"Hasta en las pruebas de sonido le gustaba estar perfecta", dice la fotógrafa estadounidense Roberta Bayley sobre Debbie Harry analizando una de las tantas fotos que le sacó a Blondie en el CBGB. La captura, tomada horas antes de un show en el mítico antro del Lower East Side de Manhattan, forma parte de la muestra "RAMONES & CBGB - Del Caos a la Cultura" que se inauguró el pasado viernes en el Centro Cultural Borges y que podrá verse hasta el 30 de este mes. "Además", suma Bayley. "Debbie siempre tenía las mejores remeras."
Tanto Blondie como Ramones son el eje central de un amplio recorrido fotográfico que revive el nacimiento del punk-rock, movimiento que tuvo su base en el club de la calle Bowery 315, ubicado en lo que en ese momento era unos de los barrios más baratos de Nueva York y un territorio frecuentado por artistas, yonkis y reos. Bayley, que nació en California y en 1974 se instaló en el bajo Manhattan después de haber vivido en Londres –donde trabajó para Malcolm McLaren y Vivienne Westwood-, se convirtió poco tiempo después en la encargada de cortar los tickets del CBGB. Desde ese lugar de privilegio, comenzó a retratar con su cámara comprada en una mesa de saldos lo que empezaba a emerger como una nueva pero aún reducida escena, que también integraban bandas como The Dictators, Suicide, Television y Talking Heads.
"La primera vez que vi a Ramones tocaron 14 minutos y fue fantástico, ¡la tierra se hizo añicos!", recuerda Bayley sobre su primer contacto con la banda que la terminaría convirtiendo en una celebridad de la fotografía, gracias a algunas imágenes que el tiempo convertiría en icónicas, como la austera pero sintética tapa del primer disco de Ramones, tomada a pocos metros del CBGB a pedido de la revista Punk, o aquella que muestra a Joey Ramone con una tabla de surf en las inhóspitas playas de Coney Island (que, según Bayley, acomplejaba al cantante por la delgadez de sus piernas). Otras de Sex Pistols, Billy Idol y Joe Strummer, se suman a este registro fundamental de lo que significó el comienzo de una nueva era para la música del siglo XX.
"He conocido a muchos fanáticos sudamericanos de Ramones", apunta, aludiendo al peso de su registro en un país devoto de la banda neoyorkina. El día de la inauguración de "RAMONES & CBGB - Del Caos a la Cultura", una gran cantidad de fanáticos y músicos –estuvieron, entre otros, el Zorrito Von Quintiero, Ricardo Tapia de La Mississippi y la baterista Andrea Álvarez- recorría la amplia sala del Centro Cultural Borges disfrutando de su trabajo. "Así que estar acá para mí es increíble."
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