Jack White usó hasta tres bateristas por canción en las sesiones digitales de su nuevo disco, Boarding House Reach. Pero en los recitales, necesita solo a una persona para hacerse cargo de todo: Carla Azar. Los ritmos rápidos y densos de esta baterista de Los Ángeles ayudan a energizar el material más innovador de White en años, como la instrumental "Respect Commander". White está maravillado con cómo Azar es capaz de operar el sampler mientras toca la batería junto a los loops pregrabados: "Ella ataca estas canciones de una manera novedosa y genial. En serio, es completamente temeraria".
White y Azar se conocen desde hace mucho tiempo: la banda de rock alternativo de ella, Autolux, teloneó a los White Stripes en el Roseland Ballroom en Nueva York en 2003. Ayudó a White a grabar su primer disco solista ocho años después, y se sumó a The Peacock, su grupo de acompañamiento formado por todas mujeres, en la gira que vino más tarde, pero considera que esta serie de shows es un nuevo desafío. "Tocar con Jack es como un huracán de Categoría 5", dice. "Jack golpea la batería y la tira, la gente la tiene que volver a armar, y yo ni me doy cuenta."
Para su siguiente gira, White está considerando que las cosas sean aún más caóticas. "Quizás se le ocurra una gira donde los músicos no puedan hablarse entre sí", dice, pensando en voz alta. "Ese sería un buen experimento."
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