De ataques nucleares a... ¿un himno satánico?: 10 grandes canciones de verano que no podemos olvidar
Nos hicieron cantar en la playa y en las sierras: cuáles son los temas estivales que más bailamos en los últimos cuarenta años, de Las Ketchup a Luis Fonsi
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No existen fórmulas infalibles para el éxito, pero con la llegada de cada año un tema se apropia de las radios, los lobbies de los hoteles en todo el país y los paradores de la Costa Atlántica. El “hit del verano” es ya un género por derecho propio, con reglas que no están escritas y que siempre sorprenden aunque, en muchas ocasiones, son canciones de probado éxito en el exterior, que provienen de artistas poco conocidos de los que no volvemos a escuchar jamás y que incluyen una coreografía que se vuelve “el pasito” que hay que repetir en la pista de baile.
De una letra sobre ataques nucleares a un supuesto himno satánico, aquí presentamos diez canciones que sonaron sin parar durante un verano, pero que no podemos evitar tararear cada vez que las recordamos.
“Vamos a la playa” - Righeira (1983)
Aunque sonó sin parar en los centros turísticos de la Argentina y de otros países de América Latina lo que el dúo italiano Righeira quiso transmitir con “Vamos a la playa” estaba muy lejos de la alegría de las vacaciones. Este pegadizo hit se inspiró en la Guerra Fría entre los Estados Unidos y Rusia y un inminente ataque nuclear que transformaría el color del agua.
“La canción habla precisamente de las bombas que explotaron y de la radiación que produce que, en lugar de broncearse normalmente, los que van a la playa se broncean de azul pero... ¡a quién le importa! Hay un mar fluorescente y ya no hay peces apestosos, toda vida marina pereció. Será realmente genial esa playa, con nuevos colores y radiaciones”, ironizó Johnson Righeira, uno de los dos integrantes del grupo.
El éxito de “Vamos a la playa” en Italia fue tal que la prensa acuñó una palabra para describirlo y que luego lo usaría en otros casos: tormentone, canciones que son mega exitosas solo durante el verano y que duermen el resto del año. De hecho, para el Diccionario Zingarelli, uno de los más representativos de la lengua italiana, la palabra “tormentone” comenzó a usarse en 1983, el año del lanzamiento de este hit.
“Lambada” - Kaoma (1989)
Es, tal vez, el hit del verano más sensual de todos y tiene un sonido argentino. En realidad todo nació cuando los franceses Jean Karakos y Olivier Lorsac escucharon en Porto Seguro el tema Chorando Se Foi en la voz de la brasileña Marcia Ferrerira. Era un típico exponente del género lambada, popular en el nordeste de Brasil, pero los europeos vieron que podía ser mucho más y compraron los derechos.
Ya en Francia, Karakos y Lorsac registraron la marca lambada y decidieron grabar su versión para la que llamaron al bandoneonista argentino Juan José Mossalini, que vivía en París. “Encontraron el grupo de una cantante brasileña que estaba buscando laburo en París y la conectaron. Como les hacía falta otro color musical, me llamaron para poner el bandoneón. No había guita, ni partitura, ni nada. Yo improvisé el tema y así quedó finalmente en la canción. Terminé y me olvidé. Nadie se esperaba el impacto que tuvo”, le contó Mossalini a LA NACION.
Con el apoyo de la televisión francesa y la compañía CBS, Lambada tuvo un impacto global y llegó hasta la Argentina, en donde en el verano de 1990 comenzó a bailarse, de manera muy sensual, en las pistas de varias discotecas y fue la banda de sonido de varios programas de TV.
“Tractor amarillo” - Zapato veloz (1992)
¿Quién dijo que una canción tiene que ser profunda para ser popular? A comienzos de la década del 90, el trío asturiano Zapato Veloz sorprendió con una canción sobre la vida rural y un tractor de color amarillo. Esta canción de ska folclórico sonó en las radios de varios países como Rusia o Japón gracias a su inconfundible “pa pa pa pa pa” y también se coló en los paradores de toda la Costa Argentina.
El espíritu del “Tractor amarillo” era, a pesar de su apariencia juguetona, muy crítico con la realidad española fuera de las grandes urbes, en donde se celebraban los Juegos Olímpicos y los 500 años de la llegada a América. Los asturianos aseguraban que el tractor era “la forma más barata de tener un descapotable” y la manera de que una muchacha pudiese sentirse atraída por alguien del campo.
