El último de los románticos
El célebre autor de los boleros más populares del siglo XX vuelve a la Argentina para repasar sus éxitos junto a varios invitados sorpresa. También cuenta cómo es la cocina de sus temas en su nuevo CD Master Class
La visita del compositor y cantante Armando Manzanero a la Argentina no es una salida excepcional de México, su tierra. Con sus 70 años, esta estrella de la canción romántica sigue siendo una persona inquieta, con proyectos, y muy informada acerca de todas las novedades del mercado musical.
Antes de las actuaciones en el ND/Ateneo, Manzanero estuvo en su país ocupado con la presentación de un DVD junto con la actriz y cantante Susana Zabaleta, la misma con quien realizó el espectáculo De la A a la Z.
En una pausa de esa promoción, LA NACION conversó con este artista que hace tiempo que no se acercaba al país por cuestiones de trabajo. “Pero a pasear voy seguido”, aclara del otro lado de la línea telefónica.
La última vez fue hace un par de años. “Siempre voy con algún hijo o con nietos. Doy una vuelta. Ya tengo mis lugares establecidos. Siempre voy a Iguazú, a Bariloche y, por supuesto, a Buenos Aires. Esos son tres lugares fijos para mí.”
Pero, esta vez, el principal motivo de su visita es la serie de shows que dará a partir de mañana en Buenos Aires; luego pasará por Córdoba y Rosario antes de cruzar la cordillera hacia Chile. En esos recitales presentará su disco más reciente, Master Class, con algunos invitados. “No tienes idea de la gente tan bonita y hermosa que voy a tener en los shows”. dice. La lista puede comenzar con Susana Rinaldi, pero Manzanero la completa con otros nombres que también podrían sumarse: “Fito Páez, doña Mercedes Sosa y, por supuesto, mi hermano Alejandro Lerner”. ¿Será una especie de reencuentro con parte del ambiente musical argentino? "Piense que mi carrera importante la comencé en la Argentina, en el año 68, por lo cual mi corazón está arraigado allá. Así que me ayudan enormemente con su presencia".
Eso de "comienzo de carrera importante" quizá sea un cumplido para el público de este país. Porque lo cierto es que si bien pasó por el país con éxito y hasta participó en películas como Corazón contento , con Palito Ortega como compañero de elenco, la vida artística de Manzanero comenzó cuando era un adolescente y ya para fines de la década del 60 tenía varios hits en su haber, gracias a las voces de consagrados intérpretes.
En 1950 compuso su primera canción, "Nunca en el mundo". En 1957 ya trabajaba profesionalmente como pianista. Y después de abandonar Mérida, lugar donde nació, se trasladó a México DF para acompañar a intérpretes como Lucho Gatica, Pedro Vargas, Daniel Riolobos y José José. Por ese tiempo, Gatica grabó su tema "Voy a apagar la luz". Desde entonces, su música pasó por las gargantas más variadas (de Frank Sinatra y Tony Bennett a Elis Regina). En los noventa, Luis Miguel cantó sus temas, y ya en este siglo fue homenajeado por músicos del pop y el rock de habla hispana en un disco de duetos.
En el momento de grabar su CD más reciente, decidió convocar al trío instrumental costarricense Editus para que lo acompañara en algunos temas. Además, como el CD es doble, la segunda placa incluye las mismas piezas, pero sólo instrumentadas en piano y con comentarios de Manzanero acerca de las tonalidades de cada tema y directivas sobre cómo desea que se hagan los arreglos para la banda.
"Esto se llama «Es que». La primera vez lo voy a hacer nada más que con el puro piano", dice en la segunda pista del álbum. Seguramente, el título del CD tiene que ver con esa manera de mostrar la cocina de la grabación de las canciones. "Le confieso que la idea no fue mía, sino de la compañía Warner. De todos modos, eso que se escucha es lo que mandé al estudio para que se empezara a armar el disco."
