El rock argentino celebrará en 2017 medio siglo de vida a puro festival
Daniel Ripoll, creador del pionero B.A. Rock, que vuelve después de más de tres décadas, y José Palazzo, productor de Cosquín Rock, apuestan por reinventar el formato en un año clave
Apoyar al rock argentino. Reconquistar América latina. Celebrar 50 años de identidad musical. Reunir a dos generaciones de rockeros. Respetar el pasado, festejar el presente y validar el futuro del rock nacional. No se trata de las bases de un acuerdo programático de ningún tipo, sino de los puntos de coincidencia que, según sus productores, tendrán las ediciones 2017 de los festivales Cosquín Rock (que tendrá su decimoséptimo encuentro consecutivo) y B.A. Rock (que volverá a organizarse después de 35 años).
"El Cosquín en Córdoba y el B.A. Rock en Buenos Aires forman el arco iris perfecto para la Argentina. Ellos hoy tienen la continuidad y el volumen de convocatoria, y nosotros somos los pioneros y representamos la estética y los valores del rock argentino. Creo que somos la conjunción perfecta para defender la música nacional", sostiene con épica Daniel Ripoll, el hombre que en 1970 organizó la primera edición de B.A. Rock y plantó así la semilla del rock festivalero en el país.
"La vuelta de B.A. Rock, como la continuidad de otros encuentros rockeros, consolidan a los festivales como algo genuino", adhiere José Palazzo, el cordobés que desde 2000 se pone al hombro el festival más grande del país que, a partir del año próximo, será de exportación: en febrero se realizará en México y en septiembre en Perú. Para 2018 planean abrir otras dos plazas en América latina.
"Queremos armar una ruta latinoamericana de festivales para que las bandas locales tengan la estructura y se les haga más fácil llegar a esos lugares. Porque una de las cosas que me impulsó a hacerlo es el gran respeto por todo el rock argentino que hay en América latina y, al mismo tiempo, la falta de presupuesto de las discográficas para llevar a las bandas a esos lugares. Eso generó un bache desde la época de Soda Stereo, Miguel Mateos, Charly García, Fito Páez y Los Fabulosos Cadillacs, grupos que habitualmente tocaban en todo el continente. A lo mejor, a través de Cosquín podemos ir por una revancha y volver a conquistar América latina."
Volver a los orígenes
En mayo de 2017 se cumplirán 50 años de la salida de "La balsa", el primer hito discográfico del rock de acá. Y la efeméride será parte central de ambos festivales. Mientras que el Cosquín tendrá un escenario dedicado a esta celebración, con las actuaciones de Javier Martínez (Manal), Ricardo Soulé (Vox Dei), Fito Páez, David Lebón y Los Twist, entre otros, el B.A. Rock aprovechará para lanzar un número conmemorativo de la Pelo (la revista especializada que dejó de circular a fines de los años 90 y que también dirigía Ripoll) y un concierto especial que replicará al legendario Acusticazo de 1972. "B.A. Rock en su momento fue un festival de vanguardia y queremos que ahora también lo sea. Pero el tema es que en los 70 el rock no tenía pasado y ahora sí lo tiene. Nosotros vamos a respetar ese pasado y queremos que las nuevas generaciones vengan a ver a nuestro Robert Plant o a nuestro Black Sabbath. No hay que dejar olvidados a músicos como Emilio del Guercio, Ricardo Soulé o Raúl Porchetto."
Palazzo cuenta que después de diecisiete ediciones del Cosquín se sintió un poco culpable cuando llamó a varios rockeros de la primera época para invitarlos el próximo año y algunos de ellos le contestaron que pensaban que nunca los iban a invitar al festival. "Por eso ahora estamos muy contentos con la grilla que se armó, que además de ese escenario dedicado específicamente a los 50 años del rock, incluye a muchos otros clásicos de la historia del género: están Skay y Zeta Bosio en representación de los Redondos y Soda, están los Cadillacs, Los Pericos repasarán sus 30 años de carrera durante las tres jornadas, con un show diferente cada día; sumamos los regresos de Los Violadores y Los Guarros, vuelve Attaque 77, hay un homenaje a Ratones Paranoicos hecho por bandas jóvenes. Hay no sólo un guiño a los orígenes del Cosquín, sino también una fuerza muy intensa de íconos."
-¿Por qué creen que hoy el formato festival es tan exitoso?
Palazzo: -Yo voy a ver festivales alrededor del mundo desde hace diez años no sólo porque me gusta, sino también para aprender e incorporar cosas al Cosquín. Glastonbury, Benicasim, Rock por la Vida en Guadalajara, Rock al Parque, Vive Latino, el Lollapalooza, el Wacken en Alemania, el Roskilde... Y todos tienen un denominador común: el festival es una experiencia, excede lo musical y a las bandas que tocan. Es un recorrido por una variedad musical, pero también por otras experiencias y la gente está empezando a descubrir eso acá también. No sólo escuchar una banda, sino también ver instalaciones, comer, disfrutar de un stand up. Todo eso es valor agregado.
