Tras el despido de Anna Netrebko del MET, la ópera, el ballet y la música clásica toman posición en contra de la guerra de Ucrania
Valeri Gergiev -famoso director de orquesta y amigo de Vladimir Putin- fue despedido de varios cargos en orquestas europeas al evitar criticar la invasión rusa, mientras que la soprano fue liberada de sus compromisos con el teatro neoyorquino por su silencio
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La reciente desvinculación de la excepcional cantante lírica Anna Netrebko de las próximas temporadas del Metropolitan Opera House de Nueva York, al negarse a repudiar al gobierno de Vladimir Putin, y el despido del prestigioso director Valeri Gergiev como titular de varias orquestas europeas por la misma razón, provocó un efecto dominó en la comunidad artística rusa. A grandes rasgos, la lectura de estos días es que Europa y América le cierran las puertas de sus instituciones culturales a Rusia (especialmente a los artistas que no se manifiestan en contra de la guerra) y evitarán llevar sus giras allí mientras continúe la invasión de ese país a Ucrania.
Las grandes instituciones culturales occidentales, que han sentado posición pública en contra de la invasión, le reclaman a sus primeras figuras rusas (en el mundo de la lírica, la música sinfónica y el ballet, el país es históricamente una potencia global) tomar distancia de las acciones del gobierno de Putin.
La Orquesta Filarmónica de Munich fue la que dio el primer paso al separar a Gergiev de su cargo de director titular. Luego, el músico quedó sin contrato para dar cinco conciertos en los Estados Unidos con la Orquesta Filarmónica de Viena. Fue separado de la producción de una ópera de Tchaikovsky que La Scala de Milán ya tiene sobre su escenario. Y también perdió la batuta de director musical del festival suizo de Verbier y de otro que la orquesta de Rotterdam suele realizar en su honor.
Ayer, la cantante Anna Netrebko levantó todas sus actuaciones de este mes y se quedará sin actuar en el Metropolitan Opera House. El famoso “Met” de Nueva York prescindió de sus servicios y afirmó que no contratará en el futuro a ningún artista que apoye al presidente ruso, cuya reelección Netrebko acompañó en el pasado. “Es difícil imaginar un contexto que permita que vuelva a cantar en el Met”, dijo el gerente general del teatro, Peter Gelb, a The New York Times.
Cercano a Vladimir Putin, las instituciones que desvincularon a Gergiev de sus cargos le pidieron al director que se manifestara en contra de la invasión rusa a Ucrania. Ante su negativa, recibió como respuesta una serie de telegramas de despido.
Netrebko, una de las cantantes líricas más sobresalientes de este siglo, obligada por el MET a hacer otro tanto, se expresó en estos términos, desde su cuenta de Facebook: “Me tomé un tiempo para reflexionar porque la situación es demasiado grave para comentarla sin pensarlo. Antes que nada: me opongo a esta guerra. Soy rusa y amo a mi país, pero tengo muchos amigos en Ucrania y el dolor y el sufrimiento en este momento me rompen el corazón. Quiero que esta guerra termine y que la gente pueda vivir en paz”.
I have taken some time to reflect because I think the situation is too serious to comment on without really giving it...
Posted by Anna Netrebko on Saturday, February 26, 2022
Netrebko también se refirió a su compatriota Gergiev y a los despidos: “Quiero añadir una cosa: ¡Obligar a los artistas y a cualquier figura pública a expresar públicamente sus opiniones políticas y condenar a su patria es inaceptable! Debería ser la libre elección de todos. Como muchos de mis colegas, no soy política. Soy música y mi objetivo es unir gente, superar divisiones políticas”, dijo la cantante, a quien durante la última década se la ha podido ver fotografiada en distintas reuniones sociales donde participó Putin. Su marido, Yusif Eyvazov, también cantante, posteó los mismos párrafos en su cuenta de Instagram.
