Abel Pintos repasó su carrera en un show que se vio por streaming y se escuchó por radio
Con una lista de más de treinta canciones, Abel Pintos subió a las 21, puntual, al escenario de la Usina del Arte, para ofrecer su primer streaming en vivo como concierto en solitario (fuera de los festivales online o las actividades solidarias) desde que comenzó la cuarentena y el distanciamiento social, decretados por la pandemia Covid-19. Cuando Abel contó a LA NACION, una semana atrás, que para este concierto se concentraría en el audio por sobre todas las cosas, quizá alguien pudo haber imaginado que su show estaría orientado a una producción radial o de estudio de grabación, con luz blanca, cables, amplificadores, atriles y otros accesorios típicos de las grabaciones, expuestos frente a las cámaras. Pero la imagen también tuvo su peso en este concierto, aunque, en más de dos horas de actuación, no ejerció un rol protagónico.
Vestido con remera y ambo en tonos claros, que fueron matizados por su sombrero verde de coloridas plumas, Pintos se plantó en el centro del escenario de la sala principal de la Usina del Arte. Como epicentro de todo lo que sucedía y sucedería, las luces y los músicos de su banda, ubicados en las gradas superiores, fueron su fuerza centrípeta para esta experiencia. Todo eso fue el complemento de una producción que no tuvo matices escénicos (la secuencia de barridos de luces y el juego con las sombras como decisión estética entraron en el plano de una cinta de moebio) pero que, al oído, fue un prolijo racconto por la historia sonora del protagonista, ordenadamente dividida en bloques.
Sin palabras que mediaran entre una canción y la siguiente, varios de los hits de Abel fueron transcurriendo en los primeros minutos, en ese raro "mix" de estos tiempos, en el que los conciertos, que carecen de público, tiene la fuerza del vivo pero, a la vez, la búsqueda de la precisión de las grabaciones de estudio. "Cómo te extraño", el tercero de esta lista, tuvo esa mezcla de pasión con el minucioso cuidado del detalle. Toda esa primera parte transcurrió en una penumbra sugerida, que se prolongó hasta el último minuto del show, con un seguidor que hizo foco sobre el cantante.
Sin prisas pero sin pausas, preparó bloques de canciones (entre siete y diez en cada uno), que marcaron distintos momentos del recital. La balada "Sin principio ni final", por ejemplo, inauguró un bloque donde prevaleció el toque intimista. Si esta salió en versión de voz y piano, la siguiente, "Mariposa", sonó en modo guitarra y voz. Quizá, a la garganta de Abel le costó un buen rato tomar la temperatura ideal en este recital. Pero a pesar de que tiene 36 años y de que las voces masculinas, en general a partir de esa edad, o especialmente bordeando los 40, comienzan a desarrollar su madurez y su calidez, tiene mucho oficio como intérprete. La interpretación termina imponiéndose en sus shows. Y, por supuesto, en este. En ese sentido, el lugar que ha ganado en muchos escenarios tiene que ver con esto. Abel no regresa cada verano a escenarios folclóricos porque hace 25 años fue el precoz niño que apareció en el escenario de Cosquín, sino porque hoy entrega versiones poderosas y, a la vez, despojadas, como la de "El Antigal". A capella, de principio a fin.
En uno de los pocos parlamentos de la noche agradeció a quienes le permitieron estar cantando para la gente que estaba en sus casas. "Es hermoso presentirlos", dijo. Y, a la vez, es excepcional si nos ponemos a pesar en el silencio, en la ausencia de aplausos, luego del último grito de "El Antigal".
Con el bloque de perfil folclórico se vieron las primeras imágenes de los músicos de su banda, integrada por Ariel Pintos (guitarras y coros), Marcelo Predacino (guitarras, coros y dirección musical), Alfredo Hernández (teclados y coros), Alan Ballan (bajo y coros), Ervin Stutz (trompeta), Carlos Arin (saxo), Jose Luis "Colo" Belmonte (batería).
En la era del "feat.", que una canción o un show no tenga invitados es todo un gesto de originalidad. A pesar de la particularidad de estos tiempos, y de la soledad dentro de un auditorio para 1000 personas en el que no hubo ni una sola persona en el rol de público, Pintos optó por concentrarse en su propio universo de canciones. Y más allá de algún baile, llegado el momento de esas canciones más pachangueras de su repertorio, la consigna sonora fue su vector principal y unívoco. Las canciones propias y las ajenas, como "Pensar en nada" de León Gieco. "El abrazo fuerte para León, el papá de todos. Te queremos León", dijo en el interludio del tema.
Un rato después, con un tema como "Motivos", que es de esos que sirven para levantar al público en el tramo final de sus conciertos, gritó: "Es ahora y desde casa". Porque ese es el momento en el que, en uno de sus conciertos de la "vieja normalidad", su público canta con toda la fuerza de su voz. "No me importa para dónde vas, yo voy, sin mirar atrás. Si te tengo por delante, cuando quieras caminar, no me importa dónde vas, quiero ser tu acompañante".
Abel no pudo ver ni una sola cara, pero supo (mientras cantaba, alguien se lo habrá dicho en el monitor de los auriculares que llevó en sus oídos) que hubo 20.000 que compraron la entrada y otros tantos que escuchaban por radio, en la AM 870 de Radio Nacional.
"¿Qué estarán haciendo? Son un montón de cosas que se me pasan por la cabeza en este momento que no hay una canción sonando. Cuando sonaron las canciones, nos encontramos. Ojalá no se les haya hecho largo, a nosotros se nos pasó como si hubieran sido tres minutos, como si hubiera sido una sola canción", dijo para despedirse, antes de cantar "Piedra libre".
La previa del concierto estuvo a cargo de la conductora televisiva Eleonora Perez Caressi, que dio detalles del show y repasó los últimos movimientos musicales de Abel, especialmente sus últimos estrenos: la canción "El hechizo", junto a Beatriz Luengo, que presentó con un video, en abril pasado, y el reciente "Piedra libre", que le dedicó a su hijo, que nacerá pronto. Bastante ocupado estará Abel en los próximos meses. Ya tendrá tiempo para pensar en un nuevo streaming, en el lanzamiento de su nuevo disco, que ya tienen listo, y en cómo retomará su agenda de shows, una vez que se supere este tiempo de pandemia y se vuelva a la "vieja" normalidad.
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