
Al rescate de la memoria
El viernes presentará en el Maipo "Hoy como ayer", con textos y canciones de María Elena Walsh y con la puesta que realizó en 1982 María Herminia Avellaneda
"Bastó que Susana Rinaldi las convocara para que las «luces del viejo varieté» se encendieran en el Odeón y para que con ellas se hiciera manifiesto, en el escenario y en la sala toda, el eterno milagro de la fascinación". Así comenzaba la crítica realizada por este diario el 11 de julio de 1982, del espectáculo "Hoy como ayer".
Hoy como ayer vuelven a encenderse las luces de las candilejas para presentar, a partir del viernes próximo, en el teatro Maipo, el mismo espectáculo que hace 23 años.
Responsable de esta segunda vuelta es la protagonista de aquel acontecimiento: Susana Rinaldi, quien ya está de regreso de los cursos que realizó sobre interpretación del lenguaje para ser aplicado a lo musical, convocada por asociaciones españolas de intérpretes y actores.
"Antes de fin de año, tenía ganas de hacer algo que tuviera que ver con la década mía que finaliza, porque por más que quieras, 70 pirulos los cumplís una sola vez -dice Susana Rinaldi largando una sonora carcajada-. Una de las cosas que quería repetir para mi memoria, y para la memoria de muchos, era mostrar este espectáculo que habíamos hecho en 1982, «Hoy como ayer», dedicado a la gente de mi generación que dice «y ustedes qué hicieron». Una cosa es pensarlo y quererlo y otra cosa es realizarlo. El único teatro en el que había pensado hacerlo, ya desaparecido el Odeón, era el Maipo, pero no se me ocurrió decírselo a Lino (Patalano). La posibilidad era, respetando la puesta de María Herminia Avellaneda, hacer dos o tres funciones en un teatro grande y punto. Al mismo momento, Lino quiere hablar conmigo para proponerme hacer algo juntos. Le conté la idea y aceptó inmediatamente."
Esta idea incluye reproducir exactamente la puesta que realizó hace 23 años María Herminia Avellaneda, con los mismos temas musicales y textos de María Elena Walsh.
"Respetuosa de la memoria de quien hizo y pensó este espectáculo, María Herminia, quiero dirigirme a la gente que lo vio y quiere volver a verlo, pero especialmente a la gente que decidió por anticipado elegir el escepticismo. Es una buena manera de decirlo con poesía y con textos, que pueden haber sido escritos en todo momento. Es muy abarcativo como propuesta. Me viene muy bien el título «Hoy como ayer», porque fue así entonces en algunos aspectos gravitantes para nuestra sociedad.
-El espectáculo se realizó en las postrimerías de la dictadura y el preludio de la democracia y ustedes tuvieron que bajar de cartel después de cinco meses, ¿fue por razones de salud o para salvaguardar la integridad física?
-Salvaguardar la integridad física de las amenazas. Además, María Elena estaba muy enferma y no queríamos asustarla ni amedrentarla más de lo que estaba por su salud, pero también porque a raíz de este espectáculo la quitaron de circulación, los medios la borraron. Me acuerdo perfectamente que en el estreno en el Odeón mucha gente tuvo miedo de venir a ver el espectáculo, sin saber cómo estaba armado. Una de las que estuvo presente fue Mercedes Sosa y nadie la fotografió ni se acercó. La jugamos así y la seguimos contando, cosas que tantos otros no han podido. Fue muy marcador este espectáculo, por eso a la vuelta de la democracia, cuando apareció «La cigarra», como compromiso democrático en televisión, fue un disparador inesperado que incluso asustó a los que nos habían ofrecido el espacio. Esta recuperación de la memoria es una manera de homenajear a María Herminia que fue una gran demócrata, fue la que pensó en el ida y vuelta que podía devolvernos la sociedad a través de lo que hacíamos. Me enseñó algo que se llama «coherencia» en el mundo del espectáculo y que se pierde fácilmente. La memoria tiene que ser otra cosa en el país, es bueno "revisar", lo que nosotros no hacemos para nada. Me alegro de la feliz coincidencia entre el deseo de Lino y el mío y que se haga extensivo al público. Sería una vuelta feliz.
Volver a vivir
Según anticipa Rinaldi, se mantendrá la estructura y los mismos temas. "Quité, después de hablarlo con María Elena, «Orquesta de señoritas», que pertenece a una época muy, muy lejana. Yo tenía apenas 5 años y recuerdo haber visto en una confitería, a través de la ventana, a una orquesta de señoritas. Todo lo demás está intacto. El tema «El 45» tiene una introducción que es una manifestación «de bienes» que explica por qué se canta ese tema. Lo que tiene de bárbaro este espectáculo, como armado, es una cosa que María Herminia hacía como los dioses, porque le gustaba muchísimo el juego de la palabra, el lenguaje que va señalándote el camino, donde la música acompaña, no es protagonista como en el mundo del tango, por ejemplo. Este armado consistía en extraer de distintos libros de María Elena una manifestación tal, de un artículo que escribía para un diario, de algo que ella misma había grabado o de su famoso recital para los ejecutivos. Es un entramado perfecto que, a mi criterio, no se puede ni se debe tocar.
-También es otra forma de reunirse las tres.
-Podría ser, desde otros tiempos, con una comprensión mayor, y también entre nosotras, y diría que es una manera también de ejercitar esta voluntad de entregarte y dar cosas para que el otro también las converse.
-¿Quien fue la gestora?
-María Herminia me habló de este proyecto en 1980 cuando yo estaba trabajando en el Olimpia de París y ella vino a ponerme las luces. Me acuerdo de que me habló de las ganas que tenía de hacer un espectáculo con la obra de María Elena, pero que le resultaba difícil porque no sabía quién podía interpretar esta cosa y entonces me propuse. Me dijo que yo estaba muy comprometida con el mundo del tango y no le pareció oportuno. Pero, a quién se le podía explicar las cosas que yo había vivido y que están tácitas en lo que se dice. Le respondí que la única persona que lo podía hacer e interpretar todo lo que se dice en este espectáculo era yo, porque yo tenía el conocimiento de la obra de María Elena y estaba dispuesta a jugarme. Así fue que María Hermina empezó a escribir y no estoy tan segura que, en su momento, María Elena estuviera convencida de que yo era la intérprete ideal para hacerlo.
-¿Por qué cuatro semanas?
-Cuatro semanas y con la esperanza de que la gente diga que da para mucho más. No sólo eso, Lino ha hecho contactos con el exterior por este espectáculo, por lo que conlleva, por lo que cuenta. La importancia que culturalmente ha obtenido la Argentina afuera y que nosotros podemos seguir reavivando. Maradona es un genio, pero un genio que va a pasar, pero la literatura no pasa, al mismo tiempo la música no pasa. Esta es una buena conjunción de literatura y música que cuenta la historia de una manera de sociedad, que se comprende con códigos que, curiosamente, han salido al exterior y que otros nos han copiado a nosotros. Ya Dejamos de ser sudacas, tenemos una manera de hablar que es una lengua argentina que a veces está plagada de sarcasmo, de ironías, de ida y vuelta, de subtextos que aparentemente comprendemos sólo nosotros. No es verdad, hay otros que quieren tener esos subtextos, para aprenderlos y llevarlos a su idioma.
Algunos temas
"Magoya"
"Canción dócil"
"El 45
"Los ejecutivos"
"Sin señal de adiós"
"Sapo fierro"
"Canción de la vacuna"
"Y vamos ya"
"Oración a la propaganda"
"Asunción de la poesía"
"El viejo varieté"
"Para los demás"