Alan Courtis, el paradigma del rock experimental no para
Una muestra de partituras no tradicionales en Tokio; una instalación con el audio de El Grito, de Munch, en Oslo; un disco editado en vinilo de rock psicodélico, que homenajea a La Pesada y a La Cofradía de la Flor Solar, con base en Berlín; un box set compilatorio por los 25 años del grupo Reynols que editará un sello noruego; una banda inglesa con chicos de capacidades diferentes; un álbum grabado junto a la banda japonesa de culto Acid Mothers Temple; talleres de música inclusivos aquí, allá y en todas partes y dos películas en plan "bootlegs" que se estrenarán en el Bafici. Así de amplio y exótico es el universo en el que vive por estos días Alan Courtis, músico, artista experimental y docente argentino sin igual, que un cuarto de siglo atrás creó junto al baterista con síndrome de Down Miguel Tomasín, el delirante y vanguardista ensamble conocido bajo el nombre de Reynols.
"En realidad, los festejos por los 25 años de Reynols comenzaron el año pasado, con una muestra en la Mediateca de París, en el marco del festival Sonic Protest, que trabaja también sobre la música inclusiva", asegura Courtis. "Ahora armamos estas dos películas que se van a presentar en el Bafici y la idea es coronar el aniversario con un box set con seis discos, un DVD y un libro, que va a salir en Noruega".
-¿Miguel también participó de estos proyectos?
-Sí y la familia está apoyando este proyecto. Miguel es una personalidad increíble de la música y tiene gente que aprecia su trabajo musical en todo el mundo. Siempre es una alegría poder estar con él. Lo que pasa es que se le complica la cuestión logística, porque él está viviendo con la madre y le cuesta un poco salir, sobretodo en horarios de rock. Pero siempre estamos en contacto.
-Después de tantos años, ¿qué es lo que más rescatás de Reynols?
-Por un lado, la libertad del proyecto y por el otro, obviamente, la inclusión de Miguel, que se dio de una manera muy natural, cuando en ese momento no había tantos proyectos inclusivos en el país. Eso nos trajo algo de difusión, pero también mucho debate sobre si estaba bien o mal hacerlo. A lo largo de los años, la mayoría de lo que vuelve es positivo. En estas jornadas de París que incluyeron la muestra sobre la banda, había un montón de grupos que citaban el trabajo de Reynols como influencia directa.
-¿Y hoy, en ese tipo de jornadas más académicas, qué es lo que se discute sobre el tema?
-Cada vez hay una mayor apertura para este tipo de proyectos, que generan opciones para que personas con distintas capacidades puedan tener un espacio para expresarse a través de la música. Yo trabajo como docente con chicos que no tienen acceso al lenguaje y de ahí, cuando aparece un canal como la música, surge una fuerza impresionante, que ellos usan para beneficio propio y también para darle algo al público. Por eso, cuando hacemos los conciertos son tan emocionantes.
Pero Courtis no solamente encuentra en este cruce un valor terapéutico, sino que asegura que para él, su trabajo con personas con discapacidad es una fuente de inspiración. "Siempre para mí fue una tarea muy enriquecedora a nivel creativo, aunque a algunas personas les pueda parecer extraño. Porque ellos tienen una apertura muy directa con lo creativo. Uno conoce un montón de músicos muy técnicos, que son muy virtuosos, pero los chicos con discapacidad tienen una conexión tan directa con el sonido, que nos enseñan un montón en esa área, que no tiene tanto que ver con lo técnico sino con lo humano y lo espiritual, la cuestión del vínculo y cómo uno se expresa con la música".
Entre partituras y sonidos
Todos los proyectos de Courtis están, de una u otra manera, ligados entre sí. De hecho, acaba de regresar de una gira por Japón en la que inauguró la muestra "Ggaphic Scores" (con partituras gráficas de su autoría, como la de In-formed Music, una composición para ensamble de diarios), ofreció talleres de música para chicos con discapacidades y tocó con varios de sus amigos músicos japoneses.
"Me invitaron a exponer mis partituras más gráficas, que se pueden tocar, pero que a la vez tienen una carga visual muy fuerte. Son notaciones gráficas más abiertas, no son con sistema de pentagrama, pero se pueden tocar igual. El día de la inauguración hicimos una especie de conferencia-taller y tocamos la partitura de esa obra que es para diarios, que no hace falta que sean músicos y todos pueden participar".
-¿Cómo se toca?
