AC/DC - Power Up - Tres estrellas y media
Durante décadas, AC/DC defendió la corona de cuernos que detentan como el grupo más terco del rock. Sobrevivieron muertes (la del cantante Bon Scott en 1980, la del guitarrista Malcolm Young en 2017) y maldades (el baterista Phil Rudd recibió una sentencia de arresto domiciliario luego de amenazar de muerte a otro hombre). Y aun así siguen comprometidos con sus valores centrales: rockear, adorar a Satanás, y no acercarse jamás a una balada. ¡Dios! La jugada más transgresora de su historia fue usar una gaita en "It’s a Long Way to the Top", y eso fue en 1975. Esta consistencia es lo que los fans más aman de ellos, y lo que los críticos más odian.
Pero nada hizo que AC/DC bajara la velocidad en su viaje por la "Autopista al infierno". Ahora están de regreso con Power Up, su enésimo disco de guitarras que te rompen el tímpano y odas al caos. Es su mejor disco desde The Razors Edge, de 1990 y, aun así, suenan igual que siempre. El cantante Brian Johnson, quien tuvo que abandonar la última gira por una sordera, ahora tiene un audífono que le permite cantar, y el sobrino de Malcolm, Stevie Young, toca la guitarra rítmica. Rudd cumplió con su condena y toca tan firme como siempre. Hasta a Angus el trajecito escolar le sigue quedando perfectamente apretado.
Naturalmente, no hay muchas sorpresas aquí: Power Up no tiene problemas en sonar como el típico AC/DC, y Angus comparó el disco con un homenaje a Malcolm, del mismo modo que Back in Black era una elegía para Bon Scott. Muchos de los riffs, que salen del archivo de Angus y Malcolm, recuerdan sus mejores éxitos (el blues trastabillante de "Demon Fire" es un pariente lejano de "Whole Lotta Rosie"; la vibrante intro de "Witch’s Spell" recuerda a "Who Made Who"; el riff de "Code Red" tartamudea como el de "Back in Black") y la voz de Johnson sigue sonando como la de un camionero enojado y exhausto.
¿Es "Systems Down" un tema sobre un horno "a punto de explotar" o una metáfora política? No hay dudas: es sobre un horno que está a punto de explotar. ¿Nadie en la banda dudó antes de poner una letra como "si me rechazás, voy a agarrar lo que yo quiera", en "Rejection"? No, porque nadie jamás esperó que AC/DC se volviera progresista.
El rock más gentil (para los estándares de AC/DC) de "Through the Mists of Time" tiene un costado levemente introspectivo cuando Johnson canta acerca de unas "sombras oscuras sobre la pared". Pero al poco tiempo está de nuevo gritando sobre "mujeres pintadas" y Young lanza otro solo de blues de alto voltaje. Eso es lo que hace grandes a los AC/DC: no importa lo que tengan que atravesar, ellos solo pueden ser ellos mismos.
Desde Rolling Stone USA