Como Star Wars, Paul McCartney tiene su propia saga: cuándo sale el nuevo disco
Después de algunos días de misterio y mensajes crípticos, Paul McCartney anunció la publicación de un nuevo álbum de estudio: McCartney III. Desde el título y el concepto, McCartney III retoma una saga tácita iniciada por el ex beatle en 1970, y continuada en 1980, con la intimidad hogareña como factor unificador. Para entretenerse, Sir Paul se encargó de dejar pistas escondidas en las redes a la espera de que sus fans decodificasen el anuncio de su nueva obra, que se editará el 11 de diciembre.
La primera pista apareció en la versión móvil de Spotify. Si el usuario reproducía alguna de las canciones de McCartney, podía ver cómo un dado caía sobre la portada del álbum, con la cara del tres apuntando hacia arriba. El resultado era el mismo si se elegía alguna canción de McCartney II y, por si quedaba alguna duda, no ocurría con ningún otro trabajo de su discografía. Poco después, el misterio se trasladó a Twitter, en donde subió tres fotos sin ningún epígrafe, pero de elementos del jardín de su casa que aparecían en trío: tres flores de lavanda, tres hongos y una rosa con tres capas de pétalos.
Aunque no se conoce más que su portada y su fecha de publicación, se sabe que el disco fue compuesto, interpretado y producido por el propio McCartney en la tranquilidad de su hogar, en pleno aislamiento social, al que definió como "rockdown" (un juego de palabras entre "rock" y "lockdown", encierro en inglés). El contexto íntimo es lo que termina de justificar su título a modo de tercera entrega episódica.
Mucho antes de pensar en una carrera que se extendería por medio siglo, McCartney fue el nombre de su debut solista. En pleno torbellino emocional con la disolución de los Beatles absorbiendo todo, Sir Paul se refugió en su casa de campo en Escocia junto a su por entonces esposa Linda, y grabó el esqueleto principal del disco sin agenda, fechas de entrega ni preocupaciones.
Para un artista que fue parte de una banda en la que todo era grande y premeditado, McCartney brilla por oposición. La instrumentación es mínima y corre toda por cuenta del propio Macca; la grabación fue sencilla, con cortes abruptos y el sonido ambiente de su propia casa como telón de fondo. Lejos de la perfección del estudio, el álbum fue en cierto modo una aproximación adelantada a la cultura Do It Yourself (hazlo tú mismo) que luego el punk adoptaría como bandera. Al margen de esa galería de canciones mínimas ("The Lovely Linda", "Junk", "Teddy Boy"), Sir Paul entró al estudio Abbey Road para completar temas que requerían de una serie mayor de recursos, como la balada "Maybe I’m Amazed", que se transformaría en un clásico instantáneo de su repertorio.
Publicado en 1980, McCartney II estuvo marcado por otra separación. Mientras Wings, el grupo que había fundado en 1971 se disolvía en cámara lenta, Macca se recluyó con una consola de 16 canales, un par de micrófonos y un arsenal de sintetizadores. Lejos de cualquier atisbo rockero, se permitió jugar con la música electrónica. En su momento, el álbum fue considerado una herejía, como si ese tipo de experimentación no fuese aceptado para un beatle. De todos modos, el single "Coming Up", que ya había probado con Wings, y "Waterfalls", otro lento de pura cepa mccartiana, lograron su cuota de éxito, mientras que temas como "Temporary Secretary" y "Frozen Jap" serían reivindicados décadas más tarde por artistas de la patria indie. El lado B "Check My Machine" (un tema construido sobre un sample de… ¡Tweety y Silvestre!) incluso tuvo un éxito inesperado en tiempo real en Brasil, más particularmente en la escena samba-rock.
Cuatro décadas después, el escenario es completamente otro. Después de cuarenta años de giras mundiales cada vez más grandes y discos grabados en estudios de tope de gama bajo las órdenes de productores de renombre, la pandemia se terminó convirtiendo en el vehículo ideal para convertir a la saga en trilogía. Con su hija Mary y varios de sus nietos y sobrinos en casa (gran parte de ellos responsables de las fotos que acompañarán al álbum), McCartney decidió convertir ese clima de familiaridad en el disparador de un álbum. "Soy yo", le dijo con poder de síntesis al sitio Loud and Quiet cuando anunció el disco.
McCartney comenzó a pensar ideas de canciones desde cero, grabando de a un instrumento por vez, y además se permitió saldar una deuda con su propio pasado. Mientras ordenaba el material de archivo para la reedición de Flaming Pie (1997), encontró una canción a medio terminar, titulada "When Winter Comes" y producida por George Martin. Sir Paul decidió partir la canción en dos y así la reformuló en un par de piezas que funcionan como apertura y epílogo de McCartney III.
Cuando las versiones sobre un nuevo álbum comenzaron a circular, también se materializó otro dato en potencial: el cierre de la carrera del autor de "Band on the Run" y "Yesterday". Pero los rumores parecen ir contra la voluntad de su propio protagonista: "Todo lo que hago se supone que va a ser lo último que haga", dijo McCartney a Loud and Quiet. "Cuando tenía cincuenta decían: ‘Esta es su última gira’, y yo pensaba: ‘¿Ah, sí? No lo creo’. Es una rueda de rumores, pero está todo bien. Cuando hicimos Abbey Road dijeron que yo estaba muerto, así que todo lo demás es simplemente un bonus".
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