"Hace un año, nadie se imaginaba que Tinelli y Lanata iban a hacer los cuernitos de ‘Modo Diablo’", dice Alejo Acosta, más conocido como Ysy A, un mediodía de fines de diciembre mientras almuerza un sándwich de salmón con queso crema en un café de Palermo. "¡Pero las canciones de mi disco ya estaban escritas!" Antezana 247, el debut de Ysy, salió en noviembre de 2018, exactamente un año después del final del Quinto Escalón –la competencia de freestyle del Parque Rivadavia que él mismo creó en 2012, con apenas 13 años– y relata el ascenso brutal que él y sus "hermanos" Duki y Neo Pistéa vivieron en esos meses, desde el día en que decidieron organizar una fiesta llamada "Modo Diablo" para pagar las cuentas de la casa de dos pisos a la que se habían mudado, hasta su gira por España, en donde Ysy y Duki -que el sábado van a actuar en el Buenos Aires TRAP en el Hipódromo de Palermo- fueron recibidos como los nuevos reyes del trap argentino. "En su momento, a mí me decían: ‘ No estás haciendo nada por el Quinto’", recuerda Ysy. "Y yo tipo: ‘¡Estoy haciendo algo por la música, que es mucho más grande!"
Desde que era un niño, además de rapear, Alejo organizaba eventos y hacía breakdance, beats y grafiti, pero tuvo una revelación. "Entendí que tenía que ser el mejor en algo específico, para después conectar con alguien que fuera el mejor en otra cosa, y así armar un monstruo más grande", dice. "Ahora rapeo todo el tiempo: cuando estoy en mi casa, cuando voy a llevar a mi hijo al jardín... Dentro de diez años, voy a manejar la palabra de una manera que no la manejó nadie en la historia. Yo pongo los huevos para competir contra Migos, contra Travis Scott, contra el que sea. ¡Y en castellano, que es más difícil!"
Podrá sonar arrogante, pero el virtuosismo que Ysy exhibe en Antezana 247 (que presentó junto a C.R.O. en un show de tres horas en el Teatro Ópera) sostiene su ego trip: no solo es apabullante desde lo técnico (su flow funciona mejor a toda velocidad), sino desde lo lírico, gracias a un caudal de ideas que parece incontenible. En "Hidro", por ejemplo, dice: "Me gané el respeto de los mayores/Mientras otros menores/Estaban ‘wannabe’/Ahora ring ring ring/Todos me llaman a mí/O tal vez no todos/Pero yo no jodo/Con los pocos locos/Que avalan tu team". "Cuando improviso me desconecto", dice él. "Te lo juro, es como si pasara a otra dimensión."