Anitta, la estrella pop brasileña que hace de sus imperfecciones una causa
¿Hay una forma de ser mujer? ¿Hay un manual? Últimamente no es fácil saber cómo una debería ser o no ser. Qué debería pensar o no. Quizá la revolución feminista se esté olvidando un poco de eso: de que no existen los manuales. También de que la contradicción es parte del ser humano y que eso no necesariamente hace que alguien sea bueno o malo, feminista o no. Esa parece ser la premisa de Anitta , la ídola pop brasileña que decidió empezar a cantar en español para abrirse camino en Latinoamérica. Y que, para hacerlo, encontró en J Balvin el mejor aliado. En uno de sus últimos videos ("Vai Malandra"), que fue cuestionado por haber sido dirigido por Terry Richardson, quien en octubre pasado fue denunciado por abusos sexuales, muestra su celulitis . Pero antes de ser famosa decidió operarse la nariz y hacerse otros retoques porque no le gustaba su cara. En sus letras habla del empoderamiento femenino y sus videos muestran cuerpos desnudos y perreo. Se muestra libre y desprejuiciada pero sigue los mandatos católicos: tiene 25 años y está casada. Así es Anitta y por eso algunos la embanderan como una referente feminista que convierte a su cuerpo en sujeto y otros, justamente, creen que sigue cosificando sus nalgas. ¿A ella? Le da igual. "Creo que no hay una manera correcta de ser mujer. Tu debes ser mujer de la manera en que te sientas feliz, ¿sabes? Para mí seguir las reglas de ´tienes que ser esto´. No me gusta", dice a LA NACION.
"Yo quiero hacer lo que me den ganas –agrega la cantante–. Me gusta estar sexy, ponerme ropas pequeñas a veces. No creo que las mujeres tengan que juzgar a las otras por esto. Creo que mujeres y hombres y todos tienen que dejar a las personas vivir de la manera que quieran, mientras que no te hagan mal ni afecten tu vida".
Anitta tiene frío, ninguna ciudad de Brasil tiene temperaturas tan bajas como las de Buenos Aires en junio. Tiene un jean con tajos, unos zapatos muy altos, un body rosa y una campera rosa chicle. Está en la Argentina por primera vez y, al menos en estas 48 horas que lleva en el país, todo le parece bonito. Salvo cuando le preguntan sobre el mundial y que elija entre Messi o Neymar. "Neymar es mi amigo", repite nota a nota. Después de dar un showcase de media hora en Vorterix, la cantante va a empezar con la rueda de prensa. Y a pesar de que sus canciones sean conocidas, y que haya hecho colaboraciones con Maluma (con quien hizo "Si o No"), J Balvin, Major Lazer y Alesso ("Is that for me") y sea la artista más popular de Brasil, en países de habla hispana aún no todos la identifican por su nombre.
Su historia: va por su quinto año de carrera y su cuarto álbum de estudio. Sin ir más lejos es la autora de los hits radiales "Indecente" y "Downtown", tema que canta con su amigo J Balvin -con quien también colaboró en la versión remix de "Ginza" y en "Machika"-. Se llama Larissa de Macedo Machado y eligió el seudónimo por un personaje de la televisión brasileña (" quien puede ser sensual sin caer en la vulgaridad, y al mismo tiempo ser niña y mujer"). Desde los 5 años que practica pasos desde el espejo, empezó jugando a ser Britney Spears y ahora sueña con conocer a Rihanna, Beyoncé y Mariah Carey. Por ese entonces escuchaba de todo: desde Xuxa a Luis Miguel. Su primera aproximación al canto fue en un coro de la iglesia gracias a la intervención de su abuelo. Su madre es artesana y su padre vendedor de baterías de coche. Fue en 2009 cuando, gracias a YouTube, fue descubierta por un productor de música funk carioca. En ese camino se cruzó con Kamilla Fialho, una empresaria que decidió apostar por ella y de la mano de quien daría sus primeros pasos en la gran industria. Para ser una estrella pop, Anitta debía cambiar algunos aspectos: cirugías, rutinas de ejercicio, clases de canto y baile. Así surgiría su primer hit, "Meiga e Abusasa" y el posterior contrato con Warner Music. Desde entonces se convirtió en un furor en su país natal e incluso llegó a ser reconocida como la mejor artista de América Latina en los premios MTV Europe Music Awards, en 2015 y en 2017. Más tarde llegarían las colaboraciones, primero con Balvin y después con el resto.
"Creo que fue bueno para mí y para ellos porque en Brasil todavía no eran conocidos y fue como un trueque: yo los presenté a ellos en Brasil y ellos a mí en Latinoamérica. Los chicos son muy tranquilos para trabajar", cuenta. "Cantar en español y en inglés me abrió a más gente. Creo que el idioma todavía es una barrera. Aunque cantar en español no te asegura que a las personas les gusten tus canciones. Pero pasó y eso es muy importante para mí", agrega. Si bien en sus inicios se la relacionaba más con el música urbana ahora se acerca más al pop. "No cambié, en mi última tema volví a la música urbana. Cuando empezás tenés que hacerlo de alguna manera hasta que las personas entiendan quién sos. Una vez que pasó eso, me gustó jugar con lo nuevo, causar curiosidad en las personas". Ahora va por más: quiere hacer un tema con Drake y no descarta hacer una colaboración con una mujer, idealmente con Cardi B.
