Air Supply: tienen el mismo nombre, nacieron casi el mismo día y, en cierta forma, hace 50 años los unió Jesucristo
El dúo de Graham Russell y Russell Hitchcock está a punto de cumplir 50 años; los autores de la inoxidable balada “All Out of Love” vuelven al país para presentarse en el Gran Rex porteño y en Quality Arena de Córdoba
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Se conocieron el 12 de mayo de 1975 en Sydney, en el primer día de ensayo de la puesta australiana del musical Jesucristo Superstar. Se llamaban casi igual, los dos soñaban con una carrera en el pop y en lo operativo eran el uno para el otro: un compositor prolífico, un cantante dotado. Poco después formaron Air Supply, se convirtieron en la banda emblema del pop romántico con baladas como “All Out of Love”, “Making Love Out of Nothing At All” y otros hitazos ochentosos. Hoy, casi medio siglo más tarde, siguen vigentes: el 9 de abril tocan en el Quality Arena cordobés y el 11 del mismo mes, en el Gran Rex porteño.
“Nunca renunciamos a nada, incluso cuando la gente decía ‘su música está acabada’. Nosotros decíamos: ‘bueno, eso es lo que somos’ y nunca paramos, nunca nos rendimos y ahora estamos acá”, dice Graham Russell, el hombre que escribe las canciones en las que su socio, Russell Hitchcock, luce su registro virtuoso. La suya es una historia de superación y constancia: pasaron de un hambre para nada metafórico al éxito mundial. ¿El secreto? Cantarle al amor mejor que nadie.
–¿Qué pasó que congeniaron tan bien desde el primer día? ¿Qué tenía cada uno que el otro estaba buscando?
–Fue realmente bueno desde el principio. Fue una amistad muy evidente. No fue trabajo, fue simple de verdad. Y, además, tenemos el mismo nombre y nacimos con tres días de diferencia, así que teníamos mucho en común. Pero después, cuando nos dimos cuenta de que Russell amaba a los Beatles como yo y que ambos los vimos en 1964, estrechamos el vínculo. Desde el principio tuvimos una gran amistad y ambos queríamos crear algo mientras estábamos en Jesucristo Superstar. Sabíamos que eso iba a durar un año y medio y los dos queríamos empezar algo para cuando terminara, para poder trabajar juntos y formar una banda.
–Son una de las bandas más trabajadoras del ambiente: salvo en 2020, por la pandemia, salieron de gira desde que se formaron sin perder un solo año. ¿Son bichos de escenario?
–Hay muchos medios diferentes que utilizan las bandas: graban, hacen televisión y cosas así. Pero para nosotros siempre fue tocar en vivo porque creo que, con nuestro tipo de música, cuando es en vivo tiene un impacto grande. Porque es muy emotiva y estás ahí mismo y te golpea muy fuerte y vemos eso y sabemos que al público le encanta, así que siempre nos encantó actuar en vivo. Estamos llegando a los 5400 shows en nuestra carrera y sé que es mucho, pero seguimos trabajando. Dijimos hace mucho tiempo que dejaríamos de tocar cuando la gente dejara de venir a vernos, pero no creo que eso vaya a pasar pronto. Es un fenómeno extraño.
–Pasar casi cincuenta años en cualquier vínculo es muy difícil. ¿Cuál es el secreto de su sociedad? ¿Estuvo Air Supply en peligro alguna vez?
–Me acuerdo de que una vez en Europa, en 1983 u 1984, nos dijimos: “Dios, ¿podés creer que vamos a cumplir juntos diez años? Y ahora acá estamos, al borde de los cincuenta años. Cuando lo pensás es bastante extraordinario. Quiero decir, hay muchos grupos que lograron eso y más, como los Rolling Stones, Paul McCartney y todo eso, pero para una banda como la nuestra es realmente inusual. Cuando paramos a pensar en todo lo que hicimos en este tiempo... era difícil imaginarlo, pero creo que la razón es que simplemente nos encanta tocar y nunca hay fricción entre Russell y yo. Él es el cantante principal y yo escribo las canciones, así que no hay ego involucrado ni nunca discutimos. Nunca hemos tenido una discusión y todo es muy fácil. Es una gran manera de pasar la vida.
–A esta altura, ¿componés canciones con la voz de Russell en mente?
