Antes del crimen, Big Floyd fue un rapero de la influyente Screwed Up Click de Texas. En esta nota, amigos y pares de George Floyd reconstruyen su legado musical
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Las palabras del rapero de Houston Cal Wayne salen rápido, tropezándose entre sí. “No te voy a mentir, es devastador”, dice. “Para mí era un ídolo”.
Después Cal describe la mañana que recibió un texto de un amigo que le cambió la vida, sobre un acontecimiento que haría que millones de estadounidenses salieran a la calle a protestar. "Ese es tu amigo", decía el mensaje. Incluía un video. Antes de poder terminar el video, la novia de Cal entró en la casa y le dio una noticia que él no podía creer que fuera cierta. Le pidió que terminara de ver el video, que él inicialmente había creído que era solo de un arresto. "Lo miré", dice Cal. "No me había dado cuenta de que habían matado a mi amigo".
Cal conocía a George Floyd de toda la vida; George era quien siempre había creído en él como rapero. “Él era mi vecino”, dice. “De hecho, yo viví con él tres años. Cuando era joven, mi mamá fue a la cárcel. Su madre nos adoptó, nos quedamos con ella”.
El 25 de mayo, George Floyd fue arrestado por cuatro policías de Minneapolis afuera de una tienda Cup Foods, luego de que un empleado dijera que él había tratado de usar un billete de 20 dólares falso para comprar cigarrillos. Durante más de ocho minutos, el oficial Derek Chauvin sujetó el cuello de Floyd contra el suelo con su rodilla, mientras tres otros oficiales –Thomas Lane, Tou Thao y J. Alexander Kueng– lo observaban. “No puedo respirar, man”, rogaba Floyd, llorando y pidiendo por su madre antes de quedar inconsciente. “Por favor”. Floyd murió; según un investigador independiente contratado por su familia, la causa fue “asfixia producida por una presión sostenida”. Tenía 46 años.
"[George] no tenía ningún grado de agresividad", dice Cal. "Jamás lastimaría a nadie".
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La noche antes de que los manifestantes marchen hacia el Ayuntamiento de Houston, dos de los organizadores del evento, Bun B y Trae tha Truth, suenan descarnados. Si bien Floyd fue asesinado en Minneapolis –se había mudado ahí en busca de una mejor vida en 2014–, se había criado en el Third Ward de Houston. Y como raperos y padres de Texas, tanto Bun como Trae fueron testigos del profundo efecto personal que tuvo el fallecimiento de Floyd en la gente.
"Este viernes fue el primer día en que mi hijo entendió que, como padre de hijos negros, a sus hijos les puede pasar cualquier cosa tan solo por ser negros", dice Bun B. "Me largué a llorar por él, por su descubrimiento".
Trae se enteró de la muerte de Floyd cuando estaba junto a su hija en el living de su casa. Cuando lo llamó un amigo preguntándole si conocía al hombre del video, que al poco tiempo sería viral, Trae tuvo que contenerse. "Me quedé perdido. Cuando lo vi, quedé bloqueado", agrega Trae. "Después llamé a Cal Wayne. Él siempre estaba con George, antes de que se fuera para Minnesota. Y cuando lo llamé, estaba llorando. Era mucho, de repente".
Desde hacía diez años, Trae organizaba eventos comunitarios con su pareja, Tiffany Cofield, y Floyd siempre estaba ahí. "George llevaba a Tiffany en el auto", dice Trae. "Iban en auto a buscar cosas para los eventos en los que yo me metía, me ayudaban mucho. Yo ayudaba en eventos ofreciendo comida y otras cosas. Y él siempre estaba ahí".
"Él creía en la gente, tanto que parecía creer más en los demás que en sí mismo", agrega Trae.
A principios de los 2010, cuando la música de Trae estaba prohibida en las radios debido a un tiroteo ocurrido en un evento organizado por él, Floyd lo apoyó, mientras muchos otros artistas huyeron de él. En un video posteado en el Instagram de Trae, un joven Floyd –con una gorra para atrás– defiende a su amigo y, por extensión, a su comunidad. "Se trata de unirnos, man", le implora a su ciudad. "Porque Dios es bueno".
"Me prohibieron en la radio en todo el mundo", dice Trae. "Este año se cumplen 11 años. En un momento, mucha gente me abandonó. No me querían hablar. No querían tener ninguna afiliación, porque yo estaba en la mala, rechazado. Y él, de la nada, salió a protestar, a hacer videos diciendo todo lo que había hecho Trae por la comunidad; cómo todos trataban de pararlo, y lo mal que estaba eso. El siempre decía lo que estaba bien, incluso si los chicos del barrio están haciendo algo que no está bueno. Cuando había asesinatos en la ciudad, él siempre hablaba, y decía: ‘Este no es el camino’".
