Aniversario de La Botica del Angel
Recuperado de un problema cardíaco, el creador celebra sus 55 años de actividad
Desde hace 37 años, La Botica del Angel, el emblemático espacio creado por Eduardo Bergara Leumann sigue siendo noticia. El pasado lunes conmemoró ese aniversario y la fecha coincidió con los 55 años de profesión de su mentor y promotor.
La Botica, que hoy funciona en Luis Sáenz Peña 541, es un impresionante museo de arte. Allí el visitante puede tomar contacto con un mundo de libertad, de originalidad, de magia. Múltiples espacios cuentan, narran, expresan el valor de la literatura, la plástica, la música de diversas épocas. Todas ellas sintetizan un fuerte aspecto creativo de la Argentina.
Bergara Leumann se está sobreponiendo de una descompensación cardiovascular. Se lo ve muy bien, su ímpetu de trabajo sigue siendo el mismo de siempre. Arma y dispone de todo lo que sucede a su alrededor. Para su encuentro con LA NACION, convocó a dos de sus asistentes (Soledad Sacheri y José Luis Larraudi) para que acompañaran al cronista y al fotógrafo y hasta para que recitaran o cantaran. El país fue el tema central de esas pequeñas representaciones (una comenzó con una frase de Federico Peralta Ramos, "La Argentina no es un país, es un error" y la canción fue "No llores por mí, Argentina") y también por allí giró el diálogo con Bergara.
Y no puede ser otro el tema. Los recuerdos comienzan en el año 1966, cuando se creó La Botica en la calle Lima. Tiempo de libertad y ganas. Confrontar aquella época con la actual impone reconocer algunas frustraciones y muchos valores perdidos. Es ahí cuando el artista se pone muy crítico y hace reclamos. Afirma que hoy es un "ángel resignado en actividad", pero esa resignación parece no ser tanta, porque está muy seguro de que es necesario empezar a "darles lugar a las buenas noticias. Acá, aún con crisis, pasan cosas fantásticas. Hay tanto equipo de trabajo bueno, hay tanta actividad. Hay que darle lugar a la fantasía. Eso sería una obligación. Dame una noticia sangrienta y tres de vida. Vivimos en un mundo que te saca las ganas de todo, por eso es necesario que un ejército de ángeles salga con mensajes de optimismo, de creación, de ganas".
Entre ayer y hoy
Pionero del café concert, de la moda San Telmo (creó La Botica en ese barrio, cuando se comenzaba a ensanchar la 9 de Julio) y aún de la transgresión. Se divierte cuando cuenta que le gustaba abrirles las carteras a las damas del público y leer lo que llevaban adentro y se gratifica recordando que sobre el escenario de su lugar debutaron Susana Rinaldi, Nacha Guevara, Leonardo Favio, Valeria Lynch, Pepito Cibrián. Haydée Padilla dio a conocer en ese mismo ámbito a su personaje La Chona y allí también estuvieron Niní Marshall. Mecha Ortiz, Luisa Vehil, entre tantos y tantos otros. Hasta los psicoanalistas comenzaron a analizar esa dinámica artística que provocaba a los espectadores. Abadi llegó a decir que se trataba de "una especie de misterio extraño, de psicodrama" el que se producía en cada función.
Miles de pequeñas frases pegadas en las paredes de La Botica del Angel resultan también hoy una provocación para quien las lee. Desde André Malraux definiendo a Buenos Aires como la capital de un imperio que nunca existió o el citado Peralta Ramos diciendo que la Argentina no es un país, es un error. "La Argentina realmente -acota Bergara Leumann- existe a pesar nuestro, es un país maravilloso de solistas, porque tres juntos somos una revolución, inútil. El no te metás, el quiero y no puedo, todas las pavadas que permanentemente nos dividen, nos separan, nos hacen vivir en una nube de gajes del oficio. El suponer que "el yo pensé" es "el yo creí". Y por sobre todo, ya nadie trabaja de lo que le gusta. Si tengo que resumir que es lo que más me gusta de mi historia es que siempre hice lo que creía que había que hacer. Tania me decía que me adelantaba a la época. Hoy escucho frases de (Elisa) Carrió o (Esteban) Peicovich que sintetizan que nosotros nos damos cuenta del hoy cuando es ayer. Yo lo expreso con una adaptación de "Cambalache": "el mundo fue y será maravilloso", "que siempre ha habido gente honesta y trabajadora".
Lo que le interesa rescatar en medio de esta crisis es el valor de aquellas familias de artistas que se ayudaban a crecer. Claro, en otro modelo de país. Bergara recuerda una frase de Mecha Ortiz: "En este país te preguntan qué no sabes hacer y te dan ese cargo".
"La Argentina se convirtió en un país de intermediarios, de representantes, gestores, managers y es una pena -dice Bergara Leumann-. Antes era un país con cara de dueños. Si cada ladrón enriquecido tuviera que ser juzgado, queda la calle vacía. Se les ha ido la mano a muchos y otros han quedado con una dignidad fantástica. Pero no hay que afligirse, aquí todo desaparece tan rápidamente. Aún con todos estos males creo que todos los días hay que buscar una puerta nueva, un camino nuevo." El los sigue buscando, pelea cotidianamente por hacer de su espacio, La Botica del Angel, el ámbito ideal donde una pequeña reflexión nos haga descubrir que todo es posible.
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