Mientras que grupos como Led Zeppelin o Sumo se disolvieron tras la partida de alguno de sus integrantes, otros pasaron el luto y volvieron a los escenarios
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Hay grupos que son como matrimonios y se mantienen juntos hasta que la muerte los separe; así ha pasado cuando la partida súbita de un integrante no dejó chance para continuar con la vida musical de una banda. Y no solo sucede cuando la ausencia es del cantante, sino que ha ocurrido con integrantes en otros puestos, como guitarristas y bateristas. También están los casos de esos grupos que, pasado un breve duelo, vuelven a los estudios y las giras, o de otros que reaparecen, reemplazo de por medio, luego de muchos años.
El anuncio del nuevo disco de Per Gessle, guitarrista, cantante y compositor de la banda sueca Roxette, a tres años de la muerte de su socia Marie Fredriksson, invita a repasar esas historias de finales abruptos o de nuevos comienzos. De Led Zeppelin a Sumo o de Queen a Virus, estos son algunos casos de los que decidieron no seguir y de aquellos que enfrentaron el duelo y optaron por regresar al escenario con el mismo proyecto, aunque con alguna cara nueva.
Lo que ha hecho el señor Gessle es cambiar levemente el nombre del grupo (ahora es PG Roxette) seguramente para evitar problemas judiciales futuros. La producción de música junto a Fredriksson de la última década y media sufrió la alternancia provocada por los problemas de salud de la cantante. De hecho, luego del éxito de Roxette de los noventa ambos siguieron caminos personales hasta que se reencontraron en 2009 y grabaron un par de álbumes hasta 2016. Sin embargo, la lucha de Marie contra el cáncer no les permitió llevar adelante todos los planes que tenían en mente.
Fredriksson falleció en 2019. En la pospandemia, Gessle comenzó a trabajar en nueva música. Incluso escribió un tema especialmente para una película, “Walking On Air”, aunque finalmente no formó parte de esa banda de sonido y terminó como el segundo corte de difusión de Pop-Up Dynamo!, álbum que lanzará el próximo 28 de noviembre. Per se valió de dos cantantes, una más al frente, como voz solista, y otra para los coros, para tratar de acercarse a la esencia de la banda. De hecho, también dijo que sus nuevas creaciones están alineadas con algunos de los hits de Roxette de los ochenta y noventa. Habrá que esperar la salida del álbum completo para comprobarlo.
Led Zeppelin
Días atrás se cumplieron 42 años de la muerte de John “Bonzo”Boham, uno de los más grandes bateristas que ha dado el hard rock. A finales de septiembre de 1980, Led Zeppelin (Jimmy Page, Robert Plant, John Paul Jones y John Bonham) se encontraba ensayando para realizar una gira por los Estados Unidos y Canadá en Bray Studios. Los músicos pasaron la noche en la casa de su guitarrista, Jimmy Page. Por la cantidad de alcohol que había ingerido durante todo el día, Boham tuvo que ser llevado hasta una de las habitaciones del primer piso de la casona conocida como The Old Mill House, en Clewer, Windsor, que Page le había comprado al actor Michael Caine. La tarde siguiente, la del 25 de septiembre de 1980, el manager de la banda Benji LeFevre y el bajista John Paul Jones lo encontraron sin vida.
La causa de su muerte habría sido por aspiración de vómito. En los meses posteriores se especuló con la búsqueda de un nuevo baterista, pero los músicos aclararon de que no tenía sentido seguir. “Deseamos que se sepa que la pérdida de nuestro querido amigo, y la profunda sensación de armonía indivisa que sentimos nosotros y nuestro manager, nos han llevado a decidir que no podemos continuar”. Solo hubo unas pocas reuniones para ocasiones especiales, como el Live Aid de 1985.
Queen
Tras haber lanzado grandes discos en los setenta, Queen seguía siendo una banda de gran popularidad en la década siguiente. Lo único que logró disminuir el ritmo vertiginosos del grupo fue la enfermedad de su cantante. A Freddie Mercury le diagnosticaron sida en 1987. Siempre ocultó que había contraído la enfermedad, aunque con el paso de los años y el deterioro físico los rumores se hicieron cada vez más fuertes.
