“Ebony and Ivory”: el himno antiapartheid de McCartney y Wonder que para algunos es "el peor dúo de la historia"
Tras la disolución del grupo Wings y el regreso a su condición de solista de la mano del álbum McCartney II (1980), Paul McCartney se propuso consolidar ese camino en solitario convocando al legendario productor de los Beatles, George Martin, para la concreción de su tercer trabajo discográfico de estudio. Como resultado de esa labor conjunta, el 16 de abril de 1982 vio la luz Tug of War, un disco variado, pleno de matices y estilos y con canciones que le dieron grandes satisfacciones, particularmente "Ebony and Ivory", elegida como primer corte de difusión.
Lanzado el 29 de marzo de ese mismo año a modo de simple, y con la canción "Rainclouds" en el lado B, "Ebony and Ivory" cristalizó el dúo entre McCartney y otra leyenda de la música: Stevie Wonder. Ambos compartieron el estudio de grabación, las voces principales, los coros, sintetizadores y percusión y, mientras el ex Beatle se encargó del bajo, la guitarra, el piano y el vocoder, el creador de "Master Blaster" hizo lo propio desde el piano eléctrico y la batería. Lamentablemente por cuestiones de agenda, ambos músicos no pudieron repetir el encuentro a la hora del rodaje del respectivo video, así que se vieron obligados a registrar sus tomas por separado. Y a propósito de dicho clip, el mismo formó parte de un DVD compilatorio publicado en 2007 bajo el título The McCartney Years.
Desde el punto de vista lírico y en una primera lectura, "Ebony and Ivory" ("ébano y marfil" en su traducción al castellano) hace referencia a las teclas negras y blancas del piano. Sin embargo, y yendo un poco más en profundidad, esa combinación de colores deriva en ítems como la integración racial y la armonía entre las diferentes razas. El título del tema, además, está inspirado en una frase de Spike Milligan, un actor, cómico, escritor, poeta y músico irlandés de origen indio que decía: "Notas negras, notas blancas, y necesitas tocar las dos para hacer una armonía, amigos". De todos modos, se dice que la figura literaria es anterior y que fue popularizada por el reverendo C. F. Sturgis al decir: " Señoras y señores, vecinos blancos y negros se reúnen, y gente blanca y negra se ve encadenada a lo largo de una gran mesa, como las teclas de un piano, y como el instrumento mencionado, las notas negras hacen tanto ruido como las blancas; todas se mezclan durante un rato en máxima armonía".
Casi de manera inmediata, "Ebony and Ivory" trepó al primer puesto de los rankings tanto del Reino Unido como de Estados Unidos. Claro que por la política de apartheid que aún dominaba a Sudáfrica durante la década del ochenta, la difusión del tema en aquellas tierras fue prohibida. Por otro lado, esta canción, además de ser considerada un himno contra la segregación racial, se transformó en el mayor éxito de McCartney tras la separación de The Beatles en términos de semanas en lo más alto de las listas de simples, quedando por detrás de una creación histórica como "Hey Jude". Y en 2008 se situó en el puesto 59 del listado de las mejores canciones de todos los tiempos según la revista Billboard.
En paralelo al éxito alcanzado, que robusteció el derrotero solista del autor de "Yesterday", y más allá de permanecer durante varias semanas al tope de los rankings, se dio un fenómeno muy peculiar con esta canción, ya que fue calificada por no pocos críticos especializados como "dulzona y blanda", además de ser considerado como el décimo peor tema de todos los tiempos según la revista Blender. Y aún hubo más: en octubre de 2007 los oyentes del canal de televisión británico BBC 6 Music lo votaron como el peor dúo de la historia, mientras que en septiembre de 2010 el periodista Matthew Wilkening la ubicó en el puesto 9 de un listado de las 100 peores canciones, argumentando que los actores Joe Piscopo y Eddie Murphy habían brindado una mejor versión que la original en el clásico programa televisivo estadounidense Saturday Night Live.
"Ebony and Ivory" también fue parodiada en varios programas de televisión tales como El príncipe de Bel Air, Father Ted, Everybody Hates Chris y Arrested Development, y en largometrajes como Un héroe encubierto y Guess Who.
Algunos años después, en declaraciones periodísticas y con el estilo que lo caracteriza, el propio Paul McCartney se refirió a las burlas y críticas (a veces muy duras) que recibió tanto esta canción en particular como su carrera solista en general: "Muchas veces cuando escucho los viejos discos encuentro muchas canciones que no fueron ‘terminadas’, que les falta algo. Y bueno, entiendo que no se puede ser un genio todo el tiempo. En cuanto a eso de que me volví ‘blando’ o ‘suave’ también puedo soportarlo, pero no como una generalización, sino que a veces mis mejores composiciones han sido baladas. De todos modos, hay unas cuantas canciones en mis discos que me parecen horribles. Por ejemplo, ‘Bip Bop’, del álbum Wild Life. Por Dios!!! es terrible. No puedo escucharlo, es un tema que no llega a ninguna parte. Pero, ocasionalmente, surge alguna pequeña perla, un poco de luz en unos cuantos minutos. Esa es la razón de seguir componiendo".
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