Carlitos Balá, la risa de una generación
Acaba de grabar un nuevo CD en el que participan, entre otros, Alfredo Casero y Alejandro Lerner
La fuerza del cariño todo lo puede. Esteban Farfán, más conocido como el director del videoclip "Shimauta", de Alfredo Casero, es fanático de Carlitos Balá, como diría su ídolo, desde chiquitiiito. Sólo para que Balá estuviera otra vez en los quioscos creó la revista PlanTV y le dedicó la primera portada. Después, escribió su biografía autorizada, pero por ahora está inédita. Y por último, hace unos meses, con Alfredo Casero como alma pater , le propuso a Sony la edición de un disco de Balá. Y Sony dijo sí.
Desde aquel "sí", Casero empezó a enloquecer a los directivos de la compañía. Dicen que interrumpía las reuniones y llamaba por teléfono a Farfán: "Acá estoy con los ejecutivos de la Sony, que se van a dejar todos el flequillo. Y el disco va con una bolsita que trae la careta y un revipóster".
Tanta insistencia no podía dar otro resultado: "¡Aquí llegó Balá!" es un hecho. Y tanto fanatismo no podía ser de unos pocos: los Auténticos Decadentes, Mariana Fabbiani, Miliki, Pipo Cipolatti, Carozo y Narizota, Alejandro Lerner y Alfredo Casero, entre otros, quisieron cantar junto a Carlitos. Así que ya mismo y sin cambiar de andén, LA NACION fue a hablar con este personaje que hizo reír a tantas generaciones. Y como el movimiento se demuestra andando...
Perfeccionista del humor
Carlitos Balá se define como "hincha", es decir, un perfeccionista. Para él, el humor no es algo que se hace a la bartola sino una suma de precisiones. "El drama lo hacen en serio -comenta-. Pero con la comicidad, acá en la Argentina, no buscan la perfección, cerrás una puerta y se mueve todo el decorado... Eso es una rascada . Y a esta altura de mi vida yo no puedo descender. Cuando yo hago un sumbudrule , el actor tiene que darse vuelta cuando pronuncio la "e". Antes no. Porque en la "e" yo saco la mano y me rasco la cabeza y miro para otro lado. Es cuestión de segundos."
Balá es tan profesional como apasionado por su vocación: hacer reír es su misión en la vida. "Lo hice treinta años gratis, hasta que empecé a trabajar en "La Revista Dislocada". Así que imaginate", señala.
Grabar con tantos muchachos que pasaron los 30 y que fueron su público devoto es una gran satisfacción. Sin embargo, atento a la situación económica, junto con el entusiasmo de volver a un estudio -"como en tiempos de Microfon y ahora acompañado de figuras"- Carlitos piensa que es una época difícil para vender un disco aunque se considera "un tipo de stock", que no pasa de moda. De todos maneras, Carlitos se preocupa y la verdad es que uno no quisiera verlo preocupado.
Alguien contó que "Siempre amigo fiel", una canción que hace solo, fue la más difícil de grabar. Tanta era la emoción que lo invadía que no podía seguir. La letra del tema es, además de una forma de decir gracias, un pedido a los chicos para que no lo olviden.
-¿De verdad tiene miedo de que lo olviden?
-No. Miedo no. Pero lo pienso. ¿Y si me olvidaran? No sé. Cuando me olviden ya estaré muerto. Pero el argentino es un poquitito injusto. Sandrini ya murió. A Biondi, si no lo pasan en Volver... O te recuerdan si triunfás en otro país, como Lalo Schiffrin. Lo que a veces pienso es que no tendría que haber sido tan cómodo. Si no hubiera sido tan quedado, a lo mejor hoy estaría trabajando en Miami, me conocerían en Venezuela, México, Colombia, España...
-Como a Les Luthiers...
-Funcionan una barbaridad. Son muy cultos, muy serios. Me hubiera gustado trabajar con ellos. Aunque no toco instrumentos. Toco la armónica. Ya me hubieran hecho una armónica medio psicodélica.
-En realidad se lo recuerda como artista infantil, pero usted es un actor de comedia.
-Bueno, la gente me encasilló como artista de niños, pero en un sketch yo hago el trabajo de un actor. El Indeciso, Petronilo, Miserio, son personajes que trabaja un actor. Yo soy más adulto para los chicos, no soy actor de cuentito. "Angueto, quedate quieto" era un sketch con actores.
-¿Por qué no hace teatro en Buenos Aires?
-Me ofrecieron hacer algo con Pipo Pescador o una gira solo por todo el país. Pero yo con el circo estoy muy familiarizado. Tenemos el equipo armado. Es más sacrificado, te imaginás que si yo hiciera teatro en la calle Corrientes, voy en cinco minutos, duermo en mi casa, no tengo que ir a hoteles, más en invierno... Yo ya tengo 76 años, no estoy para hacerme el pibe. Decí que soy cuidadoso, tomo mis vitaminas, me resguardo del frío, yo no te camino dos cuadras cuando tengo que actuar. Uno no se puede enfermar y suspender una función porque los chicos lloran.
-Si el olvido argentino fuera tan fuerte, los chicos no le seguirían mandando cartas como ahora.
-Claro, porque los padres son los que me recuerdan.
