Murió Gavin MacLeod, el popular capitán de la serie El crucero del amor
El actor tenía 90 años y desarrolló su carrera artística más destacada en la televisión
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La imagen de Gavin MacLeod que siempre recordará el televidente argentino de buena memoria es la del hombre de eterna sonrisa, impecable uniforme blanco y gorra de capitán que resolvía con su mejor gesto todos los problemas que aparecían durante las románticas travesías de El crucero del amor.
El actor que convirtió al capitán Merrill Stubing en una de las series más populares y exitosas de la década de 1970 falleció este sábado a los 90 años en su hogar de Palm Desert, California. “Mi agente me llamó un día y me dijo que el productor Aaron Spelling me quería como capitán de barco en una serie llamada El crucero del amor. Le pregunté qué le parecía y me dijo que no servía para nada. De todas maneras me pasó el guion, lo leí y le comenté que podía ser algo interesante. No recordaba ningún personaje con esas características en la televisión”, comentó en 2007 durante un reencuentro del elenco original de la serie.
Ese momento de decisión le dio al intuitivo MacLeod el papel más exitoso de su larga vida artística, aunque cuando llegó a El crucero del amor ya era un reconocido veterano de la TV estadounidense, dueño de un bien ganado prestigio gracias sobre todo a Murray Slaughter, su personaje en la excelente sitcom El show de Mary Tyler Moore.
Esa gran serie concluyó el mismo año en el que se puso en marcha El crucero del amor, cuyo título original es The Love Boat. Ya vestido de capitán y dispuesto a comandar los viajes, MacLeod estuvo presente en los 250 episodios de las 10 temporadas que tuvo el programa, un enorme éxito también en la televisión argentina. Fue estrenado en 1979, en Canal 13, y se repitió muchísimas veces. En un momento llegó a ser un clásico en las tardes de Canal 7.
En El crucero del amor, MacLeod hasta logró duplicar su presencia, ya que en algunos capítulos interpretó a un hermano gemelo del capitán llamado Marshall, especializado en seducir a las pasajeras del barco. Para diferenciarlos, MacLeod recurría a un peluquín. Su cabeza calva era una de las marcas que más lo identificaban como el capitán de un transatlántico de lujo en el que grandes glorias del cine y la TV, junto a estrellas del momento, protagonizaban todo tipo de aventuras románticas en alta mar.
“Más de una vez –contaría MacLeod al semanario Entertainment Weekly cuando El crucero del amor ya era un recuerdo- los periodistas me preguntaron cómo un actor que había llegado tan alto en El show de Mary Tyler Moore se animó a protagonizar una comedia tan pueril. Les contesté que creía en la serie y en mi personaje, sobre todo porque las historias de El crucero del amor ayudaban a la gente a olvidarse por un rato de sus problemas de todos los días. Acepté ese papel porque desde el primer día sabía que iba a ser un éxito. No me equivoqué”.
Tampoco fallaron quienes imaginaron que MacLeod sería el personaje ideal para ponerse al mando de un crucero de lujo destinado a travesías románticas, sobre todo por su experiencia previa en relatos ambientados en el mundo de los barcos. Integró el elenco de la comedia Sirenas y tiburones (1959), de Blake Edwards, con Cary Grant y Tony Curtis, que en los años 60 y 70 formaba parte de la programación habitual de cine de los canales abiertos de la TV local. Y en 1966 acompañó a Steve McQueen en El cañonero del Yangtsé.
Con Edwards, que lo había convocado para el episodio piloto de la recordada serie Peter Gunn, MacLeod volvería a aparecer en su obra maestra, La fiesta inolvidable, en la que personificaría al productor C. S. Divot, una de las víctimas de Hrundi Bakshi (Peter Sellers). En esos años también aparecería en El botín de los valientes, El que mató por placer y Asalto de mil aviones, películas más conectadas con el mundo de la aventura que con el espíritu de amable comedia romántica que lo caracterizaría más tarde en El crucero del amor.
Más allá de estas apariciones, que la memoria de Hollywood destaca, MacLeod será sobre todo recordado por su trayectoria televisiva. Entre El show de Mary Tyler Moore, El crucero del amor e innumerables participaciones como actor invitado en series de distintas épocas construyó en la pantalla chica su recorrido más importante como actor.
Hijo de un propietario de una estación de servicio que tenía sangre indígena (de la tribu de los Chippewa) y de una mujer sueco-irlandesa, MacLeod nació en el nombre de Allan George See el 28 de febrero de 1931 cerca de Nueva York. Descubrió el mundo del espectáculo trabajando como acomodador en el Radio City neoyorquino, donde conoció a su primera esposa, que era integrante del cuerpo de baile de ese teatro, las Rockettes.
Con su segunda esposa se dedicó durante muchos años, bastante tiempo después del final de El crucero del amor, a conducir un programa en una cadena de TV perteneciente a una congregación religiosa. Ese ciclo estaba dedicado a la reconciliación de parejas con dificultades. Allí se aprovechaba la inmediata conexión que hacía el público entre la figura real de MacLeod y el recuerdo de su personaje de capitán en El crucero del amor. “Ese papel tenía mucho de mí –dijo una vez-. Era un hombre paternal y comprensivo, pero que al mismo tiempo hacía valer su autoridad”. Contó también que se las ingenió para suavizar los rasgos más estrictos que originalmente se habían pensado para el personaje. Tal vez ese cambio sutil contribuyó como ningún otro a que el capitán Stubing alcanzara una popularidad enorme, tan grande como la serie.
Con el tiempo, MacLeod también reconocería un secreto que mantuvo durante todos los años en que El crucero del amor estuvo en el aire: antes de sumarse a la serie jamás se había subido a un transatlántico, ni como tripulante ni como pasajero.
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