Cómo es Hackney Diamonds, el nuevo álbum de The Rolling Stones: de los misteriosos anuncios en un periódico vecinal a la “lengua stone” que aparecerá en la camiseta del Barça
La banda de Mick Jagger, Keith Richards y Ronnie Wood publicó una nueva producción, a casi dos décadas de su último disco de temas inéditos y lo presentó anoche con un show sorpresa en Nueva York, con Lady Gaga como invitada
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Hazte fama y échate a dormir, dice aquella frase acuñada hace siglos. Pero The Rolling Stones no parecen conformes con todo lo que han hecho. O, quizá, como decía Al Di Meola a LA NACION, meses atrás, ya nadie necesita un nuevo disco de los grandes veteranos (grupos o solistas) de la música, pero los artistas necesitan seguir haciendo discos para sentirse vivos. Y es así que a Mick Jagger, Keith Richards y Ronnie Wood no los ha amedrentado ni siquiera la muerte de uno de sus socios de toda la vida, el baterista Charlie Watts; en ningún momento pensaron en pasar a cuarteles de invierno o sólo hacer giras de grandes éxitos. Mantenerse vivos significa lo nuevo, aunque suene clásico y con el gran sello sonoro stone. Mantenerse vivos significa hoy, para ellos, Hackney Diamonds, el flamante álbum que acaban de publicar con temas inéditos, a un par de décadas de su último disco con canciones de estreno (el anterior fue A Bigger Bang, de 2005).
Como lo hicieron en otras oportunidades, los músicos ofrecieron una fiesta de presentación cerrada a invitados, el jueves por la noche, en la víspera del lanzamiento. La información se fue esparciendo a cuentagotas hasta que los medios especializados norteamericanos tuvieron la certeza de que a las 20, los Stones estarían tocando en el local Racket de Nueva York, para 500 invitados. Y hacía allí fueron.
En un set de media hora, interpretaron temas del flamante álbum y otros clásicos de su catálogo, como “Shattered” y “Jumpin’ Jack Flash”, y hacia el final, apareció una de las invitadas del disco, Lady Gaga, para compartir “Sweet Sound of Heaven”, que sonó por primera vez en vivo y que integra el nuevo disco.
Mientras tanto, los fans disfrutaron desde las plataformas digitales. A la medianoche de cada país el disco apareció como por arte de magia. De la docena de tracks que se eligieron para la mezcla final, hubo dos que la banda seleccionó para promocionar esta nueva producción y hubo otros dos que se filtraron y anduvieron circulando de manera pirata por las redes. Pero lo cierto es que no se le dio tanta trascendencia a esto. El foco de atención estuvo puesto, durante los últimos meses, en la expectativa por cualquier indicio que llevara a los fans al reino de The Rolling Stones. Y este viernes finalmente se conoció el álbum completo, que suena, ni más ni menos, que a la celebración de seguir haciendo música a los 80 (Jagger ya los cumplió; Richards lo cumplirá en diciembre próximo), con colaboradores que aportar un poco de juventud al proyecto pero también con la estética stone inalterada, y con una serie de invitados estelares que le dan una cuota extra al lanzamiento. Especialmente al de las canciones por separado. Luego, el oyente podrá evaluar cuál ha sido el aporte de los invitados en términos artísticos, para el contexto actual del negocio de la industria musical y lo que representa, cada uno, en este disco: Lady Gaga, Elton John, Stevie Wonder y, sobre todo, Paul McCartney.
“Angry”,”Get Close” (feat. Elton John), ”Depending On You”, ”Bite My Head Off” (feat. Paul McCartney), ”Whole Wide World”, ”Dreamy Sky”, “Mess it Up”, ”Live By The Sword” (feat. Elton John), “Driving Me Too Hard”, ”Tel Me Straight”, “Sweet Sound Of Heaven” (feat. Lady Gaga y Stevie Wonder) y “Rolling Stone Blues”. Así quedó la lista definitiva que ya estaba editada en plataformas de música, desde hace varias semanas, pero sin sus respectivos links a las canciones.
