Attaque 77, en una nueva etapa
Con tres recitales, el cuarteto presentará las canciones de su nuevo álbum, "Antihumano"
Hace dos años, Attaque 77 festejó sus quince años como banda con varios shows en Obras, llenos de invitados. Ahora, el grupo vuelve al estadio de Libertador con "Antihumano", su nuevo disco y una nueva actitud. Sí, a los 17 años hay ciertas cosas que la banda ha transitado y sabe más claramente cómo quiere hacer las cosas.
"Estamos más relajados que otras veces -dice por teléfono Ciro Pertusi-, está muy bien ensayado todo y estuvimos tocando bastante por el interior."
Frente a ambas cosas, el ensayo y las salidas, es donde se escucha una nueva postura. Es que luego de pasarse varios años de gira en gira -incluida una a Europa, que se prolongó por tres meses-, ahora la sala de ensayo volvió a ser el centro de la vida de la banda, y las salidas de la capital son más cortas.
Durante 2003, los Attaque grabaron el disco "Antihumano", fueron de gira a México y a la costa argentina y cuando terminaron este último tramo, en enero, decidieron tomarse dos meses de vacaciones. Entonces, las cosas se aquietaron.
"La propuesta de este año fue ésa. Imponerse a la demanda, no decir que sí a todo. Parar un poco y darle la misma importancia que le damos al grupo a otros matices de nuestra vida. La familia, la intimidad, los amigos. Si no, es como comer todos los días el mismo plato", dice el cantante, que aclara que a esto han llegado luego de siete años de "salir al ruedo a poner el pecho y viajar sin parar".
Habrá giras, claro, pero ya no quieren volver a los agotadores tres meses. "A lo sumo, si vamos lejos, estaremos un mes y medio. Es que en este negocio podés salir de gira y no volver más. Hicimos largas maratones, pero ahora queremos disfrutar un poco más acá. Estamos copados en estar juntos sin testigos, con el grupo en su estado puro."
Aquí es donde entra la sala de ensayo. Ese lugar secreto, mágico, en el que todo comienza: los grupos, las canciones, los acuerdos y los malentendidos. Cuenta que volvió a ser, ahora, un lugar de encuentro. "Habíamos perdido mucho el gusto ese, porque ensayábamos para los shows. En cambio, este año, volvimos a juntarnos ahí a charlar, a reírnos, a hacer versiones raras de los temas; recobramos el juego. Y no nos habíamos dado cuenta en este tiempo, pero nos faltaba esa intimidad, estábamos siempre con gente, haciendo notas, hasta los plomos se convierten en testigos."
Así, con la sala reequipada y puesta al día y una recuperada conexión entre ellos, prepararon estos shows, en los que tocarán, cuenta, dieciséis de los dieciocho temas de "Antihumano". El recital se completará con otras canciones, hasta llegar a treinta. Pero, esta vez, el paseo por otros discos y otros tiempos tomará otros caminos. "La idea es atender a un sentido más conceptual, buscar las composiciones que más se acerquen a «Antihumano», porque algunas quedan como chicas al lado de las nuevas."
No es queja, suponemos, si no más bien la comprobación in situ de cómo la banda ha ido ampliando sus horizontes, desde aquel inicio punk hasta este momento, en el que pueden jugar con "Jive Talkin´", de los Bee Gees, o citar a Cortázar.
Así, el disco transita por el humor de "Declaración testimonial", pero también se ponen serios para hablar de la soledad y la alienación en "La gente que habla sola" o en el homenaje a Favaloro que es "Western".
Con ello, van los afiches que estas semanas han llenado la ciudad, anunciando el show. Ciro Pertusi, Mariano Martínez, Leonardo Di Cecco y Luciano Scaglione, con traje de cirujanos en un quirófano sangriento. "Queríamos mostrar al punto que llegamos como sociedad, que lo violento, lo sangriento son parte del día a día y ya no nos mueve un pelo", explica Pertusi.