"El estadio, recién inaugurado, era una caja de zapatos. El rock era una caja de sorpresas. La noche del 3 de noviembre de 1978, Charly se calzó una malla negra de baile y un saco blanco y, para no compensar, zapatillas. Pedro Aznar, Oscar Moro y David Lebón se vistieron de blanco total, níveo, inmaculado, y la banda parecía un rincón de un tablero de ajedrez. Seru Giran hacía su Primer Obras, y Obras hacía su primer Seru Giran", recrea la periodista Gloria Guerrero en su libro Estadio Obras. El templo del rock.
A partir de ese concierto inaugural el Estadio Obras se transformó para miles de jóvenes en un refugio mientras la dictadura militar asolaba el país y posteriormente en símbolo mítico de la cultura rock hasta su primer cierre en 2009. Se reabrió ocasionalmente en 2011 y recién a fines de 2016 volvió a ser un espacio para conciertos, después de sufrir juicios, cambios de nombres, denuncias de los vecinos y clausuras.
Por el Templo del Rock como se lo conoce popularmente pasaron todos: se dio la reunión imposible de Serú Girán y Spinetta Jade, los regresos de Moris, Almendra y Manal, la consagración de Soda Stereo con Nada Personal, los shows míticos de Sumo y Mano Negra (en el que estuvieron todos), el fenómeno explotado de Los Redondos, el concierto de cinco horas de Pappo y las visitas de Los Ramones, Iggy Pop, James Brown, Bad Religion, Pantera, Siouxsie and the Banshees, Red Hot Chilli Peppers, Alpha Blondy, entre miles.
La multiplicidad de historias y conciertos, reconstruyen una lista caprichosa de noches memorables que todavía circulan en el incosciente colectivo de la cultura rock de los últimos cuarenta años.
Celeste Carballo
El primer recuerdo fuerte que tengo es cuando hice la presentación de Cada día más loca en agosto del 83. Antes no me acuerdo pero si tengo muy presente cuando vino Siouxie & The Banshes. Me encantó. Era mi época punk con Celeste y la generación. La gente no nos entendía mucho pero en Obras estábamos todos. Los Siouxie tenían el tema "Cities in dust" que se pasó mucho por la radio. Obras estaba llenísimo y todos teníamos unos batidos espectaculares en el pelo que nos hacíamos con jabón, super maquillados, ganchos en la campera y bailamos como locos. Era un show muy esperado. Obras siempre fue como un templo. Cada recital era un evento para nosotros. La gente que estuvo ahí siempre se acuerda. Me encantaría volver a tocar en Obras.
Flavio Cianciarullo (Los Fabulosos Cadillacs)
No puedo recordar cual fue mi primer concierto. Obras para mí representa algo muy fuerte. No sé cuantas veces toqué. Fueron muchas. Pero Obras siginifica un lugar maravilloso. Muy adecuado el mote del templo del rock. Como público disfrute intensa y activamente de los recitales de Ramones, Biohazard, Bad Religion, Sepultura, el tributo a Miles Davis, Sumo, Massacre (fue lindo verlos llegar hasta allí). Siempre fue un lugar ideal para ver shows. Sobre todo por su capacidad. Como público escapo ver bandas en lugares enormes. En Obras se ve de todos lados. Es la capacidad perfecta, incluso como músico. Se logra un feedback y una intimidad con el público, a diferencia de los estadios grandes donde hay una lejanía. Hace poco tuve la suerte de ver hace poco a los Babasónicos con Nekro de Bom Bom Kid. No vivo en Buenos Aires pero fue lindo verlo funcionando de nuevo. Con Nekro fuimos al piso, en la platea, sin estar en ningún vip, que desde ya está perfecto, y donde sos uno más del montón.
Bambi Charpentier (Tan Biónica)
Hice toda mi primaria y secundaria en el colegio José Ingenieros que está pegado a Obras y vi cientos de shows. Nuestros recreos eran en el estadio y yo me escabapa y me subía al escenario o iba a ver las pruebas de sonido. Muchos de los tipos que trabajaban en seguridad eran los mismos que laburaban en el colegio y como nos conocían nos hacían un lugarcito en Obras. El primer concierto que vi fue la presentación de Rey Azúcar de Los Fabulosos Cadillacs en el 95. Tenía once años. Era uno de los grupos que más me gustaba y de los primeros conciertos que vi en vivo en mi vida. Me impactó mucho.
Federico Ghazarossian (Acorazado Potemkin)
Fui a Obras cuando volvió Moris a la Argentina. Es un show que me marcó mucho porque vino con una banda muy rocanrolera y clásica con la que hacía covers como "Zapatos de gamuza azul". Ya había escuchado Treinta minutos de vida, pero esto era otra cosa. Estaba vestido tipo rockabilly con remera a rayas. Yo tendría quince años, me había comprado mi primer bajo y ya me pasaba algo con la música. Fuí solo y me pague la entrada con la plata que me fui guardando de algún cumpleaños. Otros shows que recuerdo son los de Manal en el ‘82, Serú Girán con Spinetta Jade, también la presentación de Bicicletas de Serú con la puesta increíble de Renata. También estuve cuando tocaron Los Abuelos de La Nada y vi el regreso de Pajarito Zaguri que hizo un recital de cinco horas, si éramos 800 personas era mucho.
