
Bellos sonidos de Varsovia
Presentación de "Varsovia" , en el Buenos Aires Jazz y Otras Músicas. Con Rubén Rada en percusión y voz, Javier Malosetti en bajo y voz, Hernán Jacinto en teclados y Oscar Giunta en batería. El domingo, en el teatro Avenida.
Nuestra opinión: excelente
Una relación musical deslumbrante resultó la de Rubén Rada con el trío de Javier Malosetti que dieron en llamar "Varsovia" y que fue el cierre de la quinta edición de Buenos Aires Jazz y Otras Músicas, en un teatro Avenida a tope. Buena música y un sonido impecable permitieron que el público disfrutara de una de las nuevas propuestas que tiene la ciudad.
Un primer análisis de la música de "Varsovia" demostró una interesante conjunción de estas personalidades que, reunidas sobre el escenario, se potenciaron y lograron una unión artística equilibrada.
Quizá fue por la ductilidad del trío del bajista Javier Malosetti -con dos grandes músicos como Hernán Jacinto en los teclados, sobrio y con un criterio más orientado a desarrollar los cimientos armónicos de la propuesta que a lucirse, y Oscar Giunta, un baterista que combina un swing arrasador con un vocabulario rítmico muy amplio- o quizá por la enorme capacidad del percusionista uruguayo o por ambas razones, lo concreto es que el grupo sonó como si hubiesen estado siempre reunidos.
El repertorio estuvo orientado a resaltar algunas composiciones tanto de Rada como de Malosetti respetando las idiosincrasias personales sin que por ello se resignen estilos. Uno de los aspectos más notorios fue que tanto los temas de candombe como las composiciones más densas del bajista se abordaron con fluidez y espontaneidad.
La noche comenzó con un candombe-canción, en el que Rada propuso un camino conocido: letras costumbristas, aire montevideano y sonoridad espesa. El trío suena a un grupo de fusión de jazz-rock, dirigido de manera colectiva, ya que tiene una forma de interpretación muy abierta; por momentos, suena como si los tres estuviesen improvisando para reunirse compases después en un arreglo ajustado y potente.
Rada, que viene de su Candombe Jazz Tour, se sintió como en casa con la propuesta. En algunos temas hizo de percusionista y en otros cantó con Malosetti. Su dominio de la voz sigue siendo especialmente llamativo. Puede llevar su voz al falsete con una comodidad inusual y un dominio del fraseo importante.
Malosetti tuvo una gran noche; con Rada en el escenario, el bajista no necesitó ocupar un lugar tan protagónico y mostró lo mejor de él mismo, su gran capacidad técnica. Durante el concierto tuvo momentos de diálogo con cada uno de los músicos, en especial, con Giunta con quien tiene una gran química. Precisamente en los diálogos con el colectivo recuerda a Scott La Faro, pero con énfasis muy rítmico y muy inclinado hacia la música negra con un acento muy a gogó. En sus solos incorporó complejas figuras contrapuntísticas que les dieron a las composiciones un toque de marcada modernidad.
El mundo de "Varsovia" es básicamente rítmico, salvo por el canto de Rada que no sólo tiene swing en las congas, también es uno de los grandes cantantes de la actualidad.
Un concierto que embelleció el cierre de este festival que es, a todas luces, de los mejores del Cono Sur.