En diálogo con LA NACION, el líder de la banda, Dan Smith, repasa la historia del grupo que se presentará esta noche en el Luna Park
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Para una banda de cuatro ingleses blancos formados en los años del indie retro, parece casi una contradicción titular a un disco Give Me The Future (Dame el futuro). Pero mucha agua ha pasado bajo el puente desde 2010 y también muchas particularidades hay en la relación de Bastille con aquella escena de garage revival que dominó los principios del siglo XXI. “Los medios no nos entendían”, dice Dan Smith, líder de Bastille, que este miércoles se presentará en el Luna Park en lo que será el primer show propio del grupo en la Argentina, luego de haber debutado en Lollapalooza 2015.
“No éramos una banda de guitarras como el resto, éramos cuatro tipos haciendo un pop cinemático y creo que eso un poco les molestaba a los medios especializados. En el Reino Unido los periodistas de la época eran unos viejos sexistas que denostaban la música pop y estaban obsesionados con el rock y los subgéneros. Tuvimos momentos difíciles pero comparado con las mujeres de la escena, la tuvimos mucho más fácil, obvio”.
Así como lo cuenta Dan Smith, Bastille consolidó un repertorio que va por su cuarto larga duración sumado a mixtapes, remixes y EP en el que generalmente los sintetizadores y la pauta de baile se imponen sobre las guitarras y el pogo. “Queríamos hacer pop desprejuiciado, tener un tema con cuerdas, otro con beats electrónicos, mucha presencia de voces y máquinas”, cuenta Smith. Más de habitación que de garage, las canciones de Bastille tomaban referencias de la ciencia ficción, películas y bandas de sonido. De hecho, su disco más reciente rebalsa de homenajes al cine, con “Telma + Louis” y “Back To The Future” como los más directos. La trilogía Volver al Futuro, asegura Smith, es un buen punto de partida para pensar la ficción desde un punto de vista menos dramático pero aún así con capas de profundidad: “Cuando yo era chico ya eran películas retro, las amaba y las citamos ya en nuestro primer demo. Son definitivamente el costado más liviano de la ciencia ficción, pero en ese plano humorístico y de comedia se permitían explorar cosas que eran interesantes filosóficamente. Pensamos un poco este disco de esa manera, hay letras que son oscuras y densas pero el humor del disco está sentado en la música que es optimista y divertida”.
Todo futuro es mejor
Aunque Da Smith reconoce que es difícil ser optimistas respecto al futuro, la cuarentena, que fue el contexto en el que compusieron las canciones, los obligaba a pensar que cualquier futuro sería mejor que ese presente. “Vivimos en un mundo y dividido política y socialmente”, dice. “La gente sufre mucho, hay una crisis de la que parece no vamos a salir. Son tiempos difíciles, es complicado ser optimistas. A la hora de pensar el disco me centré en la ciencia ficción y en cómo los escritores lograban comentar la sociedad actual imaginando cosas a futuro, y también pensaba en activistas como Greta Thunberg, científicos y gente que a medida que transcurre la historia de su tiempo son capaces de ver que está mal en el mundo e imaginar una forma de cambiarlo. Para eso se requiere una mente capaz de pensar más allá y encima, después de pasar la vida dedicándose a cambiar las cosas, es más espectacular todavía”.
Entre la tecnofobia y la tecnofilia, los Bastille pensaron este disco siempre con el baile como cura de todos los males. “Me crié viendo la película Minority Report”, dice Smith. “Y pensaba que eso de que los autos se manejen solos y que las publicidades te lleguen personalizadas no iba a pasar nunca, y mirá lo común que es todo eso. Hoy levantás el teléfono y la publicidad te persigue. El disco trata de cómo explorar esas ideas y cómo es vivir en esta versión del futuro, pero no lo hacemos con mirada juzgadora. No creemos que la tecnología sea mala de por sí. Yo soy un adicto al teléfono y lo uso para crear música o pasarles canciones a mis amigos, pero sabemos que Internet puede ser tan increíble como peligroso”.
-¿Y cómo te llevás con las nuevas tecnologías de consumo de música? Bastille es una banda que prácticamente se formó con el streaming como forma principal de escucha.
-Sí, el streaming es la norma para nosotros. Cuando apareció, la idea de tener toda la música del mundo en un solo lugar era increíble, y es un lujo, que también refleja cómo es la sociedad actual que espera tener acceso a todo. Cuando crecí, me pasaba con las películas. En la era del DVD tenías que importar algunas cosa que eran raras y no estaban, o ir a buscarlas a locales muy específicos que quedan en la otra punta de la ciudad, así que agarré el fin de la era en la que no todo estaba disponible. Ahora tenemos un océano de música infinito, todos los días se suben miles de canciones a las plataformas. Es democratizante pero también es muy difícil hacerse lugar para un artista nuevo. En esa transición, también cambiaron otras cosas. Quienes forman el gusto en televisión, radio y medios de comunicación en general solían ser muy poderosos amplificando artistas y ahora capaz TikTok es más influyente. Alguien como Kate Bush vuelve a tener notoriedad por Stranger Things. Es un momento distinto. También me gustan los vinilos, compro siempre que puedo porque amo la estética del álbum y es la razón por la que otra vez se volvieron populares, porque la gente todavía quiere tener algo en sus manos.
-Y en algún punto el streaming también terminó con la segmentación y las tribus, ahora el algoritmo y las playlists te llevan a cualquier lado
-Ahora lo único que importa es que les guste una buena canción, las nuevas audiencias no escuchan solo heavy metal o solo hip hop o cualquier género. En los últimos 10 o 15 años todo se mezcló y eso se nota en toda la música. Y nos sentimos muy orgullosos de haber llegado hasta acá haciendo eso sin prejuicios. Desde nuestros inicios decidimos hacer discos autocontenidos, con un concepto propio. En este dimos con un sonido retrofuturista para apoyar las letras del disco y mientras lo hacíamos nos permitimos ir bien lejos en cuanto a producción. Entonces a medida que lo hacíamos ya sabíamos que lo próximo va a ser distinto y para que sea interesante tenemos que sorprender a la gente y a nosotros. Así que esta es nuestra etapa sci-fi pop. Atravesar la pandemia nos hizo querer hacer canciones que te hagan bailar en cualquier lugar.
-De la habitación a la pista de baile, ¿no?
-Claro, nuestro proyecto nació así, con una laptop en una habitación. Por eso nos identificamos con Billie Eilish, lo que hace es genial. Hace lo que tiene ganas, escribe sus propias canciones y las pensó y produjo en su cuarto, sin prejuicios. Por eso digo que cuando empezamos, la gente que nos amaba nos amaba de verdad, porque no éramos famosos como personas , no lo somos ahora tampoco. Pero la gente sabe nuestras canciones y eso quiere decir que llegamos a sus vidas sin que alguien se los imponga, ni siquiera nosotros. Y si alguien se me acerca cuando ando en bicicleta por Londres, los pocos que me reconocen, es porque les gusta la música de Bastille, no porque entramos de manera forzada en sus vidas. Así y todo, hace 10 años estamos vivos, tenemos cuatro discos y giramos por el mundo.
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