-Tiene cuatro partes y en cada una hay que tocar los diarios de diferentes formas. En la primera hay como un crescendo, con los diarios en el piso; en la segunda es golpeando los diario; en la otra hay que ir cortándolos, pero muy suavemente y en la última se los estruja. Es una obra muy abierta que hasta la tocaron chicos del colegio primario en los Estados Unidos. Yo la compuse para Polonia Oliveros, una gran amiga que falleció a fines de 2016 y ella la estrenó allá, en Nueva York. La idea era trabajar con un lenguaje más de música contemporánea, pero que salga un poco de la burbuja de lo académico y sea un poco más abierto.
Courtis aprovechó también este viaje para promocionar su última creación, The Dalton Correction, "un power-quartet sudamericano" que conecta Berlín con la Argentina y que esta noche se presentará en Buenos Aires.
"Es un disco que salió a fines del año pasado, pero recién ahora estuvo moviéndose en Europa y en Japón. Es un proyecto interesante porque es más de rock, de hecho grabamos dos covers clásicos del rock nacional: 'El parque', que es un tema de Spinetta que fue grabado en el primer disco de La Pesada; y 'Quiero ser una luciérnaga', de La Cofradía de la Flor Solar, que nos parecía que necesitaba ser revisitado".
Según la gacetilla de prensa, "el grupo reúne a uno de los bateristas más salvajes del condado de Monte Grande, al 'hombre sabio' comandando la nave en las seis cuerdas, a un bajista tan sólido como su propia historia y a un respetado guitarrista experimental, todos ellos trabajando juntos para canalizar el talento del reverenciado Rev Dalton".
Pero lo cierto es que la banda está liderada por Hernán Núñez, el guitarrista que desde hace años trabaja en el Guitar Craft, fundador de Los Gauchos Alemanes y tantos otros proyectos, y la completan Marcelo O'Reilly (guitarrista de Los Helicópteros) y Claudio Villaverde. "Es una especie de tributo al rock argentino de los años 70, pero también tiene una estética bastante especial, algo de progresivo y rock psicodélico. Son pedazos de distintas películas musicales que se van amalgamando".
-¿Qué tiene de especial ese rock argentino de los años 70 para ser revisitado tanto en el último tiempo?
- Creo que el rock argentino de esa época es muy creativo, sobre todo en la manera de cantar, porque encontraron una tónica que no es obvia. No muchos países tienen una tradición así. Además tiene una poética y un trabajo con las letras importante. El disco, que salió en formato vinilo, lo grabamos en el estudio Kimono, que es muy especial porque ahí ensayó Spinetta para su concierto de Las Bandas Eternas. Tiene una carga muy fuerte.
-Después de tanto viaje experimental, ¿qué es lo que más te entusiasmaba de volver al plano del rock?
-En este caso, para mí experimentar es hacer un disco de rock. Aunque este no sea un disco de rock comercial. Tiene sus particularidades. Siempre me parece interesante hacer distintas cosas, para no encasillarse en una sola área. Tengo algunos discos que van de lo experimental, el drone, el noise, la improvisación, la música contemporánea y la clásica, pero el rock siempre estuvo ahí. Siempre es un placer poder volver a esas raíces del rock y poder investigarlas.
Reynols y el templo de las madres ácidas
"Es probable que hagamos algo con los Reynols para acompañar el lanzamiento del box set", dice Courtis sobre esta celebración por los 25 años de la banda y, al pasar, adelanta: "Además, el año pasado grabamos con Acid Mothers Temple (la banda japonesa de rock psicodélico y space music que visitó el país a fines del año pasado). Tocamos todos juntos en la misma sala, éramos como nueve: estaban ellos, más Roberto y Patricio Conlazo, Miguel Tomasín y yo. Lo hicimos a dos baterías, grabamos Hammond. Estamos terminando de mezclarlo y esperamos que salga pronto. El tema es que hay tantas cosas dando vuelta que ya veremos".
The Dalton Correction
- Banda integrada por Alan Courtis, Hernán Núñez, Marcelo O'Reilly y Claudio Villaverde + Ensamble de Guitarras de Buenos Aires
- Doble función
- Hoy, a las 21 y a las 23.30
- Templum, Ayacucho 318
Reynols Official Bootleg I y II
- Bafici
- Hoy, a las 23.15, Village Recoleta
- 21 de abril, El Cultural 1, a las 19.30 y a las 22.
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