"«Es que» está en Mi bemol, y cuando pasamos a Fa mayor entonces entra ya todo el grupo y si es posible hasta con un cierto aire de esas guitarras rockeras que todos los chavos tocan."
Manzanero es un hombre que el 7 de diciembre próximo cumplirá 71 años y que no quiere perder la sintonía con los músicos más jóvenes. Pudo darse por satisfecho cuando grandes voces difundieron sus canciones. Pero, al parecer, no fue así. Sus éxitos, en la década del 90 volvieron a escucharse a través de Luis Miguel. Y hace pocos días en los medios mexicanos se conoció una de sus declaraciones referidas a su intención de que Paulina Rubio siguiera eligiendo el repertorio del bolerista. "Sí, hombre [se ríe]. Porque la primera canción con la que ella arrancó fuerte es una que se llama «Tal vez, quizás». Por eso digo que, si ya grabó una canción mía, ¿por qué no sigue haciéndolo?
-También leí que El Cigala se interesó en su música.
-Acuérdese de que yo estoy abierto a todas las posibilidades de los grandes intérpretes que existen ahora. Piense que mi primer trabajo es el de compositor. Lo que más procuro es que me graben todos los artistas posibles.
-Pero habrá escuchado alguna interpretación que no le haya gustado tanto. ¿Qué elementos no deben faltar en las versiones?
-No, hombre: la mía es una canción muy fácil. Justamente por eso tiene mucha aceptación. Es fácil de digerir. En realidad, toda la gente que graba mis canciones posiblemente cambie el estilo, pero la esencia va a ser la misma.
-Ya que habla de músicas fáciles de digerir, la canción melódica algunas veces fue menospreciada. ¿Lo sintió en su carrera?
-Afortunadamente no tuve ese problema. Mire: cuando uno revisa las carreras de gente como Michael Bolton verá que hay música romántica de catálogo. También tiene a un Rod Stewart, que es un rockero que se mete con la música romántica. Siempre va a existir; es mundial. Lo que hace falta es que esté en constante movimiento y proyección en los nuevos ritmos.
-Se nota que las letras cambiaron; quizás haya palabras más explícitas .
-Cambia la manera de expresarse. Posiblemente, antes eran más envueltas, con más metáforas. Ahora son más directas, pero la esencia es la misma.
-En su repertorio se puede encontrar "Voy a apagar la luz", algo muy sugerido, y luego "Hagamos el amor a la distancia".
-Y fíjese en "Por supuesto que hicimos el amor", que me gusta mucho. ¿Por qué? Porque la gran mayoría de los hombres somos un poco absurdos al respecto. Pensamos que si tenemos una cita y no hay una relación íntima creemos que no pasó nada. Pero es todo lo contrario. Cuando uno tiene una linda cita con cosas profundas, eso es el acto de amor más completo que puede haber. Como dice la canción: "El sorbo de café que nos tomamos, ese rato que pasamos, sin parar de conversar, la rosa que compré y que a tu pelo yo prendí, el beso tan discreto que en la boca yo te di [ ], por supuesto que hicimos el amor y más que siempre, y mas que nunca". En cuanto al cambio en la manera de expresarse, el idioma cambia; las épocas, también. Estamos viviendo un tiempo un poco difícil, frívolo, en el que todos los días vemos agresiones en televisión. No como en el cine de antes. Ahora vemos matanzas de veras. Todo eso hace que los tiempos cambien. Los jóvenes y los niños tienen más información y, por si fuera poco, tienen Internet, que trae cosas positivas y otras negativas. A veces no están en edad de saber tanta porquería.
-¿Siente nostalgia de la época cuando era joven?
-Indudablemente siento que viví mejor. Hoy, un muchacho puede estar seis o siete horas sentado frente a una computadora. Ahí se pasa todo su tiempo. En mi época, yo vivía frente al mar, la montaña o en la vereda.