Cada cual arma su propia aventura
Los obstáculos de quien quiere empezar a escuchar jazz son muy distintos de quien quiere escuchar esa música que llamamos clásica. Los segundos creen que hay que estudiar teoría y saber leer una partitura (nada de eso estará nunca de más, pero no es una condición excluyente). Los primeros no saben cómo orientarse en ese laberinto discográfico que es jazz, un género que, en el comprimido lapso de poco más de un siglo, incluyó estilos radicalmente diversos. ¿Qué tienen en común el swing de Louis Armstrong con el free de Cecil Taylor?
Por su lado, los coleccionistas, a quienes me gustaría llamar "discófilos", colaboran con la confusión. Los "discófilos" son individuos que confunden el saber -y aun peor, la complacencia estética- con la posesión física de objetos (discos), y con la memorización de datos. Son falsos formadores del gusto a quienes les gusta mantener la potestad de un coto privado.
Pero entonces, ¿por dónde empezar? Como con los libros, por donde sea, aunque con una condición necesaria: la curiosidad. Quien no sabe nada y lee a Borges podrá descubrir, si es curioso, a Schopenhauer, a Chesterton, y quien, después, lea a ellos, descubrirá a otros. Todo está conectado. El primer disco que recuerdo haber escuchado con verdadera atención jazzística fue Round About Midnight (1957), de Miles Davis. Tuve suerte, cierto. Estaban allí John Coltrane en saxo tenor, Red Garland en piano, Paul Chambers en contrabajo y Philly Joe Jones en batería. Busqué otros discos con esa misma formación. Completé el primer quinteto, pero descubrí Milestones, el sexteto con Canonball Adderley. Pero claro: Coltrane ocupó después el centro de la escena. Se sigue por Blue Train y uno descubre al trompetista Lee Morgan, y de la fascinación por Morgan uno llega a Art Blakey. Pero, por el otro lado, Miles y Coltrane nos llevan a Monk, y aun a Ellington. El jazz es como una larguísima novela familiar. No importa mucho el orden en que cada uno recorra y descubra la genealogía.
Otras noticias de Jazz
Más leídas de Música
Eterno Roberto Carlos. Un artista “de antes” para el que las canciones están por encima de todo lo demás
Tenía 91 años. Murió Quincy Jones, el productor musical que trabajó con Michael Jackson y Frank Sinatra
"Me la jugué". Guillermo Novellis: el hit que todos cantan, por qué La Mosca es “la banda más amarga” y la decisión que cambió su vida
“Cuidado con lo que deseás”. Oasis confirmó su regreso a la Argentina: cuándo y dónde se presentarán