Amor a primer click: Grimes y Elon Musk, la extraña pareja ciberpunk
Como no podía ser de otra manera, el multimillonario emprendedor tecnológico Elon Musk y la excéntrica artista pop Claire Elise Boucher, mejor conocida como Grimes, se pusieron en pareja en 2018 gracias a Internet. Musk estaba planeando tuitear una broma sobre las complicaciones de la inteligencia artificial cuando descubrió que Grimes ya había dicho algo similar. Y listo: fue amor a primer click.
La primera vez que se los vio tomados de la mano fue en la Met Gala de ese año, y el impacto fue inmediato. Una fusión de freaks de mundos diferentes, pero con ideas muy similares; la pareja menos pensada, pero también la más lógica, sacándose fotos en la alfombra roja de uno de los eventos más exclusivos de Nueva York. Él apareció con un saco blanco sin moño ni corbata, pero mostrando una sonrisa de oreja a oreja. Estaba contento. Ella, enfundada en un vestido estilo gótico diseñado por su flamante novio y luciendo un collar con el logo de Tesla, la empresa de autos eléctricos que fundó Musk. Su rostro, a su manera, también parecía feliz.
Minutos antes de hacer su sorpresiva entrada, y de convertirse instantáneamente en el plato predilecto de los portales de chimentos norteamericanos, el novio se animó por fin a tuitear ese chiste que un mes atrás lo había linkeado directamente con la mente de su amada. Después se dejaron de seguir en las redes sociales, pero la relación prosperó y ahora, en plena pandemia mundial, volvieron a ser noticia por la llegada de su primer hijo, X Æ A-12.
"Exeiai", así deberíamos pronunciar los hispanoparlantes el particular nombre que, para no alarmar a nadie, la madre se encargó de explicar en Twitter. "X", porque es "la variable desconocida"; "Æ", porque significa amor en ortografía élfica y también porque remite a la inteligencia artificial; "A-12", en honor al avión espía de reconocimiento de la CIA Lockheed A-12, precursor de la aeronave favorita de la excéntrica pareja, el SR-71 Blackbird ("sin armas, sin sistemas de defensa, solo veloz. Genial en la batalla, pero no violento", precisó Grimes en su tuit); pero también puede ser "A" por su canción favorita, "Archangel", del músico electrónico inglés Burial, una de sus mayores influencias, y "12", por el número del signo del zodíaco chino de la rata, vigente en este 2020.
La ley de California, estado donde nació el pequeño X Æ A-12, no permite inscribir nombres que incluyan números o símbolos. Pero la pareja no parece estar preocupada por eso. Es más, ya aparecieron las primeras fotos de la criatura. El propio Musk, padre de otros cinco hijos que tuvo con su primera esposa, compartió un retrato del recién nacido en –otra vez– Twitter, pero intervenido por un popular filtro de Instagram que simula tatuajes en el rostro.
Grimes también fue noticia justo antes de la llegada de X Æ A-12 porque lanzó su quinto disco, Miss Anthropocene, una continuación narrativa de su propuesta sonora cuya mira está fijada en el futuro. Pero no en el sentido espacio-temporal del futuro, sino en la idea que la cultura pop forjó en nuestras mentes de lo que será –o debería ser– el futuro. Ese punto donde las postales oxidadas del ciberpunk se encuentran con los paisajes coloridos del manga y el animé. Pero Claire Boucher le agregó más elementos a esa distopía que la obsesiona: orejas de elfo, superhéroes y villanos de historieta, naves espaciales y complejos algoritmos de computadora.
La mujer que hasta hace algunos años era una adolescente dark de Vancouver, Canadá, que se hacía cortes en los brazos porque le gustaba cómo se veían esas "formas bonitas cortadas en mi piel", según dijo a Rolling Stone, a sus 32 evolucionó en un equeco de referencias culturales en constante expansión. Un producto de internet en todas las acepciones posibles, que aprendió a hacer música en la computadora antes que en cualquier instrumento, que pasó madrugadas enteras buceando en la red sin más filtros que su propia voracidad de conocimiento, que aprovechó la explosión de los blogs y que luego dominó Tumblr, hoy hizo realidad su propio meme.
