Calle soledad, clásicos y estrenos
MADRID.- A casi cuatro décadas de que "Porque te vas" sonara en la película Cría cuervos y a seis años de su último álbum de estudio, José Luis Perales sorprendió el pasado mes de abril con un nuevo trabajo: Calle soledad , producido por su hijo Pablo al igual que el precedente, Navegando por ti .
Con Calle soledad , el cantautor de 67 años de edad (vendedor de más de 50 millones de discos en todo el mundo) confirma que suele ser mejor su calidad como intérprete de canciones propias que como compositor de éxitos para estrellas, como Raphael, Paloma San Basilio o Isabel Pantoja. Y que, así como hay buenos o malos músicos de rock o de jazz, él es un muy digno exponente de la balada romántica, esa escuela en la que descollara uno de sus máximos ídolos : Charles Aznavour. Más de una canción del nuevo disco (la delicada "Cómo duele el aire", por ejemplo) refrenda esta filiación, que se remonta a los tiempos de "Y te vas" (1975), cuyos acordeones rendían tributo no sólo a Aznavour, sino a Jacques Brel y Gilbert Bécaud.
Las letras de Calle soledad hablan, entre otras cosas, de vínculos amorosos, de rupturas y soledades y de "por qué seguir viviendo", algo que ya ocurría en "Que más quisiera yo" (canción del disco anterior). El primer tema, "Breve como la luz", es una lección de cómo puede actualizarse el sonido de Perales con eficaces guitarras eléctricas, con una poderosa base rítmica, sin que por ello pierda un ápice de emoción. Al lado de composiciones como "Una canción llamada soledad", "Olvídame si puedes" o "Aún te quiero", que hacen guiños al pop, al blues y al folk, respectivamente, puede hallarse una balada más desnuda y hasta un poco serratiana, como "Nunca sabré". El álbum incluye otros puntos altos como "El invierno" (la canción favorita del propio Perales), "Canción para Manuela" (dedicada a su nieta), o la rítmica y pegadiza "Morir por ti", que el español estrenó el pasado verano en el Festival de Viña del Mar, donde fue presidente del jurado.
Proveniente de un pueblo situado unos sesenta kilómetros de la ciudad de Cuenca (Castejón, también conocido como El Balcón de la Alcarría), Perales dijo en una reciente entrevista que " Calle soledad es una metáfora, pero también una realidad porque siempre la soledad me ha acompañado a la hora de escribir? La soledad de la Alcarría donde he escrito todas mis canciones".
Mezclado en Suecia y masterizado en Nueva York, con arreglos del pianista cubano Iván "Melón" Lewis y del guitarrista español Borja Montenegro, Calle s oledad ha salido a la venta en digipack, con un DVD que incluye el making del disco y algunas canciones en vivo, y es el segundo álbum consecutivo de Perales en el sello Universal, tras un largo vínculo con Sony Music.
Un artículo publicado hace poco en La Gaceta de Madrid analiza el exitoso e inspirado retorno de Perales en el contexto actual de la música española y lo compara con la asombrosa vigencia de otros viejos "sobrevivientes" como Serrat, Julio Iglesias, Mocedades, Víctor Manuel o el Dúo Dinámico. Lo singular de Perales, como se ocupa de subrayar el artículo, es su asombrosa capacidad para desaparecer y reaparecer de la escena. Pero esto no significa que entre tanto deje de trabajar. En 2009 escribió un álbum entero ( Propiedad de nadie ) para la cantante Rosa López, algo nada asombroso en el caso de alguien que empezó como compositor para otros intérpretes y dio después un paso al frente, como cantante, algo contra su voluntad.
La Argentina ha tenido un romance particular con Perales desde aquel paso al frente y desde aquella elegante canción titulada "Celos de mi guitarra" (1973), que le valió su primer disco de oro. La banda Attaque 77 hizo con "Porque te vas" una versión levemente punk (muchísimo más respetuosa que el "A mí manera", de los Sex Pistols) y el último álbum en vivo del español fue grabado en julio de 2008, en el Gran Rex de Buenos Aires.
El tramo inicial de la gira presentación de Calle soledad se limitó a España, donde Perales colmó, entre otros, el teatro Rialto de Madrid y el Palau de la Música de Barcelona. A partir de octubre, recorrerá América latina y Estados Unidos con más de cuarenta conciertos; el 11 de octubre estará nuevamente en el Rex. Será ocasión de descubrir las once canciones nuevas, entre clásicos como "Quédate conmigo" o "Un velero llamado libertad".