Carlitos invita a LA NACION a que lo siga. "Síganme nos dijeron y mirá a dónde nos fuimos", se ríe. Se dirige al escritorio, abre una puerta. Tiene biblioratos enteros de "Cartas recibidas". Son de fecha reciente, larguísimas. Y dicen: "Carlitos mandame un beso. Tengo cuatro años", "Estuve el domingo en tu circo y como me gustó y me divertí muchísimo le pedí a mi mamá que me trajera otra vez", "Tengo un hermano de 24 años y cuando era chiquito mi mamá lo llevó a verte al Club Independiente y te dejó el chupetito", "Tengo una adivinanza, ¿querés decirla al público?".
Si por sus fanáticos fuera, Carlitos nunca se quedará sin letra. A esos seguidores está destinado este último trabajo. "¡Aquí llegó Balá!" saldrá a la venta a principios de julio, y contiene una decena de canciones de las más queridas por el cómico, que confiesa: "Tengo más de cien escritas, pero siempre canto las mismas, las que más me gustan".
"¡Aquí llegó Balá!" es algo así como un anuncio de llegada. La sensación, por estas cosas de la vida, es que Carlitos nunca se fue.
Carozo y Narizota
Los técnicos del estudio de grabación no lo podían creer: Carozo y Narizota iban a grabar en su estudio. José Luis Telecher llevó a sus dos creaciones y todos trabajaron. Los personajes cantaron en el micrófono y solicitaron auriculares para monitorear la grabación. Antes y después del tema, los técnicos de la Sony se sacaron fotos con ambos. El tema elegido para la dupla –actuales estrellas de Crónica TV– fue “Otra vuelta de calesita”. Lo hicieron como profesionales, pero, eso sí, se pelearon antes de cantar, mientras estuvieron cantando y, como no podía ser de otra manera, cuando terminaron de cantar.
Casero, quedate quieto
“Aquí llegó Balá, Balá, Balá, el show va a comenzar, ya llegó, ya llegó.” La canción se escuchaba a una cuadra de distancia. Así anduvo Alfredo Casero durante toda una semana cuando supo que iba a grabar con Balá. Con una copia del disco de los años 70 en el estereo del auto, aparecía con las ventanillas bajas y las canciones de Balá a todo volumen. “Angueto quedate quieto” es el tema que comparten en el disco. Más un sketch en el que Balá pasea al perro invisible y se cruza con un vecino, Casero. Además del actor, participa su perro, interpretando a Angueto. Así figurará en el disco: “Guauses: Leoncio”.
Miliki, un amigo de siempre
Cuando Gaby, Fofó y Miliki eran desconocidos en la Argentina, no podían lograr que los recibieran en ningún programa de televisión. Era 1971 y los había traído Goar Mestre y confiaba en que serían un éxito. El único que les dio un espacio fue Carlitos Balá en su “Circus Show”. Después los tuvo como artistas fijos y él mismo los presentaba como la atracción principal de su programa. La carrera de los payasos españoles después pegó el salto. Cuando Miliki se enteró de que Carlitos volvía a grabar, le mandó su voz, desde España, para “El profesor distraído”. La canción tiene algunos agregados, cosecha de Miliki.
Los Auténticos Decadentes
Los doce integrantes de Los Decadentes grabaron con Carlitos. Unos le contaron que de chiquitos se cortaban el pelo como él. Otros, que dejaron el chupete en el chupetómetro. Cucho, que le puso la voz a “El show de Carlitos”, recordó el día en que salió corriendo y gritando: “Mamá, mamá, salí en la tribuna de Balá”. Fue su primera aparición en televisión, estaba entre los cientos de chicos que iban al programa. Los Decadentes tienen la fantasía de que un lanzamiento de uno de sus discos sea en el escenario del Circo de Balá. Balá ya les dijo que sí. Todos llevaron cámara de fotos, y uno por uno se fotografió con su ídolo.
Una cuota de jazz
¿Cómo, Carlitos Balá vuelve? se preguntaron al unísono el guitarrista Ricardo Lew y el saxo alto Hugo Pierre ante una llamada del músico y arreglador Mike Rivas para grabar un “enganchado” con el legendario humorista.
En realidad, la llamada a estos escuderos del género, como lo son Lew, Pierre, el Zurdo Roitzner y el trompetista Juan Cruz de Urquiza, respondió a un pedido expreso de otro humorista que iba a acompañar a Balá en “Pot-Pou-rri Balá”: el actor, compositor y cantante Alfredo Casero.
La idea fue que suene igual a la versión grabada en 1979 con la orquesta estable de ATC, de ahí que se llamó a los músicos que habían intervenido en aquella oportunidad.
“Se grabó en tres sesiones. Primero fue la sección rítmica: Roitzner, el bajista Emilio Valle y yo; luego le agregaron los caños (Pierre y Urquiza) y el teclado a cargo de Rivas y, después, las voces”, contó Lew. Dicen que si bien la música estaba escrita y no había espacio para improvisaciones, el sonido de la banda musical parece surgido de Nueva York, dado por ese inconfundible tono jazzístico que tiene el grupo de músicos. “Cada tema del disco tiene su mood, es decir, la sonoridad que dan los músicos que lo interpretan. El tono de este meddley es, sin duda, jazzístico”, agregó Lew.
Soledad no quiso
Soledad fue convocada para estar en “Aquí llegó Balá”. Parece que primero dijo sí, pero luego dijo no. Cesar Isella, su representante, explicó a LA NACION que el motivo de la negativa fue simplemente la abultada agenda de la joven cantante. Sin embargo, no descartó que próximamente Soledad incursione en el mismo género, es decir, que grabe por su parte un disco infantil.