Maxi Prietto (Los Espíritus)
Tenía once años cuando vi mi primer recital en Obras. Fui a ver a Sepultura que presentaban el disco Chaos. A.D. Tuve que conseguir que un pibe del barrio que era metalero y mayor de edad me lleve. Era la época de la heavy Rock&Pop así que yo lo escuchaba al Ruso Verea ahí todas las noches. Lo que me pasó justamente después es que me lo encontré al Ruso Verea en el recital. Así que fue todo un suceso para mí: conocer al Ruso y a Obras finalmente, que lo conocía a través de los recitales que leía en las revistas de todos los artistas que venían. Ir por primera vez a un recital a esa edad, fue una experiencia inolvidable.
Diego Frenkel
No recuerdo literalmente la primera vez en Obras porque fueron muchos. Solía colarme bastante en mi adolescencia porque parte de la aventura era esa y quedé muy impactado cuando vi a Spinetta Jade a la tarde en la prueba de sonido y le pedí una púa al Flaco y me la dio. Eso me llenó de felicidad. Después vi a Manal en el regreso y era un asiduo concurrente al estadio hasta que se me cumplió un sueño que fue presentar Devorador de corazones con La Portuaría ahí. Volvería a tocar felizmente en ese lugar donde tantas veces nos reunimos en distintos momentos los aficionados al rock argentino para festejar.
Daniela Herrero
Un show que me marcó fue el de Gustavo Cerati con la presentación de Ahí Vamos, el disco que más me llegó de él. Fue alucinante vibrar ese álbum en vivo. Fui con un amigo también fan de ese disco. Cuando volvimos no podíamos creer el show que habíamos visto. Cuando escuchás mucho un disco se hace carne en uno y te anticipas a todo. Recuerdo cuando se editó, al otro día ya lo tenía y lo gasté, así que esperaba mucho el concierto. Gustavo es un maestro en todo sentido. Desde su estilo, su estética, sus canciones maravillosas y su forma de comprometerse con la música y sorprenderte con algo distinto cada vez que producía. Ese show de Cerati en Obras es uno de los shows mas conmovedores que ví.
Carca (Babasónicos)
Mi primera vez en Obras fue cuando fui de telonero de Soda Stereo en la presentación de Dynamo en 1992. Nunca me gustó la incomodidad que plantean los shows de rock para el que concurre. Había ido a teatros y esa mano. Pero a Obras entre por primera vez con mi guitarra en mano y para subirme al escenario gracias a la infinita generosidad de todos los Soda. Me hubiese gustado nacer antes y poder ver a Seru Girán en Obras. Pero seguramente me habrían metido en cana a la salida y después me hubieran cagado a trompadas y cortado el pelo.
Axel Kryeger
Mis primeros Obras fueron cuando estaba en la primaria. En esos tempranos años vi increíbles shows de Caetano Veloso, Milton Nascimento. Destaco la presentación de La Grasa de las Capitales de Serú Girán, grupo al que vi numerosas veces en ese recinto. Más tarde vi al Flaco y a Charly juntos, a David Byrne, Beasty Boys, Cypress Hill, y muchos otros. En el 94’ hicimos un Obras con La Portuaria que fue un hito para la banda, y dos años más tarde hice seis funciones como performer de La Fura dels Baus. Es un lugar que guarda parte de mis mejores memorias.
Miss Bolivia
Mi primer Obras fue con Los Ramones y para mí fue super importante porque es una de las primeras bandas que seguí. Ellos vinieron mucho a la Argentina y la verdad haber ido a un concierto tan grande fue genial. Aparte tengo una adolescencia muy punk rocker que me formateo como adulto y como música. Nada más representativo que esos Obras de los muy tempranos noventa.
Benjamín Amadeo
El estadio Obras es uno de los lugares donde vi los conciertos más inolvidables de mi vida. Vi muchos conciertos de Divividos que es una de mis bandas preferidas. También estuve en el concierto de Gustavo Cerati presentando Ahí vamos, que fue memorable para mí. El sábado pasado hasta me di el gusto de tocar en ese escenario con mi banda invitado a una entrega de premios. Me gustaría pensar que algún dia haré mi propio Obras.
