
Colorida música de la Banda Hermética
Presentación de El calendario de los sonidos , de Banda Hermética , con Federico Núñez en clarinete, Federico Jaureguiberry en saxo alto, Bernardo Casagrande en saxo tenor, Joaquín Pérez en flauta traversa, Ana Archetti en piano, guitarra, acordeón y voz, Mariel Barreña en voz, piano y acordeón, Marcos Archetti en bajo, Mariano Cantero en batería y Pili Peralta en percusión. Con Juan de Leone en flauta y Martín Pantyrer en saxo barítono como invitados. Próximo show, hoy, a las 22, en Notorious, Callao 966 con el Mono Fontana, Marcos Cabezaz y Beto Caletti como invitados, y el jueves, a las 21, en el teatro Coliseo Podestá, calle 10, entre 46 y 47, de La Plata.
Nuestra opinión: bueno
Banda Hermética, evocadora de la música de Hermeto Pascoal, presentó su primer disco, El calendario de los sonidos , tomados del original Calendario do som , del músico y compositor brasileño, con una cierta rigurosidad pero con un afán lúdico tan fuerte como el del genial albino. El resultado fue un encuentro interesante, con pasajes lúcidos tanto en lo colectivo como también algunas individualidades, como la del clarinetista Federico Núñez.
La llamada Música Universal de Hermeto muestra diferentes colores armónicos y una rica predisposición a la construcción de climas con una presencia rítmica muy contundente. Precisamente, en estos tres campos, el grupo argentino, dirigido por el bajista Marcos Archetti, mostró ductilidad y convicción.
Como todo calendario, los temas tienen nombres de los días del año; Así, por ejemplo, "24 de octubre" mostró la fluidez de este grupo para ir desarrollando, paso a paso, un intrincado caleidoscopio de sonidos que, una vez surgidos, se apagaban en busca del siguiente. Una suerte de sábana sonora con un complejo ensamble tímbrico y una fortaleza rítmica sustentada por el bajista y Mariano Cantero en la batería y Pili Peralta en percusión.
"12 de octubre" tiene una forma baladística de mucha riqueza en timbres. Aquí, hay un arreglo de los vientos que va mutando hacia las voces de las cantantes, que parecen continuar con esa atmósfera generada desde los saxos, el clarinete y la flauta traversa. El grupo mostró una inclinación hacia la faz melódica, aunque atravesada por diferentes ritmos como el frevo y el choro, entre otros.
A lo largo de la noche se percibió claramente el equilibrio entre el set melódico y la sección rítmica. Dos partes potentes, centrales, que tienen una presencia muy marcada y, sin embargo, no hubo molestas invasiones. Siguieron con "4 de noviembre", en el que tras edificar desde los vientos una atmósfera colorida, desde el piano comenzó a tejerse un motivo que puso una suave obsesión sobre la música que respondió a dos mandatos: un férreo riff y el vuelo melódico. Quizá, como en ningún otro tema, asomaron los contrastes entre ambas secciones, que mostraron a una agrupación madura. Banda Hermética refleja claramente la riqueza de propuestas que posee la escena.