El mestizaje musical y humano
El guitarrista presentará hoy y mañana "Expreso de agua santa", su nuevo CD
Se tendería a creer que se sabe todo, o casi, acerca de Edelmiro Molinari; que fue, por empezar, padre fundador del rock hecho en estos pagos, con el gran blasón en su escudo de armas de haber sido el guitarrista de Almendra. Luego, con Color Humano, el grupo que armó apenas separado aquél, se convirtió en influencia para muchos de los músicos actuales. A mediados de los setenta partió y durante muchos años vivió fuera del país: 23 de ellos en los Estados Unidos y casi cuatro, en Chile. Ahora, de regreso hace ya tres años, el guitarrista estrena disco.
De eso, hablará en una larga charla con LA NACION, pero también encontrará lugar para sorprender con datos nuevos, recuerdos y sobre todo por la actitud de renovación constante y de amor por la música que trasunta a cada minuto.
Hablará, por ejemplo, de sus antepasados, en un árbol genealógico que pasa por Francia y Urquiza, pero también por la conexión africana; de unos meses de vida en Hawaii; del reciente encuentro de sus tres hijos, primera vez que logran reunirse ya que viven en distintos países; de la Difunta Correa y de sus antiguos compañeros. Y, claro, de recuerdos antiguos y su mirada del rock de hoy con aquellas experiencias como horizonte.
Es que el pasado y el presente se reúnen en su mirada. Así como en "Expreso de agua santa", el disco que presentará hoy y mañana, que trae tanto temas nuevos como relecturas de aquellos clásicos suyos que ha estado tocando en vivo con el trío que completan Daniel Maza Correa, en bajo y voz, y Sebastián Peyceré en batería.
Edelmiro habla del disco como del primero del "Expreso de agua santa". El título del álbum, entonces, se confunde con el nombre del colectivo. "Siempre encuentro nombres que abrigan mis experiencias con otros músicos. Color Humano, por ejemplo, era canción, pero me gustó porque tenía un vuelo especial para que sirviera como nombre de ese tiempo. Y, en este caso, «Expreso...» es este primer disco, pero quizá pueda transformarse en el nombre de este viaje musical", cuenta.
Las canciones conocidas, de todas maneras, están reformuladas. A "Mestizo", por ejemplo, le agregó nuevas partes, en una suerte de canto a la unificación latinoamericana. "Es que no somos pura sangre, gracias a Dios", dice, y el comentario da pie para que cuente la historia de sus antepasados que, por vía materna, llegaron de Francia, convocados por Urquiza en el siglo XIX; allí llegó su bisabuelo con su mujer. "Por el lado de los Molinari en cambio hay algo africano; mi abuelo tenía pelo crespo y algo de mulato. Yo soy Edelmiro Molinari III y mi hijo es Edelmiro Molinari IV", recuerda.
Pero también hay temas nuevos, como "Teta de amor", inspirado en la leyenda de la Difunta Correa. Esto, como todo en la charla con Molinari, lleva de un tema a otro. "Esa canción se terminó de armar cuando volví a Buenos Aires, en 2003, desde Chile. Yo llevaba casi la mitad de mi vida viviendo afuera y la decisión de regresar en auto fue ideal. Veníamos con mi familia, mi guitarra, mi equipo Fender y mi perro rottwailer, lo esencial. El resto iba en un camión, que tenía que hacer un trasbordo en Mendoza que se atrasó doce horas porque se habían ido a visitar el santuario de la Difunta Correa en San Juan. Y qué les iba a decir, ante semejante comentario". Allí el tema se redondeó.
Volver, dice, fue una decisión correcta. Aunque tenga que pelear la vida del músico argentino con pros y contras, como que su disco sea una producción tan independiente que quien tenga interés deba pedirlo por mail (edelmiromolinaritrio@yahoo.com.ar).
Pero las ventajas ganan la partida. "Mi experiencia afuera fue muy linda, tuve muy buen entendimiento con la gente y pasé un tiempo en Hawaii, uno de mis viajes más profundos a nivel espiritual. Pero tenía ganas de estar en mi tierra. Me cansé de enterarme de las cosas a través de los medios o de la gente."
El reencuentro incluyó muchos amigos de siempre que participaron en el disco como Emilio Del Guercio (que también hizo el dibujo de tapa), Rodolfo García, León Gieco y Willy Quiroga, entre otros. Y los nuevos, "gente que yo no sabía y admiraba mi música como Babasónicos o Carca".
¿El rock de aquí y ahora? "En primer lugar es muy abundante -dice-. Obviamente los tiempos han cambiado. Nosotros fuimos teenagers en la década del sesenta, un tiempo muy especial en la música porque fue cuando se impuso la idea de grupo, en lugar de solistas. Ahora creo que se perdió un poco eso, salvo casos como La Renga, Babasónicos o Los Tipitos, entre los que yo conozco, que conservan ese espíritu de entonces. La MTV cambió el juego y ahora todas son fórmulas para vender discos, en poco tiempo.
Eso, el tiempo, despega otros recuerdos. Como el haber esperado, con Almendra ya conformado, "aunque no sé si ya teníamos el nombre", a que Rodolfo García cumpliera sus 9 meses de servicio militar. "¿Y las guitarras? -agrega-, se las habíamos encargado a don Sergio Repiso, un luthier, que tardó dos años en hacerlas. Con Luis Alberto íbamos cada tanto a ver el proceso. Fue con la que grabé el disco de Almendra. Y todavía la tengo".
Para agendar
- Edelmiro Molinari . Presenta con su trío el CD “Expreso de agua santa”.
El Condado Niceto Vega 5556. Hoy y mañana, a las 21. Entradas: 20 y 35 pesos.
lanacionarTemas
Más leídas de Espectáculos
Una temporada fugaz. El reality de parejas conducido por Alejandro Fantino finalizó sin cubrir las expectativas de público
De no creer. El increíble cambio de Emma Vich a cuatro meses de la final de Gran Hermano
Qué ver en Netflix. Las mejores series y películas para maratonear este fin de semana largo