El último baile de Tom Petty
Se codeó con Bob Dylan, Bruce Springsteen, Roy Orbison, George Harrison, The Rolling Stones y dejó clásicos como “Breakdown" y "Mary Jane's Last Dance"; The Heartbreakers fue la banda que lo acompañó durante cuatro décadas
“Pienso que éste podría ser el último viaje alrededor del país... No quiero pasar mi vida en la ruta”. A fines del año pasado, Tom Petty anunciaba así lo que ahora certificamos fue su último tour, junto a esa banda brutal bautizada The Heartbreakers y con la excusa de celebrar 40 años en la música, contando desde la salida de su álbum debut, en 1976. Paradójicamente, un paro cardíaco detuvo su incansable marcha.
Una semana atrás, en el tramo final de la gira, Petty se había presentado en el Hollywood Bowl de Los Ángeles y por estos días se preparaba para un cierre a la altura de su trayectoria, en Nueva York. No habrá un último baile para Petty ni el sueño de retirarse para cuidar a su nieta. Fiel a su guitarra y su pasión rockera, Petty se despidió “on the road”, a los 66 años.
Este rubio de melena larga, ojos claros, mirada melancólica y sonrisa ladeada es una de las figuras más importantes y menos reconocidas del rock and roll norteamericano. Un alma sensible y oscura que se codeó con los más grandes: Bob Dylan, Bruce Springsteen, Roy Orbison, George Harrison, The Rolling Stones y Jeff Lynne pero que, con excepción de un breve período de la década del 90 y MTV mediante, no alcanzó la notoriedad merecida. En parte, por su firme decisión de resguardar bajo su propiedad su obra y mantenerse alejado de las reglas del mercado (a pesar de su trascendencia, casi no giró por Europa).
Petty nació en Florida, en 1950, y solía contar que a los 11 años decidió que la música iba a ser lo suyo luego de toparse con Elvis Presley, que había viajado a su ciudad para filmar una película. “En mi cerebro tengo una imagen fija: miles de personas, un largo cortejo de automóviles y Elvis en un espléndido Cadillac blanco”.
Sus primeros pasos profesionales los dio junto a una banda formada en 1970 y bautizada Mudcrutch (con quienes no llegaría a grabar un disco hasta 2008) y en 1975 armaría ya a The Heartbreakers, con quien un año más tarde editaría su primer álbum. Allí, canciones como “Rockin’ Around (With You)” y “American Girl” (primera y última de la placa, primera y última también de la lista de temas de la gira con la que se despidió la semana pasada) y un clásico de su repertorio como “Breakdown”, se ofrecieron como las primeras señales de advertencia.
“Yo quería algo que estuviera entre los Beatles y los Stones, aunque de una manera más orgánica como los Beatles. Aunque siempre pensé que Jagger era un gran líder para una banda, porque los Stones siempre tuvieron un buen show”, confesó acerca de sus inicios, durante una de sus entrevistas con la revista Rolling Stone.
Luego llegarían You’re Gonna Get It! (1978) y Damn the Torpedoes (1979), el primer álbum realmente exitoso del grupo, con temas como “Don’t Do Me Like That”, “Here Comes My Girl” y “Refugee”.
Los discos y las giras se sucederían con mayor y menor éxito, hasta que a mediados de la década del 80, Petty contó con dos invitaciones que llevarían su rostro y su música aún más allá: en 1985, Bob Geldof lo convocó a participar del festival Live Aid! y, un año después, Bob Dylan se llevó a los Heartbreakers de gira en su True Confessions Tour, con Petty como una suerte de “director musical”.
Las cosas ya no serían las mismas después de aquello. En 1988, el guitarrista se sumaría a una agrupación originalmente pensada por George Harrison para rescatar la carrera de un viejo ídolo suyo, Roy Orbison, y que incluía en su formación además de a Orbison, a Dylan y a Jeff Lyne: Traveling Wilburys.
Junto a esta superbanda Petty grabó dos discos, Volumen 1 y Volumen 3, editados en 1988 y 1990 respectivamente, aunque en el último sin la participación de Orbison, quien falleció pocos meses después de la aparición del álbum debut de los Wilburys. Entre disco y disco, confirmando el alto nivel creativo por el que pasaba Petty, el músico grabó su primer álbum como solista: Full Moon Fever (1989), apoyado por su compañero de toda la vida, Mike Campbell, y su nuevo mejor amigo, Jeff Lynne (allí se encuentra otra de sus canciones perfectas: “Free Falling").
Siempre crítico con la industria de la música, Petty se peleó durante años con las discográficas por mantener su obra alejada de las presiones y de las estrategias marketineras. A pesar de ello, en 1993, mientras preparaba su segundo álbum solista, cede a grabar un tema nuevo para acompañar el lanzamiento de un grandes éxitos de The Heartbreakers: “Mary Jane’s Last Dance”. Un año después, el clip del tema, protagonizado por Kim Basinger, se alzaría con el rubro mejor video en los MTV Awards y el lánguido rostro de Petty cruzaría fronteras aquí, allá y en todas partes.
En 1996, vuelve a ponerse al servicio de otra estrella de la música norteamericana y junto a los Heartbreakers se convierte en la banda de apoyo de nada más y nada menos que Johnny Cash, para su álbum Unchained.
En los últimos diecisiete años grabó con los Heartbreakers apenas tres discos (The Last DJ, de 2002; Mojo, de 2010; Hypnotic Eye, de 2014) y honró a su primera banda Mudcrutch, editando dos discos con su nombre, en 2008 y 2016. El año pasado anunció su gira celebratoria por los 40 años en la música, con más de 50 shows en los Estados Unidos y apenas una en Europa, en el Hyde Park londinense.
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