El triángulo amoroso que dio origen a "Every Breath You Take", el gran hit de Sting sobre el amor posesivo
Es una de las canciones más populares del mundo y la más famosa firmada por el prolífico Sting pero también una de las menos entendidas, ya que muchos creen que se trata de una oda romántica cuando según su autor esconde un mensaje "siniestro". Lo que pocos saben es que "Every Breath You Take" nació de su romance prohibido y polémico con la mejor amiga de su esposa, y que hoy sigue generando fascinación y millonarias regalías.
A comienzos de la década del 80, Gordon Sumner, conocido por todos como Sting, había dejado atrás su vida como chofer de colectivos y empleado en una oficina pública para triunfar con The Police, un trío nacido en 1977 que rápidamente logró sintonizar con el gusto popular no sólo en Inglaterra, sino también en los Estados Unidos. El suceso de la banda se basaba en sus buenas canciones pero también en que el cantante era un verdadero sex symbol. La crítica musical de su país, de hecho, solía burlarse de que había tomado como hábito quitarse la remera en sus shows y que parecía más atento a sus looks en el escenario que a su performance.
Pero este gran momento profesional no se correspondía con lo que sucedía en su vida personal. Sting estaba casado con la actriz Frances Tomelty, a quien había conocido en una pequeña obra teatral de 1974, Rock Nativity, en donde ella interpretaba a la Virgen María y él tocaba la guitarra. El flechazo fue inmediato y el romance terminó en el altar y con dos hijos, Joseph y Kate. Para Inglaterra, se trataba de un matrimonio perfecto y destinado a las páginas de las revistas, siendo ella una actriz reconocida por sus trabajos en televisión y él uno de los músicos más populares.
Sabías qué...? Sting se ha casado en 2 ocasiones. Con la actriz Frances Tomelty el 1/5/1976. Tuvieron 2 hijos. 1/2 pic.twitter.com/7RpPp004Jq&— Todo sobre Sting (@Todosobresting) 26 de marzo de 2016
La imagen de pareja ideal estalló por los aires cuando se conocieron fotos de Sting con otra mujer. Pero no era una simple infidelidad: el músico estaba a los besos con Trudie Styler, quien vivía en la casa de al lado de su hogar familiar en el barrio Bayswater, en el oeste de Londres. Y no sólo era su vecina, sino también era la mejor amiga de su esposa.
Con estos condimentos, el escándalo fue mayúsculo y durante varios meses fue el centro de atención de los tabloides ingleses y la prensa de todo el mundo. En medio de esta tormenta, Sting se exilió en 1982 en el Caribe, en donde escribió varias canciones, incluyendo "Every breath... ". Hay una mezcla de luz y de oscuridad en la composición que sin dudas habla del momento en que yo estaba", confesaría el cantante y compositor años después, revelando la tensión entre un excelente momento profesional y un pésimo vínculo personal.
"Una noche me desperté sobresaltado con un verso en mi cabeza, corrí al piano y escribí todo en media hora. La melodía, hay que reconocerlo, es bastante genérica y similar a cientos de otras pero creo que lo interesante son las palabras, los versos. Suena como una canción reconfortante de amor pero es terriblemente siniestra. No me di cuenta de eso de inmediato sino más tarde. Supongo que mi cabeza estaba pensando en Gran Hermano, la vigilancia y el control…", aseguró en el libro de Dylan Jones The Eighties: One day, one decade.
Una primera versión del tema fue grabada a solas por Sting en los estudios Utopia, en Londres, con él haciendo también los teclados. Meses más tarde se lo presentó a sus compañeros en las sesiones previas a grabar Synchronicity, el disco de The Police de 1983, y a Andy Summers se le ocurrió sumarle el riff de guitarra que selló definitivamente su destino de hit.
"Nos costó mucho esta canción porque lo que había escrito Sting era muy bueno pero no tenía guitarra. El demo que nos mostró era con un órgano que hacía que se pareciera a una canción de Billy Preston y no a The Police. Habremos tardado unas seis semanas en encontrarle la vuelta, probando secuencias, beats y bajos. Era una melodía sencilla y clásica pero no nos poníamos de acuerdo en cómo hacerla. A la hora de la guitarra, Sting me dijo "entrá a grabar y volvelo algo tuyo" y ahí surgió el riff", recordó Summers.
