De Babasónicos a Jack White, la guía de los lanzamientos más esperados de 2018
Ciro y Los Persas
Lo veo a Andrés en un gran momento de maduración”, dice Juanchi Baleirón. El cantante y guitarrista de Los Pericos había producido Naranja persa 1 y retomó el trabajo detrás de consola para el álbum sucesor. “Está generando algo sumamente interesante. Logró una capacidad muy fina entre mantener la identidad y jugar con cosas nuevas.”
Ciro anticipó algo de Naranja persa 2 a mitad de 2017 con “(Give Me Back My) Toaster”, un testimonio en el que mezcló la sátira y la crítica social a partir de un robo que había sufrido meses antes en su casa. Si bien el single se erige sobre un trip disco funk a mitad de camino entre “Los viejos vinagres” y “Blue Suede Shoes”, Baleirón asegura que el resto del material explora varias facetas sonoras del ex Los Piojos. “A diferencia del volumen anterior, acá hay un poco más de canción y de ese rock contundente suyo que hace que el estadio salte y no pare de cantar”, dice.
La grabación, realizada en el estudio de Alvaro Villagra, Del Abasto Mansión Monsterland, y en el de Ciro , sirvió también para poner a prueba varios experimentos del vivo. A lo largo de los doce canciones que lo conforman, el disco se vale de la incorporación definitiva de los vientos. “Antes los arreglos estaban en algún que otro tema, ahora hay una presencia más clara y orgánica”, cuenta Baleirón. “Ya es una parte de Los Persas, plenamente.”
MGMT
Teclados fracturados, drum machines y voces rígidas: de esa forma MGMT sigue empujando con todas sus fuerzas para alejarse de los bríos luminosos de Oracular Spectacular, de 2007. A mitad de camino entre Suicide, Bauhaus y Klaus Nomi, “Little Dark Age” es el track que el dúo eligió para mostrar lo que se viene y el que también le dará título al disco, a editarse en febrero. Aunque dentro de lo siniestro, también hay espacios para la psicodelia. “When You Die”, el segundo tema editado a mitad de diciembre pasado, se construye desde una melodía pop sesentosa amable que VanWyngarden corta en el estribillo diciendo “Go fuck yourself”.
Para su primer trabajo en cinco años, la banda sumó en la producción a Patrick Wimberly (Chairlift, Kelela) y nuevamente a Dave Fridmann de Mercury Rev, quien ya había colaborado en Oracular y MGMT. En una charla con el presentador Zane Lowe, MGMT mencionó sobre el proceso de grabación: “Alcanzamos una química, un sentimiento mágico muy similar al que teníamos cuando empezamos con el grupo”.
Babasónicos
Luego de autoreverrsionarse con Impuesto de fe y su correspondiente gira por Latinoamérica y una temporada de revisión comprensiva que incluyó libros, muestra fotográfica, lados B y ediciones en vinilo, Babasónicos se encuentra en Juno, el estudio propio de la banda, trabajando en las canciones de su primer disco con material completamente nuevo desde Romantisísmico, de 2013. Detrás del hermetismo, según se anuncia desde adentro, en febrero se podrá oír un nuevo single –aún sin nombre– que tendrá su video correspondiente con un estreno particular. “En abril, en el Estadio Obras se podrá ver en vivo y ese show también va a ser el primero de una nueva gira por Argentina y Latinoamérica”, dijo el manager Eduardo Rocca a Rolling Stone.
Emmanuel Horvilleur
“Por ahora es un disco que se ha hecho en diferentes etapas, muy diferentes cada una”, dice Emmanuel Horvilleur sobre su retorno en plan solista después de una muy activa temporada con Illya Kuryaki & the Valderramas. “Fuimos agarrando puñados de ideas, trabajando algunas, abandonando otras. Con IKV, en cambio, es un proceso más lineal. Por ejemplo, a nosotros siempre nos gusta grabar los instrumentos primero y después seguir. Pero para este disco me relajé y casi no toqué. Estoy enfilado en que las canciones transmitan lo que quiero que transmitan.”
El primer resultado de ese approach es “El hit”, un beat electro pop moderno que tiene la firma Horvilleur al frente y que cimenta su sociedad con el productor Didi Gutman (Brazilian Girls), con quien grabó en medio de la gira europea de IKV. Son nueve los temas que formarían parte del álbum, que también cuenta con Rafa Arcaute como coproductor. “Tienen un sonido muy electrónico, usando los recursos de ahora como Ableton Live, teclados virtuales y hasta Auto-Tune. No tenemos prejuicios con ese tipo de cosas, así que estamos experimentando con todo”, dice Emma. “Pero la cosa no pasa por ahí, pasa por la canción.”
Jack White
Si hay algo que parece buscar Jack White en 2018 es confundir. Alcanza con ver el video o escuchar el audio de “Servings and Portions from my Boarding House Reach”, un collage disruptivo que el cantante y guitarrista publicó recientemente. En cuatro minutos se pasea por beats de hip hop y R&B, moogs desafinados, pianos jazzeros, un llamado a “(What’s So Funny ‘Bout) Peace, Love and Understanding” de Elvis Costello, entre voces que van y vienen. En el medio de eso, se pueden identificar algunos riffs cuasi zeppelineros, distorsiones y un fraseo típico de la factoría White donde reza: “Mujer, no sabés cuánto estoy sufriendo”.
No hay certezas de que todo ese material vaya a formar parte de algo, pero el ex líder de The White Stripes dijo en una charla en Detroit que en efecto ya tiene un disco casi terminado. En referencia a lo que puede llegar a venir desde Lazaretto de 2014, White anticipó: “Es bizarro. Tengo que dejarlo macerando. Necesito escucharlo yo solo. Hace mucho tiempo que no puedo escucharlo yo solo”.