Primer plano: un short rojo y unas piernas. No hay photoshop, ni retoques, hay celulitis. Esa celulitis que las mujeres trabajan para erradicar de sus cuerpos, que se niega, que se trata de combatir con tratamientos y tomando mucha agua pero que existe en la mayoría de los mortales. En cuestión de semanas el clip de "Vai Malandra" ("Vete, chica mala") ya había alcanzado las 200 millones de visitas en YouTube y hoy, a seis meses de que se pusiera en línea, supera las 270. El plano se abre y se ve que esas piernas pertenecen a Anitta, una de las chicas más sensuales de Brasil. Se sube a una moto y recorre los pasillos de la favela Vidigal. Se ven de fondo postales de esta urbe metida en medio de Rio de Janeiro: un paisaje marginal donde hay baile, cuerpos semi desnudos, agua, cadenas de oro y unas trenzas afro. Esa cola deja de tener celulitis y se convierte en protagonista de twerking y toqueteos. "Yo quería decir, «mirá, todas nosotras tenemos celulitis y no vamos a dejar de vivir por eso, vamos a seguir»", cuenta.
Para ella no hacía falta cambiar el video porque quería mostrar quién era de verdad. Y esa es quién es. "No tenemos que tener vergüenza de lo que somos. Yo ya cambié toda mi cara porque era fea. Lo hice porque me acosté y desperté cambiada, no sé lo que pasó. Ahora para cambiar la celulitis, tengo que hacer dieta todos los días y eso no me gusta. Entonces tengo que convivir con ella y ser feliz ", lanza provocativa. Y confiesa que no le importan los prejuicios de los demás. "Si alguien tiene prejuicio por cómo bailo, o por la ropa que uso o con lo que sea, no va conmigo", explica. Ser sensual es parte de su identidad. La danza es algo que brota desde que son muy niños en Brasil. "Creo que la sensualidad no siempre está ligada al sexo. Me encanta bailar. Es otra forma de llevar un mensaje, de mostrar tu actitud, tu personalidad. Creo que la sensualidad en el baile es una elección. Hay gente que le gusta ser sensual, se siente bien con su autoestima, se siente fuerte. Hay gente que no. Lo grave es cuando el otro te juzga. Esto es muy malo, no se puede juzgar si la persona es homosexual, si es sensual..." opina y cuenta que también sabe bailar tango, salsa, bolero.
La sensualidad no siempre está ligada al sexo. Me encanta bailar. Es otra forma de llevar un mensaje, de mostrar actitud y personalidad
Anitta ya lidera charts internacionales pero dice que ese no es su objetivo. "Yo intento hacer cosas que me gusten, nunca pienso en números, dinero, resultados, nada de eso. Siempre hago pensando en ser yo la que admira mi trabajo y ser verdadera con mi público. Creo que eso me lleva a este resultado, el que tengo hoy", opina.
Sobre el aborto
La cantante está al tanto del debate histórico que se llevó a cabo en el Congreso sobre la ley para legalizar el aborto, que logró media sanción ayer por la mañana. Dice que Brasil todavía es un país machista. "Hoy está cambiando gracias a Dios pero todavía hay mucho que modificar", cuenta. Y agrega, sobre la posibilidad de que se legalice del aborto en su país: "Brasil es muy católico. Creo que las personas tienen que tener la opción de hacer lo que quieren con su cuerpo, con su vida, con sus creencias. No somos nosotros los que tenemos que imponer lo que vas a hacer de tu vida, y principalmente para las mujeres. Porque las mujeres son siempre rehenes. Por mi religión no lo haría, pero si una mujer lo quiere hacer qué tengo yo que ver con esto, no tengo nada que ver".
Anitta en Vorterix
En medio de la fiesta Plop!, después de que una decena de bailarines se apoderara del escenario, aparece ella: Anitta. Está acompañada por dos bailarinas y en media hora va a moverse como a ella le gusta: haciendo uso y abuso del perreo y el quadradinho, el arte de dibujar un cuadrado moviendo la cola. En este show, que pasó de ser privado a vender todas las entradas, se escucha al público cantar cada una de las canciones: desde "Downtown", "Indecente" y "Paradinha" hasta sus temas en portugués como "Sua Cara" y "Vai Malandra". Anitta se emociona, agradece. No hay banda, canta sobre pistas. Nadie se puede resistir a sus melodías pegadizas y pasos sensuales. "Creo que es verdad eso de que son el mejor público del mundo. Fue uno de los mejores conciertos que he hecho en mi vida. Las personas tienen una energía y un respeto sin igual", dirá sobre la noche en Vorterix. Y promete que volverá con un show más grande. "Esperaba gente que conociera algunas canciones, no esperaba que fuera tan fuerte, tan increíble", concluirá sobre su primer concierto en la Argentina, donde además conoció a Lali Espósito y a las Bandana.
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