En cuanto a la cadencia, la banda confirma que se buscó reproducir cierta sensación de asfixia con un Stewart Copeland lejos del ritmo que solía demostrar con su batería en otros temas. Para el líder de The Police: "La gente suele malinterpretar el tema como una pequeña y bella canción de amor, sin entender de qué habla realmente. Una vez una pareja me paró en la calle para decirme que habían elegido "Every Breath..." para entrar a la Iglesia en su boda... '¡Buena suerte con eso!' , les respondí"
El tema fue un éxito inmediato en las radios de todo el mundo y terminó de consolidar a The Police como un nombre relevante a nivel global. No sólo se convirtió en uno de los temas más escuchados de 1983, sino que estuvo primero en el ranking estadounidense Billboard por ocho semanas y al año siguiente le valió dos premios Grammy como Canción del año y Mejor performance vocal de un grupo o dúo. Hoy la revista Rolling Stone lo considera como una de las 500 mejores canciones de amor de todos los tiempos y número 25 en la lista de mejores canciones de la historia.
Pero su relación romántica entre Tomelty y Styler no era el único triángulo afectivo complicado en la vida de Sting: The Police mismo estaba en crisis y con cientos de internas. Se trataba de un trío de artistas con fuerte personalidad que crecía con cada nuevo lanzamiento pero cuya presencia pública estaba dominada por su líder. Para Copeland y Summers, lo que se vivía era injusto con ellos, mientras que Sting creía que sus compañeros eran un lastre.
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"Every breath..." (que en Argentina se conoció como "Cada vez que respiras") fue el primer corte de difusión de Synchronicity, el disco que terminaría siendo el último de The Police. Sobre el final, Copeland y Sting ya no se hablaban ni casi podían verse: las canciones se terminaban en el estudio sin que ellos se cruzaran. El baterista confesó que grababa de mañana sus partes en el estudio y que Sting llegaba por la tarde, borraba todo y dejaba anotaciones de cómo querían que fuesen hechas, en un círculo vicioso y destructivo. Esto no impidió que la placa fuese un éxito, con ocho millones de copias vendidas sólo en los Estados Unidos.
Un poco atormentado por el mensaje negativo del tema, que él sintió que nunca fue bien recepcionado por el público, en su primer trabajo solista tras la ruptura de The Police escribió una suerte de contracara, "If You Love Somebody Set Them Free", un "antídoto" contra la posesión.
Quizá ésa haya sido la fórmula del amor verdadero, ya que tres décadas más tarde, el músico sigue casado con Trudie Styler y forman una de las parejas más estables del mundo del espectáculo.
En 1997, "Every breath..." tuvo un revival cuando Puff Daddy y Faith Evans llevaron al número uno de los temas más escuchados del mundo "I'll Be Missing You", el tema en memoria del rapero Notorious B.I.G.. En ese momento, Daddy -quien además de cantar produjo y compuso la canción- reconoció que para poder hacerlo tuvo que cederle todas las regalías a Sting. No es un detalle menor: se calcula que el tema representa entre un cuarto y un tercio del total de los ingresos anuales del músico.
Una situación similar se vivió días atrás cuando se hizo público que el músico de trap Juice WRLD debió darle el 85% de los derechos de su éxito "Lucid Dreams" al cantante, porque usó una estrofa de su tema "Shape of my Heart". "Perdí millones de dólares pero gané millones de personas a los que el tema los impactó de una forma positiva", tuiteó Juice luego de que el mismo Sting elogiara esa versión como "una hermosa interpretación" pero bromeara que con esas regalías podría pagar la educación universitaria de sus nietos.
Tres décadas más tarde, "Every breath..." no deja de recibir otras interpretaciones. El sociólogo estadounidense Gary T. Marx, profesor emérito del MIT, analizó el tema bajo el prisma de la vigilancia de los poderes estatales en su libro Undercover: Police Surveillance in America. Allí señala distintas tecnologías que podrían aplicarse a versos de la canción y a la idea de que un Estado esté vigilando a sus habitantes "con cada aliento, cada movimiento y cada paso" que tome. Sin dudas, una canción que se convirtió en un clásico y que aún sigue provocando a oyentes de todo el mundo.
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