Por supuesto que entre los requerimientos hay muchos matices: desde las posiciones mesuradas hasta las rígidas. Pero, en general, se impone un pedido razonable que bien sintetizó el alcalde de Milán Giuseppe Sala, cuando dijo que la famosa casa de ópera le pidió a Valeri Gergiev que deje en claro su posición. “No ha respondido a la carta”, dijo el alcalde, según información recogida por el medio italiano Corriere della Sera. Su comentario fue en referencia a una misiva que le llegó a Gergiev con la firma del alcalde y del superintendente de la Scala de Milán, el francés Dominique Meyer. “Desde luego no he pedido ninguna abjuración. Lo que sí pedí fue un distanciamiento de la guerra, que es algo un poco diferente (...) Veo que otras personas del mundo artístico, como Anna Netrebko, así se han expresado y también muchos en el mundo del deporte. No quiero juzgar, pero lo que sí sé, es que Gergiev se fue [de Milán] y no respondió”, aseguró el alcalde.
A Gergiev solo le ha quedado en pie la titularidad como director artístico del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, y de su Festival de las Noches Blancas. La pérdida de sus múltiples compromisos artísticos en Europa comenzó la última semana con el pedido del alcalde de Múnich, Dieter Reiter (Gergiev era director titular de la filarmónica de esa ciudad) “distanciarse clara e inequívocamente de la brutal guerra de agresión que Putin estaba librando contra Ucrania”, que acababa de comenzar. Le puso un plazo, que venció el lunes. Ante su silencio, el director fue despedido. Según Reiter, “una señal clara para la orquesta, su público, la opinión pública y la política de la ciudad habría sido indispensable para poder seguir trabajando juntos”. La insistencia no solo estaba relacionada con la conocida amistad del músico con Putin: Gergiev también firmó, en 2014, un manifiesto de artistas que apoyaba la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea.
La decisión del alcalde de Munich disparó un efecto dominó en las compañías que trabajaban con el director de orquesta. La agencia que representa a Gergiev en sus contratos decidió dar por terminada su colaboración con el músico. “Se ha vuelto imposible, y claramente no bienvenido, defender los intereses del maestro Gergiev, uno de los más grandes directores de todos los tiempos, un artista visionario amado y admirado por muchos de nosotros, que no quiere o no puede, poner fin públicamente a su apoyo expresado durante mucho tiempo a un régimen que ha venido a cometer tales crímenes”, explicó su mánager, Markus Felsner.
Netrebko, que no ha dejado de cantar ni siquiera durante la pandemia (lo hizo todas esas veces en las que hubo aperturas y flexibilización de cuarentenas por el Covid-19) se ha quedado sin agenda para marzo de este año. Esto incluye la cancelación de su participación en Adriana Lecouvreur, cuyas funciones comienzan el miércoles 9 en la Scala de Milán, así como actuaciones en la Ópera de Baviera y en la de Zurich. A esto se suma la confirmación que el Met prescindirá de su talento durante las próximas dos temporadas, al negarse la soprano a repudiar al presidente ruso. “Es una gran pérdida artística para el Met y para la ópera -dijo Peter Gelb- Anna es una de las mejores cantantes en la historia de Met, pero con Putin matando a víctimas inocentes en Ucrania, no había forma de avanzar”.
Aunque fueron estos teatros líricos los que la desvincularon de sus elencos de producciones actuales, la cantante intentó mostrarse como la principal responsable de su ausencia en los escenarios. “Este no es el momento de hacer música y actuar. Por lo tanto, he decidido dar un paso atrás en mi agenda por el momento -explicó-. Es una decisión extremadamente difícil para mí, pero sé que mi público entenderá y respetará esta decisión”, dijo.
Netrebko tiene compromisos programados a partir de abril, pero habrá que esperar si esas actuaciones se reconfirman. Uno de esos compromisos es con la Filarmónica de Berlín, orquesta que dirige el ruso Kirill Petrenko, quien definió la escalada bélica de Putin como “un cuchillo en la espalda de todo el mundo pacífico”, así como un ataque a las artes que “unen a través de todas las fronteras”.
Vale recordar que Netrebko tiene programada una visita a la Argentina, en noviembre, para dar recitales en el Teatro Colón y ser la primera figura de una versión de Tosca, de Puccini. Muchos más cerca está agendada la llegada de la bailarina rusa Natalia Osipova, primera figura del Royal Ballet de Londres. Será para la versión de Giselle que sube al escenario del Colón a partir del 8 de abril próximo. Su única visita al país fue en 2011, para la Primera Gala de Ballet de Buenos Aires, y su regreso es esperado ansiosamente por el público local.