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Para aquellos que se criaron en Houston, George, también conocido como Big Floyd, era parte de una escena local importantísima, muy influyente para el hip-hop moderno. Era miembro de la Screwed Up Click, y la voz de Floyd aparece en mixtapes clásicos dirigidos por el legendario DJ Screw. Como inventor del estilo "chopped and screwed" –una técnica de ralentizamiento del sonido de un disco hasta que las voces y la producción suenan densos como un jarabe– el DJ, fallecido en 2000, creó una huella sonora que impactó incluso sobre los temas de los rankings de hoy en día. "[DJ Screw] era un innovador", le dijo Russell Washington, presidente de Bigtyme Records, al New York Times en 2000. "¿Quién hubiera dicho que alguien podía aparecer, reducir la velocidad de la música, ponerle algunos artistas locales de los que nadie había escuchado nada, y vender 300.000 discos?".
"Esto lo vincula automáticamente con un legado legendario", dice Bun B acerca de la relación de Big Floyd con la Screwed Up Click. "Tener ese nivel de cercanía con DJ Screw hace que tengas cierto estatuto en la ciudad de Houston, que te respeten mucho".
A fines de los noventa, el rap de Houston tenía su propia estética y órbita cultural. La división entre los que rapeaban full time y los que lo hacían como hobby era bastante fluida. La prolífica producción de mixtapes de DJ Screw inspiró a mucha gente a rapear como pasatiempo, entre ellos a Floyd. Era una época anterior a los CD, los downloads de MP3, y las redes sociales, lo cual hizo que la memoria de estos talentos fundacionales fuera "una tradición vocal que pasa de una persona a otra", según Paul Wall.
"[Big Floyd] rapeaba, pero también escuchás otros raperos mencionarlo. Big Pokey dice algo sobre Big Floyd. Lil’ Keke dice algo sobre Big Floyd. Mike D dice algo sobre Big Floyd", empieza Wall. "El mixtape [Chapter 007:] Ballin’ In Da Mall es uno de los mejores, es como una leyenda. Supuestamente trabajaba en el Foot Locker, con otra gente. Y era un cumpleaños suyo. Creo que era el cumpleaños de Big Floyd, lo fueron a ver y le preguntaron: ‘¿Qué querés para tu cumpleaños?’. ‘Quiero hacer un mixtape de Screw’, dijo. ‘Bueno, en mi cumpleaños vamos’. Mucha gente hacía eso. Si era tu cumpleaños, ibas y hacías un mixtape de Screw".
En la primera mitad de los 2000, Paul Wall, junto con el resto de Swishahouse (Mike Jones, Chamillionaire, Slim Thug), cumplieron con la promesa comercial que la generación anterior de Screwed Up Click no había podido. Wall es un rapero blanco, y no solo es extremadamente respetuoso de la memoria de los raperos de las mixtapes de Screw, sino además de la cultura de Houston que lo aceptó. "No importa donde me haya criado. No importa cuánta plata done a causas comunitarias. No importa a cuántas protestas vaya. No importa cuántas canciones haga transmitiendo optimismo o un mensaje. No importa cuánto tiempo pase con la comunidad. No importa que mi esposa sea negra", dice Wall. "Si sos una persona blanca en Estados Unidos, representás haberte beneficiado de la esclavitud sobre la que se construyó este país".
Bun B y Trae tha Truth viajaron a Minneapolis a protestar por Floyd, y por todos los otros estadounidenses negros asesinados por la policía; días después, empezaron a prestarle atención a su lugar de nacimiento. Aunque Bun B no conoció personalmente a Floyd, conocía a alguien que sí. Stephen Jackson, el ex jugador de la NBA, es amigo de toda la vida de Bun B, y decía que Floyd era su "gemelo". "Imaginate un tipo que se crió en un lugar donde la probabilidad ya está en tu contra", dijo Jackson en una conferencia de prensa la semana pasada. "Tenés la oportunidad de salir del ambiente que te hizo tanto daño. Te vas. Tenés éxito. Tenés trabajo. Tu vida empieza a girar en la dirección correcta. Pero tenés un pequeño tropezón. Por eso no podés perder la vida".
Bun B, Trae tha Truth, la familia de Floyd, y los manifestantes están pidiendo una nueva legislación, desde una cámara de investigación independiente y comunitaria que tenga poder de citación y que puede obtener y revisar evidencia sin interferencia de la policía, hasta penas más duras para los policías que cometan crímenes como los que resultaron en la muerte de Floyd. Si bien una nueva legislación no devolverá las incontables vidas negras asesinadas por la policía, si se lograra, podría empezar a asegurarse de que el mundo no perderá a otro Big Floyd.
Un par de horas después de la protesta, le pregunto a Cal cómo se siente ver que todo el mundo pelea por Floyd.
"Esa es la mejor parte", dice Cal. "El sacudió al mundo. Big Floyd ahora es realmente Big Floyd. Ahora es un mártir".
Por Charles Holmes
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