El 22 de septiembre de 1991, dos días antes de su muerte, a los 45 años, se refirió al tema mediante un comunicado. “Siguiendo la enorme conjetura de la prensa de las últimas dos semanas, es mi deseo confirmar que padezco sida. Sentí que era correcto mantener esta información en privado hasta el día de la fecha para proteger la privacidad de los que me rodean. Sin embargo, ha llegado la hora de que mis amigos y seguidores conozcan la verdad y espero que todos se unan a mí y a mis médicos para combatir esta terrible enfermedad. Mi privacidad ha sido siempre muy importante para mí y soy famoso porque prácticamente no doy entrevistas. Esta política continuará”, rezaba el texto.
A pesar de que la salud de algunas personas permite diagnosticar que a su vida le queda poco tiempo, nadie está totalmente preparado para la muerte, mucho menos su entorno. La última aparición del grupo con todos sus integrantes había sido en 1990, en los Brit Awards, donde recibieron un galardón por su contribución a la música británica.
Durante los siguientes trece años Queen siguió en las bateas de las disquerías gracias a discos recopilatorios y grabaciones inéditas, cosechó premios como el ingreso al Salón de la fama de Rock and Roll y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
En 1995 los tres integrantes del grupo, Brian May, Roger Taylor y John Deacon, terminaron el disco Made in Heaven, con voces que Mercury había dejado grabadas durante su último tiempo de vida. Fue el sucesor de Innuendo, y último disco del cuarteto. Dos años después los tres músicos volvieron a juntarse para grabar un tema, “No-One But You (Only The Good Die Young)”, que se editó como single, y más tarde en un recopilatorio. También se estrenó el musical We Will Rock You, en el Dominio Theatre de Londres.
Recién en 2004 el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor decidieron que era el momento de volver a los escenarios. El bajista John Deacon no quiso ser parte del proyecto (por eso en su lugar estuvo Danny Miranda) y como cantante sumaron al ex Bad Company Paul Rodgers. Desde entonces, el formato que May y Taylor utilizan es “Queen +”. Queen + Paul Rodgers realizó dos giras mundiales, de las que quedaron un par de DVD como testimonio, y un disco de estudio que se llamó The Cosmos Rocks. La sociedad terminó en 2009. Para 2011 la dupla tenía otro candidato, el carismático Adam Lambert, que sigue hasta hoy con ellos.
AC/DC
Para 1974, Malcolm y Angus Young era los menores de una familia escocesa de ocho hermanos que se había afincado en Australia. Habían fundado una banda que bautizaron con la sigla que habían leído en la máquina de coser de una de sus hermanas: AC/DC (corriente continua y corriente alterna). Para ese momento, estos guitarristas tenía solo un simple grabado y el deseo del refundar el grupo, cosa que cumplieron con la convocatoria del cantante, de origen escocés, como ellos, Bon Scott. La formación se completó con Cliff Williams (bajo) y Phil Rudd (baterista).
La guitarra del virtuoso Angus y la voz de Scott fue lo que le dio el sello distintivo a la banda, que se hizo rápidamente famosa. El vocalista Ronald Belford Scott Mitchell había nacido el 9 de julio de 1946; a pesar de lo solemne que suenan juntos sus nombres y sus apellidos, según sus biógrafos, durante su adolescencia habría tenido problemas para adaptarse a la vida en sociedad. A los 15 lo expulsaron del secundario y años después fue arrestado por darle a la policía un nombre falso y por robar combustible. Después de haber integrado algunas bandas, dio la casualidad que un día trasladó a los AC/DC en una camioneta y ese fue el inicio de su vida en el grupo. Los hermanos Young despidieron a Dave Evans y convocaron a ese revoltoso de voz chillona y áspera conocido como Bon Scott.