“Macarena” - Los del Río (1993)
Uno de los éxitos globales más importantes de la historia comenzó con un encuentro casual en Venezuela: Antonio Romero Monge conoció a una bailarina llamada Magdalena y el impacto fue tal que le escribió un tema. Cuando se lo mostró a su compañero Rafael Ruiz Perdigones decidieron cambiar el nombre por Macarena, la hija de Antonio.
Si bien Los Del Río ya eran famosos en España por algunas canciones, con “Macarena” llegaron a conquistar mercados difíciles como el estadounidense y el japonés, además de tocarlo en el cierre de campaña de Bill Clinton y nada menos que en el Vaticano. Aquí en la Argentina se volvieron habitué de programas como Almorzando con Mirtha Legrand, el viejo VideoMatch e Indiscreciones.
“Tenemos disco de oro, de platino, de diamante... ¡se quedaron sin materiales para hacernos discos! ¡Tenían que inventar récords porque quebrábamos todos!”, le contó el año pasado el dúo a LA NACION.
“Mambo No. 5″ - Lou Bega (1999)
Mónica, Ángela, Pamela, Sandra y Rita son algunos de los nombres que, al terminar el siglo XX, debieron soportar chistes en todo el mundo a causa de “Mambo No. 5″, una pegadiza canción que ese verano sonó en todo el país y que tenía como intérprete a un desconocido llamado Lou Bega, nombre artístico de David Lubega.
El tema tenía como base la orquestación de “El rey del mambo”, que en 1949 compuso y tocó el cubano Dámaso Pérez Prado, pero en una versión aggiornada. “Es diferente de toda la música pop que puede escucharse. Es una canción de amor, pero distinta porque le habla a muchas mujeres”, le dijo el cantante a LA NACION cuando visitó nuestro país para cantarla en vivo al terminar el verano de 2000.
Lubega, nacido en Alemania en una familia llegada de Uganda, jamás fue tan mujeriego como aseguró en la canción y jamás se lo propuso ser: hoy se convirtió al cristianismo y escribió un mambo número seis pero decidió no hacerlo público, aunque sigue cobrando regalías por una canción que sonó en todos lados ese verano.
“La bomba” - King Africa (2000)
La regla de que son temas extranjeros los que triunfan en el verano argentino tiene una excepción: “La bomba”, el tema de King África que se gestó en suelo nacional y copó las radios de varios países. Quien está detrás de este supuesto rey es Alan Duffy, un DJ que se sumó al proyecto musical que imaginaron DJ Deró, Tuti Gianakis y los hermanos Alejandro y Nicolás Guerrieri para el sello musical Oíd Mortales Records. Si bien tuvo otros cantantes antes y sonó en las radios, fue con Duffy que explotó y se volvió ultra masivo incluso fuera de nuestro países.
“La bomba”, que prometía un movimiento sexy, es en realidad un cover de un tema de la banda boliviana Azul Azul y de inmediato fue el sonido del verano de inicio del milenio en nuestro país. Gracias a los albores de Internet, el tema cruzó el océano Atlántico y terminó en las pistas de baile primero de España y después de todo Europa.
Hoy Duffy vive en España, en la ciudad de Valladolid, en donde tiene un chiringuito en la playa fluvial de Las Moreras y asiste sin falta al Nuevo José Zorrilla, el estadio de fútbol pucelano, para alentar a su equipo Real Valladolid. “No porque te llamen el rey tenés que vivir en un castillo”, aseguró el año pasado.
“Mayonesa” - Chocolate (2001)
El verano de 2001 en la Argentina, que comenzaba a mostrar signos de la crisis social y política terminal que estallaría meses después, tuvo una canción que se bailó en todos lados: “Mayonesa”, presentada a la prensa como una “tecnocumbia platense” por el quinteto uruguayo Chocolate.
El hit tuvo una inspiración real, el deslumbramiento de Eduardo Britos con una mujer que hacía una danza muy especial en un boliche. Su compañero de banda, Alejandro Jasa, lo recuerda así: “Todo surgió en 2000, pero no sabemos en qué discoteca: lo que sí tenemos claro es que él la miró a ella, la chica de baile misterioso. Desconocemos su nombre, pero no cómo vestía ni sus características: tenía ‘un tatuaje en la espalda, negra la minifalda, zapatos y el top’”.
