Dos músicos, casi toda Buenos Aires
Susana Rinaldi y Chico Novarro hablan del disco con temas de él que ella grabó y presenta en vivo a partir de hoy
A Chico Novarro y Susana Rinaldi los une una misma pasión por la música. Pero estos días, también, un mismo escenario: el de Clásica y Moderna, donde él se presenta los viernes, y hoy, y el resto de los sábados de mayo, lo hará ella, nada más ni nada menos que con su nuevo disco, Conmigo, una suerte de homenaje de Rinaldi a Novarro. Por eso están reunidos hoy, para compartir su admiración mutua, para divertirse y para recordar partes de sus prolíferas carreras.
"Chico Novarro es el autor y compositor que ha permitido, incluso sin saberlo ni imaginarlo, que yo me entusiasmara para hacer un disco de homenaje. En nuestros espectáculos musicales siempre incluíamos uno o dos temas suyos, pero este disco es íntegramente de su autoría, porque realmente es alguien que no ha sido «descubierto» como debiera. Conoce muchísimo de música y tiene una capacidad lingüística muy grande", comenta Rinaldi con la pasión que la caracteriza.
-¿Cómo hizo con un repertorio tan vasto como el de Chico Novarro para elegir los temas de su nuevo disco?
Rinaldi: -Me costó mucho. Quise apropiarme de cada uno de esos temas, cantarlos en primera persona. En "Cuenta conmigo" no es un hombre el que habla, sino una mujer, y es mucho más doloroso. Tuve la suerte de contar con mi sobrino, Juan Esteban Cuacci. Él se sentó al piano y yo a cantar y a decir. Hubo temas que quedaron en la primera toma. Y sobre lo que hicimos así, Juan Carlos Cuacci hizo el arreglo.
-¿Por qué siente que era una deuda que tenía hacia él?
Rinaldi: -Porque veía lo que pasaba con él. Hace años hice un espectáculo en el teatro Odeón en el que yo cantaba y bailaba, y en un momento, y tras una introducción, se escuchaba "Orquesta de señoritas" y era como que empezara otro espectáculo. Y me daba cuenta de que la gente no tenía ni la menor idea de que era un tema de Chico Novarro. Además, coincidía con la historia que yo contaba al principio, que era ir caminando con mi mamá por el Once y ver, en la confitería El Olmo, la orquesta de señoritas que tocaba ahí. El tema es muy lindo, con una música tan melancólica... Pero, sobre todo, te cuento que fue la primera vez que me detuve ante un compositor diferente.
-Chico, ¿se sorprendió con alguna de las versiones?
Navarro: -Está todo divino.
Rinaldi lo interrumpe, como si la incomodara escuchar a Chico hablando del disco delante suyo. Y se lo dice. La conversación cambia de rumbo, entre risas. "Me están tratando de borracho", le dice Chico a alguien que le acerca un vaso de whisky sin haberlo pedido. Y continúa la charla, con inevitables interrupciones: es que Novarro y Rinaldi atraen a quienes están tomando algo en las mesas del lugar. Saludos y felicitaciones van interrumpiendo la charla que retomamos una y otra vez. Pero nada modifica el clima divertido, de festejo, con brindis incluido, de este encuentro.
-Chico, ¿cómo logra captar el estilo de vida de Buenos Aires en sus letras?
Navarro: -Yo llevo la dispersión en la sangre, y eso me dio una visión nocturna de Buenos Aires. Empecé a componer de joven porque pensaba que a los 40 iba a ser viejo para seguir tocando la batería en las boîtes. Me divertía bailando la cumbia y de noche escribía partituras y hacía arreglos para las editoriales.
-Hace mucho que quería cantar el tema "Balada del alba" y finalmente lo logró.
Rinaldi: -Es cierto. Es el tema de Víctor Taphanel y Chico. Y por eso hago las dos baladas. Ésa y "Alba de olvido", que es de María Elena Walsh y Chico. Tomando casi iguales circunstancias y la imagen de lo que sucede con ese ser humano que canta en primera persona, son dos baladas bien diferenciadas, unidas por un gran talento.
Usted dice que "Nuestro balance", como lo hicieron en el disco con Cuacci, es como una amenaza para el tango. ¿Por qué?
Rinaldi: -Porque fue escrito como bolero, y es un bolero brutal. Pero no sé por qué a Juan Esteban se le ocurrió eso maravilloso de hacer el ritmo definitivamente tanguero, y al hacerlo me permitió ir introduciendo la palabra como si fuera de origen un tango, que ya lo es por la letra: "Sentémonos un rato en este bar a conversar". Es más tanguero que bolero.
-¿Cómo caracterizaría su interpretación en este disco?
Rinaldi: -Con mucho miedo. Porque es un trabajo muy serio pero que honestamente lo hice casi para regalar a la gente. No pensaba en hacerlo en vivo. Es que el trabajo en Francia [como agregada cultural] fue demasiado arduo y dejé de cantar. Y cuando uno sale de la garganta se te borra la energía, no estás acostumbrada a lanzar la voz como cantante.
-Pero un mensaje en su teléfono de París la conmovió.
Rinaldi: -Él me llamó.
Navarro: -Te dejé un mensaje y después me dijiste que yo era parco.
Rinaldi: -Porque me quedé dura. Vivía sola y estaba todo el día fuera de casa, y cuando llegaba iba derecho a escuchar las llamadas. Y ahí apareció un "Hola, ya escuché el disco, muy bueno, gracias". Y dije: "¡Ahhhhh!".
¿Recuerdan haberse cruzado en sus espectáculos?
Navarro: -Son todos recuerdos lindos. No hemos frecuentado una amistad, pero espero que esto sea el nacimiento de una amistad cordial. Con mi mujer, Cristina, fuimos a verla al Teatro San Martín cuando se sentaba con el bandoneón, y lo abría y cerraba. Y a Fundación Banco Patricios en Tiempos de malvivir. Ella subió al escenario y me quedé enganchado todo el tiempo. Qué iba a pensar que un día me iba a grabar. Primero, hace años, uno o dos temas. Y ahora este disco, que es como un tributo. Me llena de orgullo y de placer porque, además, suena fenómeno. Es tan lindo que hay que festejar. ¡Salud!
Rinaldi: -Y yo agradezco que esto me haya hecho volver a cantar. No estaba tan segura de volver a hacerlo en público. Yo no soy una cantante de tango, soy una cantante, y punto. Y canto lo que se me da la gana en el momento que se me da la gana.
Navarro: -Para mí, sos una gran artista. Cantoras hay varias. Nunca pensé que mis tangos iban a llegar a tener una señora intérprete. No lo tomo como un homenaje, lo tomo como una gran actuación de una gran artista, en donde me incluye.
Rinaldi: -Muchas gracias Chico, pero es un homenaje.