Ripoll: -Además, los festivales son hoy la única forma que tienen los músicos y las compañías que los producen de encontrarse con el dinero, porque desapareció el soporte, los discos ya no se venden como antes. La gente no escucha tanta música en la radio ni en la televisión, sino que lo hace a través de un despliegue de pantallas y soportes tecnológicos que da el consumo, y lo único que queda es el vivo. Los shows son la comprobación y el encuentro con tu artista, y el soporte del artista para vivir y tener una recompensa. Por otro lado, estos encuentros se podría decir que son como las fiestas milenarias y paganas, existen desde los años inmemoriales. Los encuentros celebratorios nunca se fueron y los festivales hoy también cumplen ese rol.
No logo
Según sus creadores, tanto B.A. Rock como Cosquín Rock sobresalen del resto por su independencia y la valoración de lo musical por sobre las marcas. "Lo primero que nos planteamos fue respetar los valores originales de B.A. Rock, si volvíamos teníamos que hacerlo sin transar. Estamos en un mundo material, pero no por eso tenemos que ir en contra del espíritu del festival. No queremos ser cooptados ni transformar al público en clientes, que es lo que pasó en los últimos años en Buenos Aires con los festivales, donde lo más importante es la marca y no la música, y el público está obligado a consumir. Quedan muy pocos festivales en el mundo con estas características, todos fueron copados por los branding, pero nosotros vamos a resistir. Vamos a luchar por la defensa de la soberanía nacional en la música", se compromete Ripoll.
Por su parte, Palazzo adhiere: "El problema con las marcas es que hoy tienen festivales de rock, pero en dos años cambia la tendencia y deciden poner el dinero en la Fórmula Uno. Entonces, ser el festival de una marca tiene ese riesgo. Por suerte Cosquín y B.A. Rock, así como algunos otros como el de Baradero (ver aparte), son de verdad".
-Para ustedes, ¿por dónde pasa el mayor desafío?
Ripoll: -Hacer algo diferente. Y lo vamos a hacer desde el punto de vista de la celebración y el encuentro de los valores del rock nacional. Es una épica, una leyenda, una lucha, vas a escuchar música por algo y cada uno que vaya tiene que encontrar el sentido de por qué está ahí. Queremos que tenga sentido que te hayas reunido con tu generación y también con la de tus padres, para encontrar el hilo de la cultura de nuestro país.
Palazzo: -Renovarse año tras año y lograr que el público siga apostando por vos. Porque el público argentino así como dicen que es el mejor del mundo, también es muy exigente. Existe en los chicos un sentido de pertenencia tal que te hacen sentir como una suerte de director técnico, que tiene que tomar decisiones y elegir correctamente quiénes quedan adentro y quiénes quedan afuera. Creo que eso lo fuimos logrando con el tiempo y hoy, más allá de que están muchos de los artistas que suelen pasar por el festival, somos una experiencia musical que se renueva constantemente. Por eso desde el año que viene nos vamos a enfocar también en consolidar ese camino latinoamericano de festivales. Ese sin dudas va a ser nuestro próximo gran desafío.
Estilos y estéticas para todos los gustos
El año próximo muy probablemente haya un nuevo récord de festivales rockeros en el país. El regreso de B.A. Rock también estará acompañado por otra vuelta con historia en la materia: el festival de La Falda. Además, mientras algunos encuentros que se realizaron este año buscan continuidad (tanto el Bue como el Music Wins aún no confirmaron nuevas ediciones, pero ambos intentarán estar en la grilla de 2017), toda una variedad de estilos y estéticas festivaleras ya aseguraron su presencia: Baradero Rock, Lollapalooza, Maximus Festival, Personal Fest y sus ediciones provinciales, Geiser y Ciudad Emergente, entre otros, serán parte de la festivalitis rockera.
Un encuentro pionero
5 ediciones
El primer B.A. Rock fue en 1970. Luego se realizó los dos años siguientes y la cuarta edición, una década después, en 1982. En octubre de 2017, en el Malvinas Argentinas, llegará finalmente el quinto encuentro.
De película
El tercer B.A. Rock fue filmado y luego editado como película: Rock hasta que se ponga el sol es considerado como la prehistoria del videoclip en el país.
De córdoba para el país
17 ediciones
El 25, 26 y 27 de febrero próximo, en el aeródromo Santa María de Punilla se realizará el decimoséptimo encuentro consecutivo de este festival con espíritu nacional que tuvo tres sedes: La primera fue en la Plaza Próspero Molina, en Cosquín, y la segunda en la comuna de San Roque.
De película
Para celebrar sus 15 años, se filmó Cosquín Rock, el rockumental.
LA FALDA ROCK, EL OTRO REGRESO. El 14 y el 15 de abril, en Semana Santa, retornará este otro histórico encuentro cordobés. No Te Va Gustar es una de las primeras bandas confirmadas en la grilla del festival.
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