Britos falleció en 2017, pero el grupo se había desarmado en 2004. Carlos “Charly” Sosa, su cantante, sigue con su carrera solista y aún hoy es el tema que más le piden. “Es una saturación monstruosa, pero también una satisfacción. Si no canto esa canción no me pagan. Yo sé que todo el mundo está pendiente de cuándo la voy a cantar”, le dijo a LA NACION hace dos años, cuando se cumplieron dos décadas del hit.
“Aserejé” - Las Ketchup (2002)
Aunque nadie sabía a ciencia cierta de qué hablaba el tema, en el verano de 2003 no hubo lobby de hotel o playa en donde no sonara “Aserejé”, el enigmático tema de un trío formado por las hijas del guitarrista Juan “El Tomate” Muñoz. La banda, adecuadamente bautizada Ketchup, creó incluso un paso para bailarlo en las pistas de baile, quizá evocando al suceso un década antes de “Macarena”.
La canción había sido escrita por el músico Manuel “Queco” Ruiz, responsable de hits para Niña Pastori, Raimundo Amador y Azúcar Moreno. Sin embargo, nada tuvo este nivel de repercusión: “Recorríamos el mundo viajando en aviones como si fuesen taxis, estando en un día en dos o tres países diferente”, recordó hace poco Pilar Muñoz, quien por ese entonces quería ser actriz. Su hermana Lola estudiaba Ciencias del Trabajo y Lucía era peluquera: “Estábamos constantemente viajando y realmente no éramos conscientes de lo que pasaba en los otros países del mundo. ¡Supimos que llegó hasta África!”.
El éxito también trajo polémica: para un grupo de educadores religiosos de Honduras el tema era una oda al diablo: el protagonista de la canción, Diego, era Lucifer y la palabra “aserejé” era una invitación “a ser hereje”. “Cuando nos enteramos de eso nos sorprendió bastante. Pero bueno, sabemos que hay gente que saca noticias o historias que no tienen que ver con la realidad y dicen cosas sin saber. Por supuesto que nuestra letra no tiene nada satánico”, aseguró Pilar Muñoz.
“Ai Se Eu Te Pego” - Michel Teló (2011)
En el verano de 2012 la canción que más sonó llegó, una vez más, desde Brasil de la mano de Michel Teló, quien escuchó por casualidad una canción y decidió hacer su propia versión, con pasito de baile incluido. El tema era “Ai Se Eu Te Pego” y luego de que Cristiano Ronaldo y Neymar comenzaran a usarla para festejar sus goles, sonó sin parar en el vecino país y en nuestras playas.
“Cuando la escuché, pensé que podía pasar algo diferente, aunque nunca imaginé que sería tanto”, aseguró Telo, quien tenía 18 años de carrera en el mundo del axé, choro, forró y pagode cuando decidió grabar una canción sobre un enamorado que le dice a una mujer: “¡Ay, si te agarro”. Quizá por esta experiencia supo sacarle provecho al hit y grabó sus versiones en inglés y en castellano y mientras su canción sonó dio muchos shows en distintos centros turísticos argentinos.
“Despacito” - Luis Fonsi (2017)
Existen hits de verano... y existe “Despacito”. El tema de Luis Fonsi con Daddy Yankee es una de las canciones más exitosas de la historia de la música y solo la evocación de su título produce que comience a sonar en la cabeza de cualquier persona. Escrita por el mismo Fonsi con Erika Ender, rompió récords en todo el mundo y tuvo hasta su versión en inglés con Justin Bieber.
El tema sonó no solo en 2017 sino también en 2018 y fue imposible escapar de su sonido durante ese verano, que hizo que el reggaeton, que estaba creciendo en todo el mundo pero también en nuestro país, se consolidara como el nuevo pop global.
“Creo que la clave de su éxito es que tiene mucho equilibrio -musicalmente hablando. En lo que es letra, una letra que es balanceada, en el sentido de que es una letra sensual, sin cruzar esa línea de convertirse en vulgar o sexual. Es una letra muy cuidada que nunca ataca a la mujer, sí tiene su picardía, pero con mucho respeto. Tiene una melodía que es fácil de cantar que, aunque tiene mucha letra y muchas sílabas, es fácil de acordarse de ella. Tiene un ritmo que tiene el sabor urbano pero también tiene mucha musicalidad”, aseguró Fonsi.
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