Los anticipos oficiales fueron “Angry”, primero, y luego “Sweet Sound Of Heaven”, con las participaciones de Lady Gaga y de Stevie Wonder en teclados. De esta última surgieron dos versiones, una “extended” que parece terminar y luego reavivarse a partir de una improvisación vocal de Gaga y Jagger.
Rock en estado puro, “estoniano” y con los pequeños matices que se pueden encontrar a lo largo de su discografía. Así como “Angry” es una especie de nave insignia que apareció como primer corte de difusión de cara, incluso, a una apuesta fuerte de shows de alguna futura gira, temas como “Live By The Sword” generan una complicidad extrema con los fans. Quien tocó el bajo en esa canción fue Bill Wyman (histórico bajista del grupo, aunque dejó la formación hace casi tres décadas), y la batería que suena es un registro que hizo (antes de su muerte, obviamente) Charlie Watts. Como yapa aparece Sir Elton John.
Y así transcurre el álbum, con sus cambios de velocidad y de ritmo que bajan el pulso (en “Driving Me Too Hard”) y con temas que resultan lo más potente de la producción (”Bite My Head Off”). Esta pieza, donde participa McCartney, tiene la contundencia que declama el título de la canción y parece un viaje al punk, un poco norteamericano, otro poco inglés. El tema es todo para adelante. La diferencia (algo que el punk nunca tuvo) son los “sincopados Richards” que le dan el swing especial y un solo de guitarra (otro elemento “anti” punky).
Por otro lado, casi en contraste, hay cierta melancolía y sabores agridulces. Así suena “Whole Wide World” (no confundir con aquel que, con el mismo nombre, firmó Wreckless Eric, allá por la década del setenta). El de los stones dice: “Las calles por las que solía caminar están llenas de vidrios rotos. A todas partes donde miro, hay recuerdos de mi pasado. Cuando las calles de Londres nunca prometen mucho (...) sólo tus sueños son aplastados. Cuando todo el mundo está en tu contra y estás parado bajo la lluvia, cuando todos tus amigos te han decepcionado... levantemos una copa”.
Hay más variantes: “Mess It Up”, con su toque disco music y falsetto incluido; “Dreamy Sky” y sus slides de guitarra; “Tell Me Straight” con la voz de Richards y, finalmente, el lentísimo “Rolling Stone Blues”, que sirve para ponerle el broche al disco y parece un viaje a las más profundas influencias que el grupo ha tenido, desde sus inicios, al otro lado del Atlántico.
Entre esta docena están los temas que se habían filtrado. A diferencia de esas grabaciones piratas de baja calidad, ahora se puede apreciar con su sonido ideal, prueba de que (para los que no quisieron escuchar las versiones “robadas”) ha valido la pena la espera. En “Get Close” se escucha uno de esos clásicos riffs Richards en su plenitud, con sus acordes largos y abiertos, tan bellos, tan característicos, sobre una construcción muy “primal” que también ha sido una marca de agua en la producción musical del grupo. Y en “Depending Of You” sobresale el estilo stone para la creación de esas canciones que oscilan entre la balada y el “midtempo”.
En cuanto a resultado final, probablemente se ciña a la explicación que el propio Jagger estaba buscando cuando le transmitió al productor Andrew Watt lo que quería: “Andy es un productor pop al que le encanta el rock’n’roll. No estoy tratando de hacer que los Rolling Stones no suenen como los Rolling Stones. Eso sería realmente estúpido, especialmente después de no publicar un álbum durante tanto tiempo. Pero la tentación que tienen muchos productores es rehacer su álbum favorito de los Stones. Tuve que decirle a Andy: ‘Aquí no haremos Sticky Fingers Mark II. Algunas referencias están bien. Muchas referencias, no’”.
