Cinco discos para volver a escuchar antes de que termine el año

Diciembre es un mes de costumbres. Las despedidas, las fiestas, el verano y...¡los balances! Pero antes de que lleguen ellos y esas listas tentadoras que nos muestran cuánta música se editó en la temporada y no llegó a nuestros oídos, rescatamos cinco discos que despertaron nuestra atención: el regreso discográfico de los príncipes del brit-pop, Blur; la obra maestra y psicodélica de My Morning Jacket; el singular cruce entre Franz Ferdinand y la legendaria banda de culto norteamericana Sparks; la nueva criatura de Björk y el tercer álbum de nuestra Loli Molina.

The Waterfall, My Morning Jacket

Entre el folk épico de Mumford &Sons y un pop cristalino, así se mueve en el comienzo The Waterfall, la obra más lograda y extraña de esta banda norteamericana que ya pasó los 15 años de trayectoria. Pero acá nada es lo que parece. De T Rex y Steely Dan a Mercury Rev, la banda liderada por la voz y la pluma de Jim James se empeña en dejar pinceladas de sus influencias y en descolocar al oyente cada vez que este cree que ya entendió de qué va el disco.

Vulnicura, Björk

Ahora completamente independiente, la islandesa comenzó el año con un discazo nuevo, primero editado digitalmente y luego sí en físico. Cada una de sus canciones retrata a su manera el fin del amor y la ruptura con su ex pareja, el padre de su hija de 12 años. Menos angelical, más oscura pero igual de robusta en cuanto a los conceptos que maneja y a su intención de seguir haciendo obra: contemporánea, dinámica y preciosista.

Rubí, Loli Molina

Curioso el caso de esta cantante que dice moverse más cómoda como guitarrista y como compositora que como intérprete de su música. La "descubrió" un sello multinacional, le editó dos discos y, al no lograr los resultados que deseaba, la dejó ir. Rubí es más que su tercer disco, es la obra de una gran artista, un animal que estuvo en cautiverio y supo muy bien cómo reinsertarse en su hábitat natural.

FFS, FFS

Cuando parecía que a los escoceses de Franz Ferdinand se les había mojado la pólvora, salieron a la cancha con los tapones de punta y una jugada maestra: hacer un disco con una banda de culto norteamericana, que ellos admiran, claro está, pero que la mayor parte de su público ignoraba. Se trata de Sparks, el dúo de los hermanos Ron y Russell Mael. Nacieron en Los Angeles en los 70, precedieron a la new wave, siguieron sacando discos con los años y casi que tienen edad para ser padres de los FF. En lo musical el cruce de estas dos bandas mantiene el pulso por la pista de baile que es ley para Alex Kapranos y los suyos... y también para los hermanos Mael. Pura inspiración.

The Magic Whip, Blur

En los últimos años pudimos ver en directo en Buenos Aires primero a Blur en su regreso a los escenarios, luego a Damon Albarn en plan solista y, esta temporada, de nuevo a Blur pero ya con el material de The Magic Whip como excusa. Y cuando una banda que está hecha de pasado demuestra que es capaz de borrar las barreras temporales y competir cara a cara con sus clásicos gracias a un repertorio nuevo, maduro y sólido, entonces no queda otra que dejarse llevar. Es lo que sucede con este regreso al disco de la formación original de estos señores ingleses que se niegan a pasar a cuarteles de invierno.

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