Chancha Vía Circuito
Si le preguntás a Pedro Canale, productor y capitán de Chancha Vía Circuito, cómo va a ser el sucesor de Amansara, de 2014, es probable que te invite a googlear “Una flauta en la noche” del célebre quenista argentino Uña Ramos. “Me encanta ese tema, es hermoso”, dice. “Este nuevo disco va a tener bastante presencia de flautas. El universo andino ganó mucho terreno, y es como que todo se puso muy boliviano (risas).”
La tónica que rige Bienaventuranza es producto del bagaje rutero de Chancha. A través de varios tours anuales por Europa y Estados Unidos, la génesis de los temas se dio con un proceso distinto al habitual, enfocado en la instrumentación tradicional más que en bases digitales. “Yo antes producía las pistas en casa y después les agregaba instrumentos en el estudio, pero con el tiempo la electrónica la dejé un poco de lado. En cambio, esto tiene mucho más material grabado que surgió a partir de ideas en improvisaciones y ensayos. Igualmente el objetivo era que también tenga una intervención electrónica sin ser invasivo”, dice Canale.
Pocos meses después, CVC tiene pautado el lanzamiento de otro nuevo proyecto. En paralelo está colaborando con el Chango Spasiuk en el disco de Pino Europeo, que editará Sony Music y que ambos empezaron con un show en diciembre pasado en Niceto. El resultado muestra un perfil distinto al habitual de Chancha, en el que la cumbia y el sonido del Altiplano viran hacia la polca y el folclore de Europa del Este. “Es un experimento que te exige correrte de tu lugar y probar con otras paletas tímbricas, entonces hay que abordarlo desde un lugar nuevo”, dice entusiasmado. “Vamos a ir sacando singles a lo largo de 2018 y la idea es tenerlo listo para agosto.”
Juan Ingaramo
En “Hace calor”, un bolero trapeado con algunas tónicas cuarteteras, Juan Ingaramo se pone íntimo y universal a la vez: “Dicen que no soy el mismo/Que esto es puro oportunismo/Quieren que escriba gilada/Puede ser, puede ser”.
Puede que efectivamente no sea el mismo -Músico, de 2016, lo posicionó en las radios gracias al hit “Matemática”-, pero lo que el cordobés está haciendo es una declaración de lo que el pop es capaz de construir con una canción. “Lo lindo del pop es que te permite esa libertad, no hay tanto mandato. Por eso mi juego dentro del género es subirme a ese flash, y tratar de ahí adentro hacer la música más fina y elegante posible”.
Para su tercer disco, el segundo con Geiser, Ingaramo se encuentra trabajando de forma remota en su home studio con varios productores a la vez. “No estoy haciendo todos los temas juntos, lo estoy encarando más en modo single”, explica. Desde la crew mexicana de Finess Records (Jesse Baez, Girl Ultra) a Rafa Arcaute (Illya Kuryaki, Residente), pasando por el beatmaker 0-600 (Neo Pistéa) y King Doudou (Bad Gyal y Kaydy Cain), cada uno de ellos aporta con una o dos canciones. “Mi idea es que el disco tenga ocho temas y que se unifique en la mezcla”, dice. “Es el concepto que más se adapta a esta era.”
Vampire Weekend
“Hacer el último disco fue uno de los períodos más emo de mi vida”, le dijo Ezra Koenig a Rolling Stone en octubre pasado, en referencia a Modern Vampires of the City, de 2013. “El primero era jovial y divertido, pero ya para el tercero había un aire lúgubre y de cansancio. Se sintió como un final amargo para algo que había empezado con felicidad.”
Después de la salida del productor y multiinstrumentista Rostam Batmanglij, los miembros de Vampire Weekend se tomaron un retiro voluntario. El bajista Chris Baio se enfocó en su proyecto unipersonal, Chris Tomson editó su primer esfuerzo en solitario bajo el nombre Dams of the West, mientras que Koenig colaboró con Beyoncé y Kanye West, hizo eventos en apoyo al candidato presidencial Bernie Sanders y hasta creó una serie inspirada en el animé para Netflix, Neo Yokio. “Después de fumar mucho porro y hacer caricaturas, me renové”, dice en referencia a un nuevo álbum de VW que se dice está en un 80% terminado. “No quiero hablar mucho sobre el sonido, pero es el primer álbum que hago en mis treinta, el cuarto de la banda, y es como aprender a vestirse de vuelta: te puede encantar una marca de una remera pero cuando te la ves puesta decís ‘mmm... esto no tiene mucho sentido’.”
The Voidz
En su última visita porteña no hubo temas de Strokes ni bises. Julian Casablancas se había subido al escenario del Vorterix con una misión clara: tocar temas nuevos. De los trece que hizo, sólo seis correspondieron a Tyranny, su primer disco de 2014, otro fue un cover de Daft Punk, y los seis restantes probablemente sean parte de un disco que por ahora no tiene nombre.
Mediante un tráiler ficticio que muestra a la banda en un cine siendo testigo de su propia película de clase B, Casablancas reveló que ahora su grupo ya no lleva su nombre y que efectivamente 2018 traerá un nuevo disco de The Voidz.
Durante su gira latinoamericana y en referencia a la faceta experimental y abrasiva de su grupo paralelo, el cantante había dicho sobre sus nuevas canciones: “Si estás interesado en la evolución de la música, diría que sí, que te pueden gustar. Pero si lo que te interesa es el indie rock mainstream, entonces, quizás no. Me cuesta entender cómo los fanáticos viejos que crecieron amando a The Strokes no soportan esta nueva exploración”.
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