La cuarentena para Color —la Dj, cantante y creadora de la Fiesta Sudan, un espacio de reggaetón y otros géneros de música urbana— empezó una semana antes, cuando se suspendieron recitales, fiestas y boliches. Esa noche tenía que tocar y terminó en su casa, pensando en lo que le habían contado sus amigos que viven en Europa. "Estaba esperando la cuarentena", dice Color, que según su DNI se llama María Hoffman. "Mis amigos que viven afuera me venían avisando onda 'hace dos semanas nos cagábamos de risa y hoy se mueren mil personas por día'".
Color representa uno de los sectores de la industria del entretenimiento, la de las fiestas y boliches, que más afectado se ve por el aislamiento social que originó el coronavirus. Los DJs, como los dueños de las discotecas, suponen que serán los últimos en volver a trabajar. "Me angustia mucho y me preocupa".
¿Cómo llevás este momento donde no podés trabajar por la cuarentena?
Estoy en el fucking horno. Cambié unos dólares que me entraron de unas reproducciones y estoy con los últimos centavos. Para lo básico, como comer, estoy okey, pero para pagar todo lo demás no tengo ni idea. Estoy bastante con la cabeza en eso. Si bien entiendo que nadie va a pagar casi nada estos meses, me preocupa mucho el después. Yo vivo de las fiestas y de tocar. Y eso va a ser lo último que vuelva y no sé si eso no va a ser en septiembre recién. Si es así me tengo que replantear mi vida entera. De qué voy a vivir.
¿Pensás en algún plan B? ¿Hay otras puertas para abrir dentro de la industria?
Es muy difícil pensar en el futuro. Más en reinventarse. No sé puede hacer mucho. Es como que está todo muy en la nada, esperando que esto pase y sea lo mejor. Al principio me atormenté bastante con estas ideas, ahora estoy tratando de bajar.
¿Este tiempo en casa tratás de usarlo para generar algo de laburo nuevo, como sets o componer canciones?
En lo que es DJ estoy al horno porque toco con las consolas CDJ de Pioneer y no tengo. Me pasé a las CDJ hace un año y nunca se me ocurrió comprarme una porque las ponen los lugares. Ahora me lamento mucho porque no tengo equipos para hacer aunque sea una transmisión en vivo. Respecto a componer tengo la cabeza bastante en la mierda como para eso. Y también me hice la mala costumbre de componer en el estudio. No me sale laburar sin mi equipo de productores y me gusta improvisar en ese momento. Me gusta el momento del estudio porque te desafía. Y estar limitada técnicamente me la baja para entrar en clima.
Tenés mucha presencia en Instagram y este tiempo de cuarentena se generaron muchas críticas para los contenidos que se están subiendo: a los que cocinan, a los que hacen rutinas, etc. ¿Cómo analizas eso?
La gente está rompiendo mucho las bolas porque estamos todos al pedo y aburridos. No los juzgo, pero me parece que está mal que no dejen que la persona pase este momento como mejor pueda. Nos estamos odiando porque cada uno pasa esto como puede. Si bien es horrible lo que está pasando, era muy necesario. Es como si el mundo nos estuviera mandando a nuestras casas a pensar qué estamos haciendo.
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