Alquimista de la canción
En el universo musical de Luis Alberto Spinetta se nota la convergencia de influencias, pero nada que suene por encima de un carácter propio y bien definido. Fue un músico del riñón del rock argentino simplemente porque fue uno de los que lo inventó. Y es así que, en buena parte, el rock local en los inicios tiene su impronta.
En la historia de Spinetta conviven la estética folk con el sonido eléctrico, y la forma simple de canción con la estructuras y diseños del jazz rock. Pero valga aquí la primera aclaración. No hay "acordes de jazz". Hay, simplemente, acordes que pueden ser utilizados habitualmente en el jazz. Del mismo modo, no hay armonías spinetteanas , aunque, sin duda, existen elementos que caracterizan a su música y están reflejados en una manera singular de armonizar. De eso se ocuparán los conservatorios porque los músicos han disfrutado de las ingeniosas ideas de Spinetta. Para los oídos no iniciados, vayan algunos datos y ejemplos sencillos que permitirán encontrar algunos trucos o innovaciones del Flaco. Todo lo demás está en un libro-CD-DVD de cabecera: el registro del concierto que dio en Vélez, en 2009.
Toque contemporáneo. " A Starosta, el idiota" es un tema que incluyó en el disco Artaud , de 1973.Mientras que en esos años era el auge del rock sinfónico o progresivo, Spinetta utiliza a modo de interludio recursos ligados a la música contemporánea y un guiño beatle ("She Loves You").
Camino al jazz rock. "Jugo de lúcuma" es el tema que inaugura la etapa Invisible, con su acercamiento al jazz rock y a los cambios rítmicos tan característicos de esa época. "El anillo del Capital Beto" es el primer tema del último LP de esta banda y uno de los puntos más altos de ese entramado rítmico y armónico de Spinetta. Es un buen ejercicio escuchar los dos temas, en ese orden, porque dan cuenta de esta evolución. Hagan la prueba.
Puro corazón. Ahora un ejercicio mas emocional. " Durazno sangrando", del segundo CD de Invisible, esconde, en el paso de las estrofas a los estribillos un muy sutil latido de corazón. "Quién canta es tu carozo, pues tu cuerpo al fin tiene un alma".
Zamba que no o que sí. "Barro tal vez" no es una zamba, pero no faltará quien la quiera bailar así. Quizás ese sea el aporte del Flaco al nuevo arte nativo.
Pases de magia. Spinetta siempre tuvo la habilidad (y la debilidad) para robarle algún tiempo a los compases o transformarlos en irregulares. De ahí que lograra intercalar binarios y ternarios y jugar con los de 4/4, 3/4, 7/8, 7/4 o 5/4 con una naturalidad sorprendente. Fue por eso que canciones emblemáticas de su repertorio, como "El anillo del capitán Beto", "Durazno sangrando", "Ludmila" y "Maribel se durmió", sonaron simples a pesar de su complejidad.
Ven y siente el ruido. La distorsión siempre fue enemiga de las armonías complejas. Porque cuando se utilizan mas de tres notas en un acorde se puede transformar en ruido. A Spinetta le gustaba rockear fuerte con séptimas ("Despiértate nena", "Cheques" y, con cuerdas más limpias, "Yo quiero ver un tren"). Y cuando no usaba tanto overdrive iban bien los acordes con sextas y novenas ("No te alejes tanto de mí" puede ser un ejemplo). Experiencias como el power trío Los Socios del Desierto podrían ubicar su trabajo en el otro extremo de bandas como Jade. Sin embargo, la sapiencia del Flaco le permitió seguir utilizando ciertos acordes de cuatro o cinco notas en la furiosa propuesta rockera de Los Socios. Basta buscar en YouTube alguna versión de "Ana no duerme" por Spinetta y los Socios del Desierto para notar que la guitarra súper distorsionada suena magnífica con un acorde menor de séptima y novena. No es mejor músico el que usa acordes "raros" sino el que sabe utilizarlos.
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