vigente, sobre todo. Y también se genera otra situación: si soy parte de algo a lo cual capaz le va bien, se genera esa presión de que lo próximo tiene que estar igual de bueno. Pero bueno, eso es algo para terapia. Creo que después de hacer algo que puede ser tocado en un estadio o en un lugar que, simplemente, te gusta, viene un vacío. Igual es un vacío lindo, porque artísticamente suma un montón si ahora me veo en un disco nuevo.
-¿Qué pasa con el ego en tiempos en los que, a veces, un cantante pone la voz y la cara pero de la mayor parte del disco se encarga su productor? ¿Encarar un trabajo solista tiene que ver con eso?
-No creo que surja de ese lado. Cuando presento el disco no me muestro como figura mainstream. No me muestro como eso, por eso no creo que derive de ahí.
-¿No te ves como frontman?
-Como un cantante no. Ni ahí.
Con los números en la frente
-¿Cómo te llevás con esto de ser Evlay y Yalve, según aparezcan los créditos como productor o como solista y responsable de tu propio disco?
-Todo eso está bastante unido. Algunos me gastan porque no tengo un hobby. Mi rato libre es el laburo. Porque en ese rato libre escucho un vinilo o me pongo a hacer un disco.
-Te tatuaste en la frente el código postal de Villa Caraza y bautizaste 333 a tu álbum. ¿Cómo te llevás con los números?
-Es flashero eso, porque soy cero cabulero. Pero trabajé en 3música, la productora. Ahí fui asistente un tiempo. El tres era un número que los seguía hasta que a mi me empezó a aparecer. Me mudé y el código del tacho de basura era 333, o el de una patente de auto que vi tirada en el piso. Cosas así. Cada vez que apareció el número, lo sentí como una confirmación.
-¿Ya hay nombre para el nuevo disco? ¿De qué va?
-Creo que por estilo va a ser una vuelta de página. Y quiero desarrollar un concepto, por eso me vine a laburar acá. Lo que pasa es que no tengo todavía nada demasiado definido. Pero seguramente también habrá feats. [En 333 participaron WOS, Santiago Motorizado, An Espil, Ca7riel, Nicolas Alfieri, Antonio Algo, Lisandro Arstimuño, Tomy Sainz, Neo Pistea, Cate Finochi, Pedrito Pasquale, Taichu y la abuela de Facundo, Chela].
-¿Berlín te inspira especialmente?
-Sí. Es la cuarta vez que vengo. Pero la primera que me quedo tanto tiempo, hasta octubre.
-¿Más equipaje del habitual?
-No me puedo traer todo el estudio que tengo en Buenos Aires. Allá puedo trabajar en cualquier estudio llevando una compu y una placa [de sonido]. Lo que hago siempre va a estar intervenido por una compu porque es donde plasmo todo. Es para entender el todo. También creo que generar algo de guitarra y voz para el disco de Milo es algo espectacular, más cuando esa guitarra se une a la computadora.
-¿Por qué tu sonido, como productor sonoro, es “medioso” y de púa, a diferencia de los “sonidos agradables” de otros productores? No buscas lo agradable.
-Totalmente. Sí, creo que a veces es una manera de apoyar lo que se está diciendo. Por otro lado, en lo instrumental, siempre me gustó el metal, el hardcore, el punk y a la hora de elegir sonidos, lo que me suena “agradable” es lo más duro. Y me gusta trabajar el sonido de los medios. Esa es mi marca.
-¿Qué tanto influye el artista con el que trabajás sobre el sonido que elegís para una canción? No debe ser lo mismo el trabajo con Nicki Nicole, Wos o Miranda! ¿O te llaman porque quieren el sonido que les va a garantizar Facundo Yalve?
-No cambio la manera de trabajar con unos y con otros. Creo que a veces hay determinados géneros que son más permeables que otros o aparecen ciertos estándares de industria.
-¿La vuelta en que va a consistir? ¿Lo primero es visitar a la familia?
-Mi hermana más chica vive en Oporto. Mis viejos y mi otra hermana vienen para acá. Con mi viejo fuimos a visitar a mi hermana y, en agosto, que es el cumple, vuelven. Nada, lo más lindo en la vida es regalarle un pasaje a mi viejo. Es un mini gesto para tener a la familia cerca. Duele estar lejos del barrio, pero todavía no lo siento.
-¿Qué cosas tenés pendiente?
-El nuevo disco; desarrollarlo y trabajarlo tranquilo. El anterior fue muy extenso y no le dediqué el tiempo que necesitaba. Ahora es al revés. Si llego, lo sacamos en noviembre para presentarlo en diciembre. El disco anterior no se planteó para salir a tocar, más allá de los shows que hicimos. No tuve todavía la experiencia solista y me gustaría tenerla, al menos como un solo set.
-¿En Berlín estás tocando?
-Tenemos agendados algunos “after” de shows de Babasónicos y de “Wosito”, que va a estar por acá. Y aunque todavía no está anunciado, vienen La Bomba de Tiempo y me voy a subir a hacer algo también con ellos.
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