Se hace esperar, aunque no en exceso. Aparece vestida de rojo-impacto, con gran producción de maquillaje, peluquería, uñas. Y, sobre todo, tacos. Ally Brooke mide 1,52 metros y está en Buenos Aires solamente para promocionar su lanzamiento como solista con una primera canción llamada "Low Key". La intención, también (y sobre todo) es despegar su carrera del grupo que la llevó a la popularidad mundial: Fifth Harmony, las jóvenes surgidas del programa estadounidense The X Factor.
Desde su entorno sugieren algunos temas que podrían perturbar a la artista, entre ellos, su ex grupo. Por supuesto, es ella misma quien se ocupa de ir y volver de este pasado ineludible que, en definitiva, la vuelve a traer a esta tierra (fue furor con las otras integrantes en 2016). Lo cierto es que tiene 25 años y parece algo avasallada por tanto movimiento alrededor de su pequeña persona: mucha circulación en radios y otros medios, fans en la puerta del hotel y en el aeropuerto, días de lluvia y truenos que literalmente la asustan cuando parece que están cayendo piedras sobre Buenos Aires. Uno de los fanáticos explica a su jefa de prensa: "No está asustada, tiene el oído sensible porque nació prematura". Sobre su nacimiento precoz, también Ally se ocupa de dar detalles. Y, entre la charla y las fotos, cuando pide un momento para pasar al toilette, se escucha de lejos su voz en la actividad que más cómoda la hace sentir: cantar.
–¿Cómo elegiste "Low Key" para tu debut solista? ¿Cómo se sumó el rapero Tyga?
–Me tomó mucho tiempo encontrar "El" single. Un año. Grabé todos los días durante meses. Hasta que llegó "Low Key". Primero había elegido otro. Pero uno de mis asesores me sugirió que fuéramos con éste. Y, al día siguiente, cuando lo escuché supe que era el tema que quería que me representara como solista. Me gusta la vibra. Es un tema que coquetea pero que, sobre todo, se muestra sólido. Puse mi voz y mi personalidad aquí. Y Tyga se sumó después. Y elevó la calidad del tema. Cruzamos los dedos para que a le gente le gustara. Luego filmamos el video. Estoy muy feliz con la aceptación del público.
–¿Qué pasa con el futuro disco y cómo encaja "Low Key" en este proyecto?
–Estoy trabajando en el álbum ya mismo. "Low Key" es una pizca de lo que va a ser. En el último año grabé 40 canciones diferentes. Y me gustan muchas de ellas. Estoy a mitad de camino en la creación. Me entusiasma que la gente pueda ver quién soy como artista, mis diferentes ideas, emociones. Soy una persona compleja, y me gustan distintas letras, ritmos y sonidos. No quiero ser sólo pop o urbana. Me quiero divertir con la música. Y sentir libre. Y me siento segura con mis veinticinco años. Es loco. Incluso a pesar de mis zonas más vulnerables: los temas me empoderan. Se editará en tu primavera este año, en octubre, calculo. No puedo esperar. Al haber estado en grupo, me sentía que no podía ser completamente yo.
–Decís que te sentís más confiada, a pesar de estar más expuesta, sin la contención de un grupo…
–Estar en una banda tiene sus cosas maravillosas, teníamos fans, ganamos premios, hicimos mucho juntas. Pero estar en un grupo te impide tener tu propia identidad. Entendí eso y siempre luché por Fifth Harmony. Lo que sucede es que la gente te encasilla y me sentía encerrada. Veían que yo podía cantar pero no se daban cuenta de que había mucho más en mí que lo que podía mostrar en el grupo. Incluso hubo gente que fue negativa conmigo, que se burló de mi manera de bailar o de cómo me vestía. Eso hirió mi seguridad y mi autoestima. Además, al ser un conjunto, todo el tiempo una es comparada con la otra. Eso fue duro. Por eso, ahora, al tener un equipo de trabajo, pero estar sola creando mis canciones, me siento más segura: puedo bailar, cantar, componer y divertirme.
–¿Qué otras influencias, además de Selena, Jennifer López y Gloria Estefan, marcaron tu carrera?