Hackney Diamonds fue grabado en varias salas del Reino Unido y los Estados Unidos: Henson Recording Studios, Los Angeles; Metropolis Studios, Londres; Sanctuary Studios, Nassau, Bahamas; Electric Lady Studios, New York; The Hit Factory/Germano Studios, New York.
Crónica de un disco (muy) anticipado
El primer anuncio que la banda había hecho para este lanzamiento fue el alimento ideal para perros sabueso. El equipo de comunicación de la banda optó por dejar la primera pista en Hackney Gazette, periódico del municipio de Hackney, ubicado al nordeste de Londres. El aviso en cuestión, publicado el 17 de agosto, con un diseño antiguo, hablaba de una empresa que se promocionaba a sí misma como “especialista en reparación de vidrio”. Pero cuando se observaba el texto en detalle comenzaban a surgir algunas pistas que apuntaron al nuevo álbum. De hecho, días después, mediante libre asociación incluso se pudo conectar aquello de la reparación de vidrio con el arte de tapa del álbum, donde aparece un diamante en forma de corazón que es estallado en pedazos por un puñal. Los restos que vuelan, más allá del título del álbum, también parecen trozos de vidrio.
El primero de los datos era la lengua stone que aparecía como reemplazo del punto de la “i” de la palabra Diamonds. Luego, el texto incluyó varios títulos de las canciones más famosas del grupo: “(I Can’t Get No) Satisfaction”, “Gimme Shelter” y “Shattered”. La tipografía que fue utilizada para Hackney Diamonds también es la que se usó para el álbum de 1978 Some Girls y el anuncio, además, decía que la empresa se estableció en 1962, el mismo año en que se formó el grupo. Por último, en el enlace a su sitio web se pudo encontrar una referencia a Universal Music Group, que maneja el catálogo de la banda. Todos los que se suscribieron era direccionados a un email de esta compañía.
Semanas después, casi como una especie de paso de comedia, se pudo ver al presentador de la tevé norteamericana Jimmy Fallon cuando recibió un llamado de los Rolling Stones (como si fuera al teléfono con el que El Comisionado Gordon se comunicaba con Batman, solo que éste era de color negro y estaba lleno de polvo) para convocarlo a una entrevista, días después, en una sala ubicada en Hackney, en las afueras de Londres. Allí estuvo el enterteiner, a la hora señalada, el 6 de septiembre pasado, para charlar con los músicos y presentar “Angry”, tema con el que dieron la primera aproximación al disco. Todo muy old school, con sus conocidos riff de guitarra y un video en donde se ve a una chica enfundada en ropa sexy (corsé y pollera de cuero con apliques plateados), recostada sobre el baúl de una cupé Mercedes clase SL roja, descapotable, que circula por las calles de Los Ángeles. Mientras tanto, en cada cartel de publicidad estática se ve a los Rolling que toman vida (son representaciones de distintas épocas de la banda). Gracias a la joven y bella actriz Sydney Sweeney o a la atracción que todavía siguen ejerciendo los octogenarios stones, el video tiene más de 19 millones de reproducciones. Para los que viven de las cuentas del negocio de la música, habría que esperar algunos días para tener una idea de la performance real en el mundo virtual que tendrán los stones con este nuevo lanzamiento.
Por supuesto que la cosa no termina aquí. Incluso, habrá más lanzamientos individuales y acciones de promoción. La más cercana sucederá el próximo fin de semana. El 28 de este mes está agendado el clásico ibérico del fútbol. El Barça y el Real Madrid jugarán en el Estadio Lluís Companys. Mediante un acuerdo del club de fútbol con Spotify los jugadores del equipo culé llevarán la lengua stone impresa en sus camisetas. Todo sea por una buena promoción del álbum. ¿Acaso en las oficinas de Spotify querrán que el lanzamiento compita con las canciones de los más jóvenes creadores de la generación centennial, que crecen en cifras de manera exponencial? Más allá de cualquier especulación, el anuncio fue acompañado por un simpático vídeo.
Fin de este capítulo.
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