Cuando estoy escribiendo -y escribo todos los días, casi siempre- sé que no importa en qué tono está la canción, la vamos a poder hacer, porque Russell canta agudo y yo canto grave. Así que siempre sé que lo tenemos cubierto, pero escribo teniéndolo a él en mente, sí, y voy a lugares que sé que le van a gustar. Si estoy escribiendo una canción, se la envío y sé que va a poder alcanzar esta nota o aquella y va a sonar genial, así que se siente como un artista con un lienzo en blanco: empiezo a poner imágenes ahí sabiendo que él puede cantarlas y entre los dos podemos cantar cualquier cosa en la escala. Es algo misterioso para nosotros y no sabemos cómo funciona, o cómo funciona nuestra amistad, pero simplemente funciona. E incluso cuando estamos de gira con nuestra banda y el equipo, nunca hay fricción, somos muy relajados y salimos con la misión de hacer el trabajo, y nuestra misión es ofrecer un gran espectáculo para todos los que vienen a vernos. Es uno de esos misterios de Air Supply. Muchas bandas planean todo y dicen: “bueno, vamos a hacer esto el próximo año, el siguiente vamos a hacer aquello”, pero nosotros no planeamos nada, simplemente seguimos con la corriente. Hace poco nuestro agente dijo: “¿Les gustaría hacer una larga gira por América del Sur?”. Y dijimos: “sí, eso sería buenísimo”. Ellos unen todos los puntos y nosotros vamos.
–Cada persona que vivió los 80 los recuerda con mucho cariño. ¿Es tu caso? ¿Cómo los vivieron ustedes, que estaban en pleno paso al estrellato mundial?
–Pienso en eso prácticamente todos los días porque creo que son esos momentos los que realmente te definen y te dan carácter. Y especialmente recuerdo esos tiempos porque acabo de terminar de escribir mi autobiografía, así que estuve muy cercano a esos primeros días. Estaba peleándola y no tenía plata para comer o hacer nada, pero esas luchas te moldean y, sin ellas, el éxito no vale la pena. Cuando miro hacia atrás pienso: “¡Guau! si no teníamos nada”. Quiero decir: incluso después de que tuvimos nuestro primer éxito, en el 76, todavía buscábamos plata para comprar un pan para comer. Era increíble, pero al mismo tiempo la mayoría de los grupos pasan por eso y creo que es un rito de paso. Tenés que pasar por eso, tenés que estar desesperado y tenés que salir al otro lado. Y si la música es buena, vas a salir, pero es como una prueba de fuego. Tenés que hacerlo y al final lográs el éxito o te rendís, pero no somos el tipo de personas que se rinden.
–En la mayoría de sus videos en YouTube hay muchos comentarios de adolescentes diciendo: “nací en la época equivocada, esta es la música que me gusta”. ¿Se ven chicos en sus shows?
–Vemos muchos. Y creo que es debido a las redes sociales. Tienen sus teléfonos y te buscan en Google, van a tu sitio web o entran en Facebook y ven las canciones o escuchan una canción en una película o en la televisión y preguntan: “¿Qué canción es esa? Oh, es ‘All Out of Love’. Es una canción de Air Supply. ¿Quién toca ahí? Voy a buscar en Google... ¡oh! son esos tipos”. Creo que son las redes sociales las que crearon este puente entre generaciones, porque recibimos muchos chicos en los shows, incluso de diez u once años, y conocen cada palabra de las canciones. Es extraño y a veces les preguntamos, si llegamos a verlos, cómo conocen estas canciones. Y ellos dicen: “mis padres o mis abuelos las escuchaban todo el tiempo y ahora nos enganchamos, las amamos”. Así que todavía hay espacio para otra generación con nuestra música. Espero que se vuelva atemporal. Quiero decir: “All out of Love”, por ejemplo, tiene 45 años, así que creo que todavía le quedan algunos años más.
–Se dice que están muriendo las baladas, que ya la gente no escucha música romántica. ¿Es así?
–No creo. Al menos no para nosotros. Cuando buscás las grandes canciones de nuestra generación, todas son grandes baladas épicas. Mira a Adele: sus mejores canciones son baladas enormes y las nuestras también lo son, sin duda. Veo a nuestra audiencia todas las noches cuando empezamos a tocar estas grandes baladas: están llorando. Incluso con una canción completamente nueva que nunca han escuchado antes, lloran cuando la escuchan, así que no creo que eso sea cierto, no para nosotros.
