Tras un problema en sus cuerdas vocales, volvía a cantar y se preparaba para festejar los 50 años de carrera; el accidente que tuvo en el teatro Mercedes Sosa de Tucumán, que le provocó la muerte un año después, pudo haberse evitado; aun hoy la causa no tiene una sentencia definitiva; el pedido de justicia de su familia
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2019 prometía ser un gran año para Sergio Denis. El 16 de marzo cumpliría 70 años de edad y cincuenta en la música y tenía pensado festejarlo con lo mejor que sabía hacer, un show en algún lugar grande de Buenos Aires, por qué no un Luna Park o un Gran Rex. Es que además de los aniversarios, había mucho que festejar. Luego de haber estado alejado de la música por problemas en su voz, al fin estaba volviendo a ser él, ese hombre buen mozo, simpático, que se arremangaba el saco, alzaba los brazos y que con su sonrisa hacía vibrar a miles de personas. Sin embargo, el intérprete de hits como “Te quiero tanto”, “Gigante, chiquito”, “Un poco loco” o “La vida vale la pena”, encontró prácticamente su final en el mismo lugar que lo hizo feliz: el escenario.
“Te llamo para despedirme. Pues, hoy, me alejo de tu vida”, se disponía paradójicamente a cantar en el teatro Mercedes Sosa de la provincia de Tucumán cuando al regresar al escenario de la platea resbaló de la pasarela y cayó al foso de orquesta de casi tres metros de altura. Otra paradoja –o quizás no, ya que eso fue lo que permitió que lo auxiliaran rápido- fue que aquel show estaba destinado a personal de la salud y que, incluso Olga Fernández, directora del hospital Ángel C. Padilla donde de inmediato el artista fue trasladado, estaba entre el público.
Héctor Omar Hoffmann, tal era su verdadero nombre, había viajado especialmente para ese show a Tucumán. Ese fatídico domingo habló por teléfono con Mirta Messi, su exesposa y madre de sus hijos Bárbara, Victoria y Federico, con quien mantenía una buena relación a pesar de estar separados desde hacía tres décadas, para avisarle que había llegado. Desde Buenos Aires y al teléfono ella lo notó bien y hasta contento.
“Marzo era un mes de mucho trabajo y eso lo entusiasmaba”, recordó su hija Bárbara en diálogo con LA NACION y agregó: “Cumplía 50 años de carrera y pensaba hacer un show de los grandes que hacía mucho que no hacía. Había tenido poco trabajo por el tema de la falta de voz y ese año tenía mucha expectativa en lo laboral”.
Los 50 años de trayectoria
La última vez que Bárbara habló con su papá fue el 10 de marzo, hacía un tiempo que no se veían porque ella vive en Villa la Angostura, pero en lo personal, Sergio también tenía planes que lo entusiasmaban: “Yo ya tenía el pasaje para viajar con mi hija porque el 16 él cumplía 70 y mi mamá en abril, así que iba a ir a festejar con ambos y estábamos preparando una fiesta con mis hermanos”.
“Estoy muy contento de que voy a verlas (a Bárbara y a su nieta)”, fue una de las últimas frases que escuchó de boca de su papá. Durante los 14 meses que pasaron desde la caída hasta la muerte del cantante, en ningún momento él logró conectar de ninguna forma con su familia, ni hubo respuesta a pesar del esfuerzo de los médicos, de la rehabilitación y la medicación.
Pasadas las 21 del 11 de marzo del 2019, Sergio subió al escenario del teatro Mercedes Sosa presentado por el entonces gobernador de Tucumán, Juan Manzur, a hacer lo que más felicidad le daba: cantar. Pantalón blanco, camisa a tono y saco rojo, había caminado hacia la platea para estar más cerca de la gente y pasadas las 22, mientras entonaba “Te llamo para despedirme”, se dirigió al escenario y en el camino cayó al foso de orquesta, de casi tres metros de altura. De inmediato gente del público, empleados de sanidad, lo socorrieron y mientras era trasladado al hospital de la zona, Emilio Valle, su tecladista de toda la vida llamó a Mirta, la mamá de los hijos de Sergio.
“Ella me avisó a mí. Creíamos que era algo leve, ‘se cayó, lo internaron’, nos llegaron a decir’, pensamos que se habría tropezado y caído en el escenario, no desde el escenario. Después nos enteramos de que había caído a un foso de orquesta de tres metros, destapado”, recordó Bárbara. En ese momento sus hermanos viajaron a Tucumán para acompañarlo y al día siguiente apenas pudo, lo hizo ella también.