Hija de una madre abogada y un padre contador devenido empresario, Claire –aunque odia que la llamen por su nombre– tiene dos hermanos y dos hermanastros. Sus padres se divorciaron cuando ella tenía 12 y una década más tarde lanzó su primer álbum, Geidi Primes. Pero antes de decidirse por la música estudió neurociencia, fantaseó con la idea de unirse a un programa espacial y hasta se metió en la carrera de Filosofía en la Universidad McGill, con una especialización en estudios de lengua rusa.
También aprendió a hablar en japonés y llegó a enseñar el idioma, pero todo cambió cuando un colega, Devon Welsh (líder del dúo de electropop Majical Cloudz), le mostró la aplicación para crear música GarageBand. "Me volví adicta, así de simple. Fue como que apenas lo empecé a usar me di cuenta de que podía hacerlo, y realmente ya no quería hacer otra cosa", dijo en una entrevista con un medio canadiense.
Otro grupo que fue clave en su conversión a la música fue Animal Collective, la banda experimental de Baltimore cuya técnica de grabación en loops fue bisagra para la conformación del sonido de Grimes. Pero no solo se trata del plano sonoro: Grimes es una artista integral que se encarga del arte de tapa de sus discos, de la dirección de sus videoclips, de la confección de sus personajes y de todo lo que tenga que ver con su proyecto. Aunque no está sola. La acompaña en esta compleja aventura su hermano menor Mac, quizás el único que la entiende del todo o el mejor administrador de todos esos mundos que su hermana tiene en la cabeza.
Que sus canciones suenen como si una androide se pusiera a cantar como Mariah Carey ("Violence"), o que por momentos parezca que hizo un featuring con Alvin y las ardillas ("Darkseid"), es completamente adrede. Aunque admite que es un problema, le encanta que su música se gane el mote de "inclasificable". Y a pesar de su obsesión con la inteligencia artificial y los algoritmos, las divas de la nueva industria musical, su camino nunca va en sentido del hit.
Los mecanismos repetitivos de la industria la agotaron. "Quiero que sea algo más grande que simplemente lanzar la canción, y luego promocionar la canción, y luego tocarla en un show, y ??luego hacer el videoclip, y luego volver a hacer todo de nuevo", explicó en plena promoción de su último disco. Incluso dijo que se siente incómoda cuando tiene que interpretar las canciones más antiguas de su repertorio. "Esa música fue creada por una persona muy joven, en un estado mental muy joven", aseguró.
Ahora mismo está ocupada en la que probablemente sea la creación más importante de su vida, su hijo, un mundo que también forma parte de su último álbum. En "So Heavy I Fell Through the Earth", el primer track del disco, Grimes habla sobre el hecho de quedar embarazada. La canción trata sobre un amor tan fuerte y pesado que la hace caer a través de la Tierra. Una metáfora, a su manera, explica a la perfección lo que significó para la Claire más humana convertirse en madre. "Para una niña, es sacrificar tu cuerpo y tu libertad. Es un sacrificio bastante loco y solo la mitad de la población tiene que hacerlo. Para mí fue realmente profundo cuando decidí que iba a hacerlo", dijo meses antes de dar a luz.
La promoción de Miss Anthropocene, por ahora, quedó en un segundo plano. Es que ahora tiene un nuevo mundo del que ocuparse. Tan abocada está a su bebé que en los últimos días solo apareció un par de veces por Twitter e Instagram, sus bases de operaciones favoritas. Una vez, para explicar el nombre del pequeño, y otra, para mostrar que salió en la portada de la edición italiana de la revista Vogue. "Puede que esté offline por un tiempo a partir de hoy -les avisó a sus fans en el post–. Quiero escribir más, pero mi cerebro está megafrito en este momento. Amor, G".
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