Erasure tiene disco nuevo y eso no es novedad para un dúo que desde 1986 hasta hoy nunca estuvo más de cuatro años sin editar un larga duración. Tampoco es novedad el pulso dance pop que lo domina. Para el dúo que instauró himnos bailables como opuesto extrovertido (más cercano que opuesto) de los Pet Shop Boys, pareciera que se tratara de algo que sale naturalmente. Así, al menos, lo explica Vince Clarke, compositor y cerebro musical de los formados en Londres: "Andy [Bell] me dijo que quería hacer un disco más upbeat que el anterior, más positivo". Sin muchos más detalles se puso a preparar tracks en su estudio de Nueva York y completaron el proceso de composición en Miami, donde vive Andy. Así fue que dieron con las diez canciones que conforman The Neon, el decimoctavo álbum de Erasure, que se editó el viernes 21 de agosto.
Después de más de tres décadas, esa síntesis en la comunicación parece ser el proceso natural de Erasure. "Esta vez el proceso fue muy simple", dice Vince Clarke. "Cuando las cosas más se retuercen, peor es el resultado". Sin embargo, el miedo a la página en blanco, todavía persiste para ambos. "El pánico a que no se te ocurra nada siempre está. En algún lugar de tu mente persiste esa idea de que no va a salir nada, que te quedaste sin ideas. Las primeras horas que estamos juntos pensando el material nuevo es un momento de incomodidad, nos la pasamos puteando. Una vez que descargamos esa frustración, empezamos a fluir y todo se acomoda".
- Llevan muchos años juntos. Para el que lo mira de afuera la lógica es pensar que todo les surge fácil.
-Es que para mí hay algo más importante que eso. No se trata de si es fácil o no, se trata de que es divertido y amamos hacerlo. Tal vez mucha gente no entienda que componer es un proceso muy íntimo, muy personal. Estás lidiando con tu propia alma y después vas a compartir eso con un público que te va a decir si le gusta o no le gusta. Hay algo de magia en el estudio de grabación y en la sala que tenemos para escribir. Lo que más disfruto de mi trabajo es eso, ese misterio de no saber de dónde vienen las ideas pero saber que algo va a ocurrir. Es parte del universo de Erasure.
- Hablabas también del momento en el que comparten esas canciones con el mundo y que pueden ser rechazadas. Ustedes fueron muy criticados en su momento, ¿sentís que ahora se los valora en su justa medida?
-Siempre fuimos buenos en eso de ignorar a todos [risas] Nunca leo las entrevistas ni las reseñas. Jamás lo hice. No podés complacer a todo el mundo ni escribir música pensando en eso. Tenemos suerte de tener un núcleo de fans muy grande que está del mismo lado de la vida que nosotros. Hemos sido afortunados, incluso cuando la sexualidad de Andy podía representar un problema y las radios de rock más homofóbicas en los 80 nos odiaban porque no éramos rock and roll, en líneas generales no se nos hizo difícil. Tal vez Andy puede decir algo distinto al respecto.
- Como contrapartida, "A Little Respect" y "Oh L'amour" se convirtieron en himnos gay en todo el mundo, ¿son conscientes de eso?
-Es algo que nos halaga, por supuesto. La última vez que tocamos en América Latina se nos acercó mucha gente a decirnos que esas canciones significaron mucho para ellos. Eso te conmueve, porque no es algo que nosotros hayamos hecho deliberadamente, siempre fuimos afortunados de hacer lo que queríamos, y creo que hay un gran mérito de Andy en eso. Es su integridad y su honestidad en el escenario y en las letras lo que termina de llegar. Y la gente entiende y valora eso. No vamos a estar en el Salón de la Fama del Rock and Roll, ¿pero a quién le importa si después de un show viene alguien a contarte que una canción tuya le ayudó a sobrellevar una parte difícil de su vida? Eso es lo increíble.
- ¿Creés que todavía es posible que la música transmita ese tipo de mensajes?
-Sí, claro. Todavía escucho música que sea salvaje en cierto modo. Aunque obvio que eso es distinto para cada persona. Ahora es mi hijo el que me muestra música nueva y me encanta descubrir cosas ahí. Estoy como reviviendo mi adolescencia, amaba discutir sobre música durante horas y creo que, hoy más que nunca, con las cosas que suceden en todo el mundo y toda la mierda que hay dando vueltas, es especialmente importante que existan canciones que conmuevan a los jóvenes.
- Las canciones de Erasure esconden una sencillez que pareciera hacerlas posibles de reducir a una guitarra acústica y nada más ¿pensás que ahí está la clave para llegarle a la gente?
La primera canción que me hizo querer ser músico fue "The Sound of Silence", de Simon & Garfunkel. Vi la película El graduado en la que sonaba ese tema y me dije: "Yo puedo tocar eso en mi casa". Me compré un libro con los acordes de las canciones de Simon & Garfunkel y me la aprendí. En esa época todo el glam que sonaba era una cosa más de estudio, sonidos y equipos a los que no estábamos ni cerca de acceder. En cambio, "The Sound of Silence" era más cercana, esa fue mi premisa cuando empecé a componer: que la música suene cercana.