Bolshoi: un ballet sin pas de deux
Tampoco hay “pasos de a dos” entre bailarines rusos (o compañías completas) y los grandes teatros europeos. El Bolshoi tenía prevista una temporada de tres títulos en el Royal Opera House británico, que fueron cancelados por esta prestigiosa casa de ópera, ballet y conciertos, explicando en un breve comunicado: “La temporada de verano del Ballet del Bolshoi en la Royal Opera House estaba en las fases finales de su planificación. Desgraciadamente, en las actuales circunstancias, la temporada no se realizará.” Esta mañana, el Teatro Real de Madrid también canceló las actuaciones de la compañía rusa, previstas para mayo próximo. “Esperamos contar en el futuro con esta prestigiosa compañía, cuyo director, Vladimir Urin, se ha pronunciado públicamente a favor de Ucrania y en contra de la guerra”, afirma el comunicado del teatro de la capital española.
Los inconvenientes del Bolshoi no son sólo puertas afuera, ya que dentro de sus propias filas hay movimientos que no le permiten llevar adelante algunos estrenos. Es el caso de El arte de la fuga, obras del coreógrafo Alexei Ratmansky, residente en los Estados Unidos, quien decidió abandonar Rusia al comienzo de la guerra. Seguramente tampoco subirá al escenario del teatro Mariinsky una nueva versión de La hija del faraón, de Petipa, también con dirección de Ratmansky.
Vladimir Urin, director del Teatro Bolshoi, Valery Fokin, director artístico del Teatro Alexandrinsky de San Petersburgo, y el violinista Vladimir Spivakov, son algunos de los que firmaron una carta en la que artistas rusos piden a Putin que se retire de Ucrania.
“Hablamos aquí no solo como figuras culturales, sino como gente corriente, ciudadanos de nuestro país, nuestra patria. Entre nosotros están los hijos y nietos de los que lucharon en la Gran Guerra, testigos y participantes de ese enfrentamiento. En cada uno de nosotros pervive una memoria genética de la guerra. No queremos una nueva guerra, no queremos que la gente muera. El siglo XX ha traído demasiado dolor y sufrimiento a la humanidad. Queremos creer que el siglo XXI se convertirá en un siglo de esperanza, apertura, diálogo, un siglo de conversación, amor, compasión y misericordia. Hacemos un llamamiento a todos de quienes depende, a todos los lados del conflicto, a detener la acción armada y sentarse a la mesa de negociaciones”.
Renuncias y protestas en Moscú
Dentro de Rusia, no son pocos los artistas y comunicadores que decidieron abandonar sus cargos cuando el presidente Putin decidió invadir Ucrania. El bailarín francés Laurent Hilaire, quien en otros tiempos fue figura en la Ópera de París, renunció a su cargo como director del ballet del Teatro Stanislavsky. “He trabajado en armonía en este teatro y me voy con tristeza, pero el contexto ya no me permite trabajar tranquilo”, explicó.
El “no a la guerra” se escucha también en el ambiente artístico moscovita. El actor y cineasta ruso Danila Kozlovsky (Chernobil: Abyss, McMafia ) directamente fue contra Putin: “Señor presidente, solo usted puede parar este terrible desastre. Están muriendo civiles. Los misiles apuntan a los hogares”. Por su parte, la directora del Teatro Estatal Elenea Kovalskaya renunció a su cargo porque “No puedes seguir trabajando para un asesino y que te paguen”, se lamentó.
Dentro de Rusia hay más valientes que no temen manifestar su opinión en contra de la guerra. El rapero Oxxxymiron (Mirón Yánovich Fiódorov) canceló un concierto en protesta a la invasión. Desde su cuenta de Instagram, que tiene más de dos millones de seguidores, explicó los motivos: “No importa cuánto intentes explicar que no es agresión sino defensa, no es Ucrania la que invadió territorio ruso. Es Rusia bombardeando un estado soberano en este momento”, aseguró.
