Abel Pintos: "Me llevé las estatuillas del Gardel que más quería ganar"
Es el artista más premiado en la fiesta más importante que tiene la música en la Argentina; acumula tres galardones de oro en los últimos quince años
Abel Pintos entra a la sala de prensa con las tres estatuillas de los Premios Gardel a la Música en sus brazos. Las sostiene como si las acunara. Son dos plateadas y una dorada que desde mañana se reunirán al resto de las que atesora y que forman un ejército cada vez más numeroso. No sólo es uno de los artistas que más premios Gardel ha ganado; es el único que tiene tres de Oro, ese que se le da a los músicos por los mejores discos del año.
Este año Abel Pintos se quedó con las estatuillas de las categorías Mejor Canción, que es la que elige el público; Mejor Album Artista Masculino Pop; y la dorada de Álbum del Año.
Abel sonríe ante los fotógrafos y les agradece haberse quedado allí hasta el final de la entrega de premios, cuando la medianoche pasó hace más de una hora. Luego camina por la trastienda del teatro Gran Rex y va a uno de los camarines, dispuesto a conversar con LA NACION.
-¿Te acordás del sketch de "El Contra", donde Juan Carlos Calabró hacía comentarios que sacaban de las casillas a Antonio Carrizo y los invitados que en cada programa llegaban al bar?
-Sí.
-Bueno, si fueras el invitado, El Contra te diría: “Qué flojo este año, eh. ¿De siete nominaciones sólo ganó en tres? ¿No está deprimido...? ¿Cómo dijo que se llamaba usted?
-(Abel larga una carcajada) No estoy deprimido porque eran las que más quería ganar. Las otras eran una anécdota más liviana... (hace una pausa) Ahora en serio. Cuando salieron las siete nominaciones lo primero que pensé es que la expectativa sería grande y uno siempre quiere cubrir las expectativas. Hoy, cuando llegué y otros empezaron a ganar en las categorías donde estaba yo, empecé a sentirme más cómodo, porque imaginate que si ganaba las siete habría sido extraño en un mercado discográfico tan productivo, con tantos discos que se editan cada año. Hay un montón de disco buenos. Y ahora llevemos a lo serio eso que empezamos en broma. Quedaron para el final estas categorías más potentes. Llegué tratando de aplacar las expectativas y entré cada vez más en zona de expectativas. Sin duda quería llevarme alguna de estas últimas.
-Es saludable, y esto no te lo diría El Contra, que otros hayan ganado el resto de las categorías. Pero también es evidente que, entre tanta producción musical que hay, y muy buena, vos no sólo acaparás el gusto del público, también el de los votantes del Gardel.
-Hoy me preguntaron si tuviera que elegir solo un premio, cuál me gustaría ganar. Dejemos de lado el Oro. Elijo el de Canción del Año. Porque a esa la vota el público y, al final, todo esto se trata de canciones. Haber ganado el Oro por el Álbum del Año no me hace creer que mi disco es el mejor; me hace saber que para mucha gente es uno de los mejores que se editó en el año. Y el que vota tiene las posibilidades de escuchar las canciones, ver los videos, chusmear el arte del disco. Yo confío en eso. A la hora del voto de colegas, productores y periodistas, no creo que esto tenga que ver con mi popularidad ni la de nadie. Un año los Escalandrum ganaron el Gardel del Oro y fue un batacazo. Estuvo bárbaro. Eso me da confianza de que los votantes hacen su trabajo de valoración. Por eso, el voto de ellos no tiene que ver con mi popularidad ni con que venda muchos discos.
-Ni que grabes por Sony, la compañía que acapara ternas y premios...
-Tampoco, porque Sony tiene más de ochenta artistas firmados y una gran parte de lo que se edita en el año es de Sony, por eso es lógico que tenga esa presencia.
-El número 11, además de ser el título de tu último disco, tiene muchos significados en este momento de tu carrera, ¿qué puede representar el 3 a partir de ahora?
-Hoy no sé, pero seguramente mañana voy a pensar en eso.
-¿Hoy te vas a la fiesta que se hace después de la entrega de premios?
-No, yo siempre necesito tocar base en mi casa. Ahí lo puedo disfrutar más.
-Se podría decir que con los premios Gardel ya casi estás hecho. ¿En qué cosas todavía sentís que hay mucho pendiente?
-Cumplí 33 este año. Y resulta que durante mi infancia y adolescencia no me pude dedicar a cosas a las que ahora sí. Estudiar música, por ejemplo. Después de casi 22 años de carrera aprendo a leer con pentagrama y a tocar el piano. Hoy tengo los recursos para hacerlo que antes no tenía y eso renueva mi fe en que en la vida tenés las oportunidades y hay que saber aprovecharlas. Y también me para en la largada, cada vez que viene el profesor de piano a casa. Sí, tengo discos de Oro, pero tocar el piano me pone en la largada. O con cada disco que hago, o la decisión de dejar un compás de silencio en un tema que queremos que vaya a la radio. Era de locos.
-Pero sabés que igual va a sonar en la radio, ¿o no?
-No. De hecho, pasó un año y cada vez que sonaba en radio yo la escuchaba completa para ver si no habían hecho un radio edit.
-¿Cuándo comenzás con el próximo disco?
-Noviembre del año que viene. Voy a parar la pelota y hacer el disco, no como otras veces que los iba armando en el micro de la gira. Creo que 11 tiene un capítulo más y quizás volvamos a trabajar con los mismos productores.
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