Los años de felicidad fueron seis y culminaron el 19 de febrero de 1980. La noche anterior Scott se fue de copas con un amigo, Alistair Kinnear, al Music Machine de Camden. Cuando salieron su amigo lo llevó hasta su casa y notó que Bon se había quedado dormido en el coche, luego de una gran ingesta de alcohol. Como no pudo despertarlo ni bajarlo del auto, decidió dejarlo allí. Quince horas después cuando vio que seguía sin reaccionar, lo llevó al Kings College Hospital. Pero ya era tarde: Bon Scott, de 33 años, estaba muerto. Luego de los peritajes, las causas de su muerte fueron similares a las de John Bonham: intoxicación etílica, muerte accidental por broncoaspiración.
Con AC/DC grabó ocho discos; el último fue Highway to Hell (1979), titulado en base al nombre de una de las canciones que, hasta el día de hoy, es uno de los grandes clásicos de la banda. En 1980, los hermanos Young decidieron convocar a otro vocalista, Brian Johnson, para seguir su camino. De hecho, el primer disco que grabaron con el nuevo cantante (luego de audicionar con muchos, sin que ninguno los convenciera) fue el más vendido de toda su carrera. Se piensa que la portada, totalmente en color negro, fue una señal de luto por la muerte de Scott, pero no hay que olvidar que el título del disco fue Back in Black.
La historia de AC/DC incluye a sus tres cantantes. Incluso con invitados como Axl Rose, que acompañó a los Young en una gira cuando Johnson debió tomarse una licencia, en 2016 por problemas auditivos. Sin embargo, para algunos fans, el AC/DC que más se aprecia es el que tuvo a Scott en sus filas. Cuestión de gustos, o de simple devoción. Casi una cuestión religiosa. Lo cierto es que, para generaciones posteriores, Brian Johnson -ese señor que parece un Peaky Blinders por la gorra que comenzó a usar cuando era anónimo y se ganaba la vida sde noche como cantante y de día como techista-, es una referencia irrefutable de AC/DC.
Sumo
Divididos por la felicidad, título del primer álbum oficial de estudio de Sumo, no representa ningún tipo de premonición. Puede ser entendido simplemente como un guiño argento al grupo británico Joy Division. Claro que quienes quieran, con el diario del lunes en la mano (como se solía decir décadas atrás), podrán leer la historia desde el final hacia el principio y sintetizar en esa frase el destino de Sumo, banda que sin duda había sido durante unos pocos años de la década de ochenta, la felicidad de tantos oídos.
Era la primavera democrática, el momento de florecimiento de tantas bandas que dieron identidad al rock nacional. Sumo, impulsada e inspirada por su lider, Luca Prodan, era una de las más personales de aquellos años. Su debut discográfico, cinco años después de su fundación, fue con su tercera formación, que alistaba a Prodan, Germán Daffunchio, Roberto Pettinato, Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Alberto “Superman” Troglio.
Prodan -ese italiano carismático que había luchado contra la adicción a la heroína y que por ese motivo había llegado a la Argentina desde Londres, para refugiarse en las sierras cordobesas- tuvo un final acorde a sus excesos. No fue por las drogas sino por alcoholismo. El 22 de diciembre de 1987 fue encontrado muerto. Habría relación entre el paro cardiorespiratorio que sufrió y una hemorragia interna, a causa de la cirrosis hepática que sufría como enfermedad de base.
Entre 1985 y 1987 la banda publicó tres discos, Divididos por la felicidad, Llegando los monos y After Chabón. A su discografía actualmente se suman el demo de 1983 bautizado como Corpiños en la madrugada y el último, Fiebre, de 1989, que es una compilación de registros en vivo e inéditos.
Tras la muerte de Luca, varios integrantes del grupo volvieron a juntarse en el verano de 1988 para un show denominado Homenaje a Luca Prodan, en el festival cordobés Chateau Rock. Interpretaron cinco canciones. Esa fue la última actuación, antes de que el camino se bifurcara; la escisión interna no fue difícil de vislumbrar. De un lado quedaron Ricardo Mollo y Diego Arnedo, que convocaron al baterista Gustavo Collado y crearon el power trío Divididos. Del otro, Germán Daffunchio y su cuñado Timmy McKern (mánager de Sumo y responsable de la llegada de Prodan a la Argentina), que se habían refugiado en las sierras cordobesas y luego de un año decidieron reclutar a varios músicos, como Alejandro Sokol (integrante de la primera formación de Sumo) para crear Las Pelotas.