Hasta algunos defensores de Putin, como el cantante Sergey Lazarev, que representó a Rusia en el Festival Eurovision de 2016 (de la edición 2022 el país ya fue desafectado), piden el alto el fuego y la apertura de una mesa de negociaciones. “Siéntense en la mesa de negociaciones. ¡Que viva el pueblo! ¡Nadie apoya la guerra! ¡Quiero que mis hijos vivan en paz!”, declaró el cantante desde su cuenta de Instagram.
El artista multimedia ruso Kirill Savchenkov iba a representar a su país en la próxima Bienal de Venecia, que comenzará el próximo 23 de abril. Pero la invasión a Ucrania hizo que desistiera de ese compromiso: “No hay nada más que decir, no hay lugar para el arte cuando los civiles están muriendo bajo el fuego de los misiles, cuando ciudadanos de Ucrania se están escondiendo en refugios, cuando manifestantes rusos están siendo silenciados. Como ruso, no voy a presentar mi trabajo en el pabellón de Rusia”, escribió sobre un fondo negro en sus redes.
El boicot cultural
Desde el comienzo de la invasión, Ucrania ha llamado al boicot en contra de Rusia. Oleksandr Tkachenko, ministro de Cultura de ese país, instó a la comunidad internacional a achicar el campo de acción ruso en los espacios culturales, provocando reacciones de todo tipo, como la de los cineastas de ese gigantesco país.
Pero así como las puertas se cierran para varios artistas rusos, la música, el teatro y el cine provenientes de Europa y del continente americano también acentúan la senda del aislamiento, poniendo en pausa todos sus proyectos en esa nación.
Paramount cerró filas con la decisión de otras grandes productoras y distribuidoras de títulos cinematográficos (Disney, Warner, Sony y Universal) para suspender sus inminentes estrenos en Rusia. El Festival de Cannes no permitirá la participación de la delegación oficial rusa en su próxima edición “a menos que la guerra de agresión termine en condiciones que satisfagan al pueblo ucraniano”.
De Green Day al exOne Direction Louis Tomlinson, todos los días se amplía la lista de músicos que cancelan sus recitales en Rusia: “Con gran pesar, a la luz de los últimos acontecimientos, sentimos que es necesario cancelar nuestro próximo concierto en Moscú en el Spartak Stadium -comunicaron los Green Day-. Somos conscientes de que este no es momento de conciertos de rock en estadios, es mucho más grande que eso. Pero también sabemos que el rock and roll es para siempre y estamos seguros de que habrá un momento y un lugar para que nos volvamos a ver en el futuro”.
Louis Tomlinson también canceló actuaciones, tanto en Moscú como en Kiev. “La seguridad de mis fans es mi prioridad y mis pensamiento están con la gente de Ucrania y con todos los que sufren esta guerra innecesaria”, escribió.
La banda Franz Ferdinand se refirió a la relación con los fans de Rusia y también puso en pausa su próxima visita. “Amamos Rusia. Este gran país ha inspirado a nuestra banda a través de su arte y literatura y desde que tocamos allí hace diecisiete años, hemos construido una rica y profunda relación con nuestros fans rusos. Desde el jueves por la mañana, hemos hablado con muchos de nuestros amigos en Rusia a través de las redes sociales y nos hemos encontrado con una oposición unánime a esta violencia y solidaridad con nuestros amigos ucranianos. Sabemos que ves la locura del liderazgo de tu país. Sabemos que no quieres guerra. No queremos guerra. A pesar de la tragedia de esta situación, todavía quemamos una llama de optimismo en nuestros corazones y esperamos con ansias el día en que podamos volver en tiempos de paz para compartir juntos la alegría de la música”, declaró la banda a través de un comunicado en redes sociales
We are cancelling our Russian shows that are scheduled for this summer. The only reason for this is the invasion by the...
Posted by Franz Ferdinand on Tuesday, March 1, 2022
Cabe preguntarse si muchos de los artistas que tiene conciertos agendados en Rusia (por giras individuales o festivales) para el final de la primavera y durante el verano boreal, honrarán sus compromisos. Dentro de esa lista figuran nombres como Khalid, One Republic, Girl in Red, Judas Priest, The Killers, Gorillaz y My Chemical Romance. Hay algunos, como Iggy Pop y Nick Cave, que ya se bajaron de las grillas festivaleras.
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