El 13 de abril de ese año, Sergio Denis fue trasladado por un avión sanitario a Buenos Aires, al Sanatorio de los Arcos, donde le realizaron varias intervenciones y, un mes después, la familia dispuso su traslado al centro de rehabilitación ALCLA, en Belgrano, donde sus seres queridos lo visitaban a diario. El 15 de mayo del año siguiente, su hijo Federico confirmó a través de sus redes sociales el peor de los desenlaces: “Hasta siempre viejo. Gracias por tanto. Todos los que te queremos de verdad”.
“Siento que se hará justicia, tenemos la esperanza y la gente que lo sigue también, de que esta causa se elevará a juicio. Estamos a la espera”, dijo y sobre cómo quiere que se recuerde a su papá, cerró: “Como le hubiera gustado, pienso en los mensajes que nos mandan y en que su música se escucha, quiero que esto no quede en el olvido y el resto se hace solo. Tuvo una vida llena de éxitos y hits y sus canciones se escuchan en todos lados, series, comerciales, canchas y es eso lo que él quería, que su música trascienda”.
Una causa que continúa esperando
Tras el 15 de mayo de 2020, la familia del cantante decidió iniciar acciones legales contra el teatro, ya que consideran que la caída no fue un accidente y que se podría haber evitado. Al día de hoy, Bárbara, Victoria y Federico, los hijos del músico representados por Diego Colombo, abogado y amigo de la familia, continúan con su pedido de justicia y esperan que Raúl Armisen, el único imputado por homicidio y aún hoy encargado del teatro Mercedes Sosa, sea llevado a juicio.
En diciembre, días antes de que comenzara la feria judicial, el imputado declaró y, según dijo Colombo, apuntó contra la víctima. En diálogo con LA NACION, el letrado agregó: “Demora porque apuntan a decir y sostener que Sergio no estaba en condiciones de actuar ese día, sumado a que Raúl Armisen en su declaración dice que él aceptó actuar en las condiciones del teatro y la pasarela. Dos falsedades, Sergio estaba en condiciones y así lo demuestra el video que hicimos analizar para que se vea que tiene movimiento normal y que cae producto de que la pasarela no estaba señalizada, no tenía baranda y era ilegal”, dijo contundente y recordó que pidió que llamaran a declarar al por entonces gobernador de Tucumán, Juan Manzur y a la ministra de Salud, la doctora Rossana Chala. “Estuvieron con él antes y como médicos y funcionarios si estaba en riesgo él o terceros, deberían haber impedido que actuara”.
Respecto a que el cantante aceptó actuar en el lugar a pesar de las condiciones de la sala, el abogado aseguró que dicho punto también es falso, ya que antes de salir a escena “ningún cantautor tiene conocimiento de las condiciones del lugar, si es ilegal o no, si están los planos aprobados o qué dice Defensa Civil, ya que los contratan y actúan”.
“Todo esto es insostenible como excusa absolutoria y son cuestiones que van sumando para impedir que se eleve a juicio al principal imputado, quien fuera titular del teatro y que vergonzosamente lo sigue siendo; nunca fue removido ni suspendido”, agregó Colombo.
Entre las pruebas más fuertes está un documento firmado por Defensa Civil dos días después del accidente que asegura que la pasarela por donde Sergio cruzó el foso de orquesta desde la platea hacia el escenario y desde donde cayó a casi tres metros de profundidad, no estaba habilitada.
“Habiendo tomado conocimiento de que en la sala del teatro se construyó una pasarela -puente por sobre el foso de orquesta, desde el sector de las plateas hacia el escenario que no fue declarada en la documentación técnica presentada mediante expediente. Por lo tanto deberá abstenerse de realizar cualquier tipo de evento en el teatro Mercedes Sosa, bajo exclusiva responsabilidad de las autoridades de ese Ente Autárquico, hasta tanto no se elimine la construcción realizada posteriormente”, reza el documento. Dicho y hecho, meses después el foso se tapó en una obra que, según Armisen, estaba prevista desde antes de aquel fatídico 11 de marzo, pero que en ese momento no contaba con autorización.
A cinco años de la fatal caída, Colombo aseguró: “Pretenden con excusas infundadas correr la responsabilidad sobre cuestiones no probadas, cuando lo que sí está probado es que Defensa Civil, que tiene el poder de policía, dice que no se puede actuar en el teatro en esas condiciones, responsabilizando a quien permita que se hagan funciones en el lugar. ¿Ahora la culpa la tiene la victima?”.
La próxima novedad en la causa tendrá que ver con la decisión que tome el juez: elevar a juicio a Armisen bajo la imputación por homicidio o absolverlo. En el último de los casos, la familia de Denis y su abogado aseguraron que apelarán a la Cámara de Tucumán, a la Corte Suprema provincial y de ser necesario a la Corte Suprema de la Nación, en pos de su único reclamo desde hace cinco años: “¡Justicia por Sergio!”.
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