El espíritu de Luca (o dicho de otro modo, la certeza de la frase “Luca Not Dead”) siempre sobrevoló la historia de todos los ex integrantes de Sumo. Hubo varias reuniones de las dos bandas, algunas fallidas, otras más o exitosa (si por éxito se entiende, en este caso, a una convivencia armoniosa de músicos sobre el escenario y el deleite nostálgico de los fans).
A casi diez años de la muerte de Luca, las dos bandas coincidieron sobre un escenario uruguayo, pero no hubo manera de conciliar una aparición conjunta para el final del show. En mayo de 2006 coincidieron de manera más armoniosa en un festival mendocino (aunque sin Troglio ni Pettinato). Al año siguiente, en el Quilmes Rock, sobre el final de la actuación de Divididos (y en el año en que se cumplirían dos décadas de la muerte de Luca), Mollo, Arnedo, Daffunchio, Pettinato, Sokol y Troglio tocaron ”Crua chan”, “Divididos por la felicidad” y “Debedé”.
Virus
Entre el 22 de diciembre de 1987 y el 21 de diciembre de 1988 transcurrieron los doce meses más fatídicos para el rock argentino. Tras la muerte de Luca Prodan, el 26 de marzo del año siguiente murió Miguel Abuelo y el 21 de diciembre, Federico Moura.
En mayo de 1988, Virus actuó en el Teatro Fenix, del barrio de Flores, y ese fue el último concierto de la banda (la más sofisticada, irónica y glam del rock vernáculo) que lideraba Moura. Desde ese momento Federico transitó los últimos meses de vida que le dio el VIH, lejos de los escenarios.
El de Virus fue un caso especial. La debilidad de su salud y quizá la certeza de que no podría volver a la banda hizo que Federico instara a sus hermanos (Julio y Marcelo) y al resto de sus compañeros para que siguieran con el proyecto y con el disco que estaban preparando. Pero las cosas no salieron de la mejor manera: en el 90 hicieron una gira, pero dos de sus integrantes, Daniel Sbarra y Enrique Mugetti, decidieron bajarse de la nueva etapa que el grupo encaraba sin su líder natural. En septiembre de ese año dieron un último show, como teloneros en la cancha de River, de David Bowie y Bryan Adams.
Cuatro años después, con Marcelo Moura frente al micrófono, el grupo se rearma gracias a varios shows que, con tono de nostalgia, fueron muy bien recibidos por el público. Para 1998 tenían la cantidad de temas nuevos suficiente para grabar un nuevo disco. Entraron al estudio y meses después publicaron el álbum que se llamó 9. Entre un presente que combinó la nostalgia (en 2011 celebraron los treinta años de su disco debut Wadu Wadu) con el futuro de nuevas creaciones, la banda siguió en la ruta hasta 2015, cuando hizo una nueva pausa.
Sin embargo, Virus y el apellido Moura nunca dejaron de estar presentes. Durante el festival Emergente de 2019 se realizó un gran homenaje a Federico, donde participaron los músicos más variados: Juanchi Baleirón y Diego Blanco (Los Pericos) Javier Malosetti, Gabriel Pedernera (Eruca Sativa), Soledad Pastorutti, Ángela Torres, Manuel Moretti (Estelares), Wallas (Massacre), Leo García, Louta, Miss Bolivia, Miranda!, Lali Espósito, David Lebón y varios de los integrantes de Virus.
Al año siguiente los hermanos Moura anunciaron la gira de despedida de la banda, que quedó postergada por la pandemia y que se está realizando este año por la Argentina y el exterior, y se extenderá hasta el que viene, con un cierre programado para el 31 de marzo, en el Luna Park, con invitados.
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