–Definitivamente, Shakira, Bruno Mars, Lady Gaga, Justin Timberlake, Beyoncé. Amo a los performers, los que te hacen un espectáculo en el escenario. Y también me gustan cantantes como Adele. Mis padres crecieron rodeados de música. Muchos oldies como Barbra Streisand, Cher, Elton John, Madonna, George Michael. Son algunos de mis favoritos. Estoy agradecida de que mis papás me criaran con tanta música maravillosa. Podría seguir con la lista eternamente.
–¿Cómo se forjó tu identidad mexicano-estadounidense?
–Mi bisabuela era mexicana. Mis papás nacieron y se criaron en San Antonio, Texas. Ellos y, por supuesto, mi abuela, hablan español. Pero, desafortunadamente, yo no. Cuando mis padres iban a la escuela, hablar en español los metía en problemas. Estaba mal visto en Texas cuando ellos crecieron. Entonces tuvieron miedo de que se burlaran de mi o me hicieran bullying. Y no enseñaron el idioma a sus hijos. Me gustaría aprenderlo, es mi objetivo. Por ahora, sólo puedo cantar en español y decir algunas frases. Igual, no hablarlo no me hace menos hispánica: estoy muy orgullosa de mi cultura y tradición.
–Habrás visto Coco
–¡My Gosh! ¡Por supuesto! Me recordó tanto mi hogar. De hecho fui a verla al cine con mis papás. Y nos la pasamos llorando. Es un espejo de nuestra herencia, de cuan importante es la familia. Ahora, en San Antonio, particularmente se celebra nuestra cultura con mariachis. La banda de sonido toca tu corazón.
–¿Cómo fue cantar junto a Placido Domingo?
Fue una experiencia increíble. Me encanta la música clásica. Surgió esta oportunidad y me avalancé. Es una leyenda. Y es uno de los mejores cantantes del mundo. Cantamos "Bésame mucho" en San Antonio. Hicimos un dúo. Es muy cálido y sensible. Y le encanta mi voz. Fue uno de mis mejores momentos.
–En algunas entrevistas solés decir que creés en los milagros. ¿Qué podrías agregar?
–Creo en los milagros porque los he visto con mis propios ojos. Soy cristiana y creo en Jesús. Me pasaron tantas cosas en la vida que parecían imposibles y se volvieron posibles. Cuestiones familiares. Yo misma soy un milagro. Soy prematura y nací en la semana 25 de embarazo. Se suponía que iba a nacer en octubre y nací el 7 de julio. Era tan chiquita que entraba en la palma de la mano de mi papá. Mis papás rezaron y tuvieron fe. Los doctores les dijeron que estaban azorados porque nací gritando. Y mis pulmones no debían estar desarrollados. Y advirtieron a mis padres que yo posiblemente tendría discapacidades de aprendizaje o de escucha o de visión. Pero no tengo nada de eso. Te vuela la cabeza pensar que podría no estar aquí ahora.
–Escribiste un libro de memorias, Finding Your Harmony, que se edita el año que viene. ¿No es precipitado escribir memorias a los veinticinco?
–Más que un libro de memorias es inspiracional. Soy muy joven pero viví y tengo muchas historias para contar. Quiero contagiar a la gente con mi experiencia, bebés prematuros, gente que sueña con llegar a triunfar en lo que hace. Es posible convertir los sueños en realidad, a pesar de que lidiemos con cuestiones muy serias en la vida o con obstáculos. Ese es el mensaje. Podés sobrevivir a pesar de lo más doloroso. Y mirar para adelante.
–¿Cómo fue tu experiencia en Argentina cuando viniste con Fifth Harmony?
–Recuerdo a los fans. La gente aquí es muy dulce y respetuosa. Incluso ahora como artista solista me esperaron horas en el aeropuerto. Sabía que amaban al grupo, pero me sorprendió el recibimiento como solista.
–¿Considerarías volver con el grupo?
–Todas estamos empezando carreras separadas. Así que eso podría tomar años. Pero uno nunca sabe qué puede pasar. Tuvimos un éxito fenomenal, y tocamos en muchos lugares. Aunque estemos enfocadas como solistas, podría pasar. ¡Quién sabe!
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