–Nombraste a Adele, ¿es de las artistas jóvenes que más te gustan?
–Me gusta “Hello” y me gustan todas sus canciones. De hecho, mi canción favorita de Adele es una de Bob Dylan, una antigua, “Make You Feel My Love”. Soy compositor y escribí algunas canciones buenas, pero me encanta escuchar a grandes compositores y, bueno, Bob Dylan es uno de mis favoritos. Cuando escuché esa canción por primera vez -debo admitir que no la había escuchado antes de que Adele la grabara- pensé: “Dios mío, ¿quién escribió esa canción?” y resulta que era de Bob Dylan. “Tiene sentido”, pensé. Una gran canción es una gran canción, no importa si es una balada o hip-hop o lo que sea. Simplemente amo las grandes canciones y la gente ya no las escribe tanto como antes. No escuchás tantas grandes canciones. Hay muchos temas pero no muchos buenos, y creo que por eso los artistas que llevan mucho tiempo dando vueltas, como nosotros, tienen sus shows abarrotados de gente dispuesta a escuchar grandes canciones, grandes melodías. Vendemos todas las entradas de cada show que damos, no importa dónde sea, y la multitud enloquece. Y pienso: “Llevamos juntos cincuenta años y esta audiencia está enloqueciendo”. Son muchas cosas diferentes, pero para mí creo que son las grandes canciones y ahí es donde empieza todo.
–Hay consenso en decir que lo suyo es el soft-rock. ¿Tenés algún gusto que uno no sospecharía escuchando lo que hacen? ¿Escuchás AC/DC a todo lo que da, por ejemplo?
–Amo a los Beatles, obviamente. Amo a los Rolling Stones y, de vez en cuando, escucho a AC/DC, sí. Hace mucho tiempo descubrimos nuestro tipo de música. No intentamos crearlo, simplemente estaba ahí y nunca cambiamos de rumbo porque este género de música es quienes somos, pero amo todo tipo de música. También me encanta la música muy pesada: de vez en cuando, si escucho una canción de Metallica, pienso: “eso está bueno”, pero nunca haríamos una canción así porque no somos nosotros.
–En cuanto a tu mayor hit, “All Out of Love”: ¿Te diste cuenta enseguida de que tenías una obra maestra entre manos cuando la escribías?
–Bueno, “All Out of Love” fue la primera canción que escribí en el piano, así que fue un avance para mí. Toco el piano, no soy un gran pianista pero me manejo en él y esa fue la primera canción que escribí con el piano. Y cuando terminé la canción -fue muy rápido, quizás media hora- me recosté, la toqué y pensé: “Sí, esta va a ser una canción famosa”. Lo supe. Tiene esas cosas dentro de la canción que son muy simples pero sé que la gente reacciona. Vengo escribiendo canciones por más de sesenta años, más o menos sé lo que le gusta a la gente. Así que pongo cosas en las canciones que sé que van a hacer reaccionar a la gente . Me resulta difícil no hacerlo, pero todas son diferentes y todas tocan las fibras del corazón; me acostumbré a eso. Pero “All Out of Love” fue una canción diferente porque es muy simple y trata sobre alguien que terminó una relación y su vida se desmoronó. Todos pasamos por eso y la gente se identifica con eso, es un mensaje simple. “Se me acabó el amor”. Es como “se acabó para mí y no queda nada más”, pero aun así, en la canción hay esperanza de que este chico o chica diga: “bueno, puede ser que no haya terminado, puede ser que siga adelante ahora”. Y la gente responde a eso: ese tema fue pasado en la radio 15 millones de veces, así que definitivamente les gusta.
–Vinieron a la Argentina por primera vez hace más de treinta años. ¿Qué recuerdo tenés de este país?
–De nuestras ciudades favoritas para tocar, Buenos Aires siempre está en el primer o segundo lugar. Por la gente, la electricidad de la ciudad. Estuvimos ahí muchas veces y tengo muchos amigos. Soy muy buen amigo de Alejandro Lerner, nos hicimos amigos hace unos treinta años. Estuve en su casa, él estuvo en la mía, escribimos canciones juntos, tenemos mucho en común. Es una persona maravillosa. Los argentinos aman la buena música. Son muy románticos y aman a Air Supply, lo cual es genial. Así que de verdad estamos felices de que vamos a estar ahí en unos días.
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