Andres Giménez (A.N.I.M.A.L)
Como no tenía plata mis primeras experiencias de haber ido a Obras siempre fueron escuchando los shows en la calle. Esperaba que alguno abriera la puerta y me asomaba espiando lo que pasaba adentro. No era el único. Se generaba como una familia y una amistad entre los que ibamos a escuchar los shows en la puerta de Obras. Para nosotros ya era un sueño cumplido estar ahí. Yo venía desde Ituzaingó colado en el tren como otros pibes que iban a escuchar a la puerta. Así me hice amigo de un montón de bandas y gente del ambiente que en ese momento no tenían un peso. Escuché un montón de bandas que pasaron por Obras en los principios de los noventa. Hasta que la primera vez que entré fue cuando fui telonero con Animal de Bad Religion y Biohazard. Esa es la primera vez que pude entrar a Obras y a partir de ahí pude entrar muchas veces cuando toqué con Pantera y Suicidal Tendences.
David Lebón
El primer show que fui como espectador fue con Spinetta Jade. Me acuerdo que tocaba Javier Malosetti que todavía era bien jovencito y Jota Morelli en la bata. Fue un show increíble. Un concierto hermoso y Obras sonaba re bien. Era el lugar para la gente. Después tocamos con Seru y otras bandas. Pero ese show fue hermoso, no me lo olvido porque fue muy lindo y hasta lo pude ver sentado en la platea.
Flopa
Mi primera vez en Obras fue un recital de Jesus & Mary Chain en los noventa. Yo tenía 16 años. Estaba en cuarto año del secundario. Fui con mi amigo Pablo que era mi compañero de tardes musicales. Fue re impactante porque era una banda que me gustaba mucho y la escuchaba todo el tiempo. Tenía la expectativa de verles las caras pero la puesta era toda a contraluz con luces verdes y blancas a full que daban de atrás o sea que lo único que se veía eran las siluetas de los tipos. El sonido era increíble porque desde el primer acorde al último era una bola de feedback y distorsión haciendo temas super poderosos y canciones re dulces con un sonido trash y re prodido que a mí me encantaba. Ahí descubri lo que era ir a un recital y estar cantando saltando y chivando alrededor de otra gente. Otra inolvidable fue en el ‘92 con Iggy Pop. No sé si fue la segunda visita. Presentaba Brick by Brick que era tremendo, tenía los hits del momento y temas de los Stooges. Ahí tenía 18 años. Fui con Silvia mi primera novia que en casa obviamente le decían que era mi amiga. Fuimos a las tres de la tarde a hacer la cola y entramos primeras. Nos fuimos delante del escenario al lado del tablón y ahí nos bancamos todo el show. Es algo que no lo haria hoy en día pero para algo uno tuvo 18 años. Esos dos recitales fueron como marcas indelebles en mi historia personal.
Soledad Pastorutti
La primera vez que fui a Obras tenía 23 años. Era uno de los últimos recitales de los Cadillacs antes de separarse por primera vez. Ellos formaron parte de la música de mi adolescencia así que para mí fue un show especial. Hicieron todas las canciones que me recordaba a las épocas en Arequito cuando ibamos a bailar a un lugar llamado Sinatra, que no se cobraba entrada y pasaban toda esa música. Era tanta la gente que iba que se cortaba la calle y nos quedábamos bailando hasta el amanecer a los Cadillacs y otros temas del rock nacional. Después tuve la oportunidad de inaugurar el estadio Pepsi ahí con mi show de los diez años.
Kevin Johansen
Tengo recuerdos hermosos del primer Obras. Año ochenta me invitaron unos compañeros de quinto año. Todavía no sé porque que les cai bien si yo estaba en tercero. Fuimos a la presentación de Bicicletas de Serú Giran. Para mí fue como estar en Woodstock. Estaba en la popu que daba a la calle. Y recuerdo acto seguido otro show que compartieron Seru Girán y Spineta Jade con el Flaco cantando el tema "Quiero verte bailar". Todos sentíamos que era una época que hacíamos fuerza para que se acabe la dictadura. También vi otros recitales emblemáticos como el de los Abuelos de la Nada. Con Javier Calamaro ibamos a la escuela del Sol por cercanía porque los Calamaro iban a mi escuela del sol y por cercanía pude ver esas primeras vueltas de Andrés. Mi primer show de Sumo también fue en Obras. Y recuerdo que con mi primera novia fuimos a un show de Piero, otro recital inolvidable también. Representa toda la historia grande del rock nacional desde fines de los setenta a esta parte.
Sergio Rottman (Los Fabulosos Cadillacs)
El primer show que vi fue la presentación del disco Bicicletas de Serú Girán. Pero inmediatamente después tuve la suerte de ver el show de The Police en Obras. Entonces ese concierto opacto cualquier otra cosa que vi antes, porque ese show rompió cabezas. Realmente enganchar a una banda como The Police en un lugar chico con ese caudal de audio fue muy fuerte. También estuve en el mítico show de Mano Negra en Obras. Toque con Todos Tus Muertos en la apertura y el show fue tan bueno como creen y se dice que fue. Si bien hay shows que crecen con el tiempo en la memoria popular, este concierto realmente estuvo tan bueno como se supone. Y sumo la presentación de Rey Azucar con Los Fabulosos Cadillacs. Fue uno de los mejores shows que hicimos. La banda estaba en su momento más explosivo. Esos tres shows los recuerdo como magníficos.
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