A los 92 años, Charles Aznavour emocionó al Gran Rex
El músico francés, creador de "La Bohème" y "She", se presentó ayer a teatro lleno
Charles Aznavour está parado en el escenario, vestido con un traje negro. Atrás, una gran banda, con dos teclados, acordeón, bajo, batería, guitarra, piano y dos coristas, lo acompaña. El francés, de ascendencia armenia, que este año cumple 93 años,está de gira despedida hace años. Pero por como se lo escucha y ve, eso parece imposible. Le tiembla cada tanto una de sus manos, sus pasos son cortos y simpáticos, pero su voz sigue haciendo delirar a las miles de mujeres que fueron a verlo al Gran Rex. Con teatro lleno, el cantante de "She", "La Bohème" y "Venecia sin ti" arranca el show pasadas las 9 de la noche con "Les émigrants".
Durante casi dos horas, Charles va a pasear por el escenario y sonreír, va a relatar cada una de sus canciones con mirada pícara. "Tengo 92 años. No veo muy bien. No escucho muy bien. Mi memoria es frágil, muchos no lo dicen, yo lo digo". Aznavour fue descubierto por Édith Piaf y es considerado el embajador de la canción francesa. Además de haber vendido más de 100 millones de discos y ser el compositor detrás de temas que fueron versionados por Elton John, Sting, Bob Dylan, Julio Iglesias, Liza Minnelli, Ray Charles y Elvis Costello, goza de una salud envidiable y se puede dar el gusto de seguir haciendo conciertos.
El teatro se viste de luces rosas y violáceas, la música podría ambientar cualquier película romántica. Y él podría tener cualquier edad. En total suenan 23 temas, Charles canta en francés, español y hasta en inglés. "Te espero" , "Paris au mois d'août" , "Mourir d'aimer" y "Dime que me amas" abren el primer bloque de la noche.
Charles sigue mostrando que es una leyenda viva y sin tomarse un descanso sigue con "Mon ami mon Judas", donde se saca el saco y deja ver sus tiradores rojos que combinan con sus medias, continúa con "De quererte así", "Desormais" y "La juventud". De a poco se anima a sacar su voz fuerte y su erre bien francesa acompañado de un solo de piano. Muestra su costado showman con un pequeño sketch con uno de los utileros que le acomoda el micrófono, él lo dirige y lo corrige. Todo está en sus manos. Se anima a improvisar unos pasos y actúa: pone uno de sus brazos cruzado en su cuello como si abrazara a una mujer para dar vueltas en un baile de salón.
Uno de los momentos más emotivos es cuando invita al escenario a una chica rubia: es su hija, corista de su banda desde el 96, e interpretan el tema "Je Voyage", donde Katia Aznovour sorprende con su voz. Llegan "She" y "Ave María". El Rex se funde en un aplauso. Cada tanto se sienta en una silla alta, cruza las piernas y vuelve a tomar fuerzas para continuar.
Sigue con "Il faut savoir", "Los placeres antiguos", "Quien", "Les deux guitarres" y después de los temas más esperados, "Venecia sin ti" y "La Bohème", donde juega con un pañuelo como si fuera un pintor ante su lienzo, llega el festivo final con "Emmenez-moi".