Primavera metalera: por qué la Argentina es un paraíso para las bandas del heavy
Metallica, Iron Maiden, Kiss y Whitesnake son algunos de los grupos que visitarán el país y que fogonean una escena local con un público fiel que sostiene la movida todo el año
En septiembre de 1994, la Argentina vivía una primavera del heavy metal. El festival Monsters of Rock desembarcaba por primera vez en el estadio de River Plate con una grilla internacional encabezada por Slayer, Black Sabbath y Kiss. Tres meses después, la banda Megadeth llegaba por primera vez al estadio de Obras Sanitarias para presentar el emblemático disco Youthanasia, que marcó un antes y un después de la agrupación. El público metalero estaba a punto caramelo. Dave Mustaine, exguitarrista de Metallica y líder de Megadeth, se paró en medio del escenario y comenzó a tocar el riff de "Symphony of Destruction", uno de sus clásicos. Instintivamente y al unísono el público argentino empezó a corear la frase: "Megadeth, aguante Megadeth". El coro se hizo tan popular entre los fanáticos de la banda que se adoptó en todos los países que el grupo visitó en los últimos veinte años.
"No vi en ninguna parte del mundo que cantaran una frase en medio del coro. Cuando escuchás a la gente cantar tus riffs de guitarra te vuela la cabeza", decía sorprendido el propio David Mustaine. A partir de ahí, la banda selló un pacto de fidelidad con el público argentino y hasta registró un disco en vivo en el país, como lo harían con el tiempo artistas de otros géneros. Incluso Iron Maiden, otro grupo icónico que siempre juega de local, decidió grabar los recitales de Chile y Buenos Aires para un registro documental en 2011. "Cada vez que tocamos allá se crea una gran atmósfera de fútbol. Es algo difícil de explicar con palabras", reconocía en su última visita al país el bajista Steve Harris, de Iron Maiden, grupo británico que regresará para tocar el 12 de este mes en el estadio Vélez Sarsfield para cuarenta mil personas.
Historia y presente del metal
La pasión local por la cultura del heavy metal no es de ahora. Sentó sus bases en la década del ochenta con la aparición de bandas de rock pesado como Riff y grupos iconoclastas del metal criollo como V8. La fiebre se acrecentó en la década del noventa con el aterrizaje de grandes bandas internacionales y el despertar de fenómenos populares como el de Rata Blanca, que llegó a realizar un estadio Vélez Sarsfield con 30.000 personas, algo inédito para el género a nivel local.
En todos estos años cambiaron las tendencias musicales en el mundo, pero el metal, con sus diferentes vertientes, siempre mantuvo su vigencia en nuestro país. El calendario para lo que resta del año y para 2020 lo confirma: Whitesnake, Dream Theater, Iron Maiden, Metallica y Kiss, solo algunos de los nombres de peso. A pesar de la lejanía, la Argentina se convirtió en un paraíso para las grandes bandas. La semana pasada, Slayer se despidió de los escenarios en un Luna Park lleno. Esta noche, David Coverdale, un dios del hard rock de los ochenta, llega al frente de Whitesnake para actuar en el Estadio Hípico Argentino con el grupo sueco Europe (aquel del hit mundial "The Final Countdown").
La excusa de Whitesnake es la salida de su último disco, Flesh & Blood, aunque la mayoría de los seguidores llegarán por el impacto global que tuvo en sus vidas el álbum 1987, con aquellos hits como la balada "Is this love" y el rocanrol "Still of the night". "Lo increíble es que ciertas canciones son todavía parte importante de la vida de un montón de personas", cuenta David Coverdale en diálogo con la nacion. "'Here I Go Again' la escribí hace casi cuarenta años y todavía la seguimos tocando. En esta gira vi a tres generaciones cantarla y especialmente los más jóvenes cantan el tema palabra por palabra", reconoce el cantante, que adquirió respeto en su paso por Deep Purple en los setenta.
Lo que ofrece David Coverdale a sus seguidores es un boleto a su adolescencia rockera. Lo mismo que le pasa a Coverdale cuando escucha a sus bandas favoritas. "El rock siempre representó la rebelión en todo esto. Para mí, The Who y la canción. 'My generation' resumen esos años. En mi caso, sé que la vida es muy difícil para mucha gente en todo el mundo, y por un par de horas poder inyectarles el rock and roll de Whitesnake es para mí lo mejor que puedo hacer. En lo personal, es terapéutico. Estaría en la cárcel si no pudiera tener esta vida".
La fidelidad del metal
Para el Ruso Verea, conductor del mítico programa Heavy Rock&Pop, que acompañó esa primavera metalera entre 1990 y 1995, este movimiento tiene un espíritu inconformista que le permite atravesar distintas épocas. "El heavy metal representa la bronca frente al mundo que vivimos. La actitud rebelde del metalero siempre se mantiene. Lo ves en el pelo largo, los tatuajes, la campera de cuero negra y las tachas, que es como su uniforme. Ese uniforme genera un compromiso, un discurso y una actitud asociada a la libertad en el rock. Todo eso sostiene un movimiento", analiza el Ruso Verea, que tiene el programa Mucho ruido en Radio Cantilo, donde pone desde blues hasta Motörhead, una banda que sigue escuchando en su auto.
La fidelidad es uno de los valores principales del público metalero. "Es raro que alguien del heavy escuche Maluma. El que sigue al heavy no cambia de música porque crece en ese ambiente, se junta con otra amigos que escuchan esos grupos y cuando tenés hijos les hacés escuchar V8 y Motörhead. Así como llevás a tu hijo a una cancha de fútbol, los llevás a los recitales de heavy", cuenta Paul, fiel seguidor de Motörhead, que comenzó escuchando Pappo's Blues a los 18.
El traspaso generacional que se da de padres a hijos se replica en una escena que parece inalterable. "El heavy siempre se retroalimenta –explica Verea–. El otro día, en el show despedida de Slayer, estaba lleno de chicos jóvenes. Entonces hay una continuidad en toda esta historia". El movimiento local sostiene la escena todo el año. Es natural entonces que después de 25 años una banda como Hermética sin Ricardo Iorio pueda aspirar a llenar un Obras Sanitarias. "De la misma manera que hay masividad en los shows internacionales hay una movida heavy que se mantiene todos los fines de semana con recitales y actividades como los campamentos metaleros o la feria del libro heavy, que hacemos desde hace siete años", cuenta Gito Mirone, del Grupo de Investigación Interdisciplinario sobre el Heavy Metal Argentino (Giihma). "El momento de esplendor fue a mediados de los ochenta y noventa, pero la movida se mantiene con bandas nuevas y una vanguardia que forma otras subculturas -sostiene Gito Mirone, el filósofo metalero-. Ya lo dijo Dio en la película de culto Litte Nicky: una vez que escuchás heavy metal a los 12 años no lo abandonás nunca más".
Agenda metalera
- Whitesnake y Europe: hoy, a las 20, en el Club Hípico Argentino
- Feria del libro de Heavy Metal: Fanzines, libros y charlas, en El Quetzal (Guatemala 4516). Mañana, desde las 15
- Iron Maiden: el 12 de octubre, en Vélez Sarsfield
- Dream Theater: 13 de diciembre, en el Buenos Aires Arena
- Metallica: 18 de abril, en el Campo de Polo
- Kiss: 9 de mayo de 2020, en el Campo de Polo
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